Doctor: “La salud de Trump es excelente”

El doctor Ronny Jackson, de la Marina, presentó este martes el informe de la primera revisión médica de Donald Trump como presidente. Foto: Manuel Balce Ceneta / AP.

El doctor Ronny Jackson, de la Marina, presentó este martes el informe de la primera revisión médica de Donald Trump como presidente. Foto: Manuel Balce Ceneta / AP.

La salud general del presidente Donald Trump “es excelente”, dijo este martes el doctor de la Marina, Ronny Jackson, quien le realizó al mandatario su primera revisión médica desde que llegó a la Casa Blanca.

Jackson agregó que Trump tuvo un desempeño “sumamente bueno” en una prueba cognitiva diseñada para detectar señales tempranas de pérdida de memoria o de otras funciones neurológicas.

El doctor había emitido una declaración genérica el viernes después del examen médico en la que afirmó que Trump goza de una “excelente salud” y prometió dar más detalles el martes.

Reportó que el mandatario mide 1,90 metros (6 pies 3 pulgadas) de estatura y tiene un peso de 108,4 kilogramos (239 libras), 1,3 kilogramos (3 libras) más que en septiembre de 2016, la última vez que Trump hizo público su peso.

Además, registró una presión sanguínea de 122/74, y su colesterol total fue de 223, que está por encima de lo recomendado.

Trump tenía 70 años cuando asumió la presidencia el 20 de enero de 2017, por lo que se convirtió en la persona de mayor edad en ser electa al cargo.

El examen cardíaco de Trump arrojó resultados normales, con un ritmo regular y sin sonidos anormales, lo que llevó a Jackson a concluir con confianza que el presidente “tiene una muy buena y probable posibilidad de completar su mandato sin sufrir de problemas médicos”.

De no haber abusado tanto de las hamburguesas, el presidente “podría llegar a vivir 200 años”, dijo el doctor, quien atribuyó la buena salud cardiaca del mandatario a “que jamás ha bebido o fumado”.

Apto mentalmente

Al presentar el informe del examen médico, Ronny Jackson dijo que “no le preocupan en lo absoluto” las capacidades cognitivas de Donald Trump.

Según el doctor, el mandatario de 71 años de edad tuvo un desempeño “sumamente bueno” en un análisis de las capacidades mentales que no se realiza de manera rutinaria al ocupante de la Casa Blanca.

La prueba, conocida como test MOCA (Evaluación Cognitiva de Montreal), fue realizada por solicitud del propio presidente y en ella Trump obtuvo 30 puntos, la nota máxima.

“Está muy lúcido. Muy articulado al momento de hablarme”, dijo Jackson. “Nunca ha repetido algo cuando está conmigo. No tengo ningún motivo para pensar que el presidente tiene algún tipo de problemas con su proceso de razonamiento”.

El doctor Jackson especuló que el mandatario pidió el examen para desmentir las afirmaciones de que no es apto mentalmente para ocupar la presidencia, multiplicadas en las últimas semanas tras la publicación del libro Fuego y Furia, la Casa Blanca de Trump por dentro, del periodista y escritor Michael Wolff.

Esta tesis ha sido también manejada por diferentes medios de prensa.

El libro, escrito a partir de testimonios del entorno presidencial, dibuja a Trump como un “niño grande”, altamente inestable e incapaz de prestar atención. Algunos congresistas lo han tomado en serio y han invitado a un grupo de psicólogos al Capitolio.

El presidente se ha defendido de las acusaciones de Wolf a través de su cuenta de Twitter, donde aseguró que era “inteligente de veras” y un “genio estable”.

Trump: soy un “genio estable” e “inteligente de veras”

El test de Trump

El test MOCA es un examen que se utiliza para detectar problemas cognitivos leves y abarca capacidades mentales como la atención, la concentración y funciones ejecutivas, entre ellas la capacidad de abstracción, la memoria, el lenguaje, las capacidades de construcción visual, el cálculo y la orientación.

El test se completa en alrededor de diez minutos e incluye pruebas como la identificación de animales que aparecen dibujados, pintar un reloj que indique una hora determinada, memorizar una lista de cinco palabras, dar un golpecito con la mano cada vez que se diga la letra “A” o saber en qué día se encuentra.

Los psicólogos y psiquiatras lo utilizan para detectar problemas de demencia, alzheimer o esquizofrenia. Quienes obtienen entre 26 y 30 puntos tienen capacidades cognitivas normales. Una puntuación menor se considera problemática.

Aunque Trump obtuvo la máxima puntuación, el neuropsicólogo David Morales –citado por El País– piensa que este método es poco adecuado para determinar si el presidente goza de buena salud mental. “Me llama la atención que la hayan utilizado esta prueba porque es como si vas al médico y te toman la tensión, es una cosa muy elemental y sencilla”, explica.

Este test puede usarse en personas de cualquier edad pero se emplea sobre todo a partir de los 65 años. “Se utiliza mucho en la atención primaria cuando llega una persona mayor que está despistada. Si no lo supera, es derivado al especialista”, comenta Morales.

Test MOCA

El neuropsicólogo explica que no existe un test específico para determinar si alguien tiene una buena salud mental, sino que sería necesaria una evaluación clínica de diversos especialistas, tanto psicólogos y psiquiatras como neurólogos.

Las dudas sobre la capacidad de Trump para gobernar los Estados Unidos no son nuevas. Ya en febrero del año pasado un numeroso grupo de expertos en salud mental lanzó la voz de alarma sobre la posibilidad de que el presidente sufriera trastornos de personalidad.

“Sus palabras y su comportamiento sugieren una profunda incapacidad para empatizar. Individuos con este tipo de rasgos distorsionan la realidad, para que se adapte a su estado psicológico, y atacan los hechos y a quienes los transmiten, como periodistas y científicos”, dijeron más de treinta psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales en una carta al The New York Times.

En su opinión, “la inestabilidad emocional” que ellos diagnosticaban en Trump, lo “incapacita para servir de manera segura como presidente”.

En noviembre de 2016, antes de que Trump ocupara la Casa Blanca, el psicólogo Nigel Barber dijo al diario digital Huffington Post que el magnate neoyorquino tenía rasgos de un trastorno de personalidad narcisista, lo que le llevaría a comportarse con falta de empatía, grandiosidad, autoritarismo y necesidad de admiración constante.

AP / OnCuba

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