Hoy, 20 de enero, Donald J. Trump asume oficialmente la presidencia de los Estados Unidos. Ya comenzó la ceremonia de juramentación en el Capitolio.
It all begins today! I will see you at 11:00 A.M. for the swearing-in. THE MOVEMENT CONTINUES – THE WORK BEGINS!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 20 de enero de 2017
Mike Pence (57), su compañero de fórmula, juró como vicepresidente.
La familia Obama recibió a los Trump más temprano en la Casa Blanca para cumplir con la tradicional entrega de llaves y un breve recorrido.
Un presidente de pocas palabras
Según José Manuel Abad, del diario español El País, “el discurso de Trump ha sido extraordinariamente corto: solo 1.433 palabras (de media, los presidentes dedican unas 2.300 a sus alocuciones). Todos quienes lo han precedido desde Jimmy Carter hablaron más que él”.
Trump, republicano de 70 años, es posiblemente el más controversial político que haya tenido ese país. Controversial fue su campaña, su elección como presidente, y su embestidura no lo ha sido menos.
Desde los preparativos hubo contratiempos para conseguir artistas que se presentaran en la gala; 58 congresistas pronto anunciaron no asistirían a la toma de posesión, aun cuando el Congreso está dominado por una mayoría republicana.
Mientras se realiza la ceremonia protocolar de la investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, fuertes protestas y actos vandálicos se registran en los alrededores del Capitolio de Washington.
Desde hace varios días, diferentes organizaciones habían anunciado su intención de entorpecer el acto.
Una coalición identificada como DisruptJ20, con las siglas en inglés de la fecha de investidura, dijo que sus protestas intentarían cerrar o causar retrasos en controles de seguridad de la ceremonia de investidura, aun a riesgo de ser detenidos.
De acuerdo con David Thurston, uno de los organizadores, su intención es “bloquear la investidura si es posible, y si no es posible, hacer tan difícil como sea posible que Trump actúe como si tuviera un mandato”.
Las mujeres son protagonistas de la jornada, con una marcha en Washington y réplicas en otras ciudades del mundo.
En medio de la ola de protestas han ganado relevancia imágenes creadas por Shepard Fairey, el mismo creador del famoso cartel de Barack Obama con la palabra Hope durante la campaña presidencial de 2008.
Las nuevas ilustraciones de Fairey, quien es natural de Carolina del Sur, incluyen mujeres musulmanas, latinas y afroamericanas, y forman parte de la campaña “Nosotros, la gente”, que lleva adelante la organización sin ánimo de lucro Amplifier Foundation y en la que participan otros artistas.
“Se trata de asegurarnos que la gente recuerde que ‘Nosotros, la gente’ significa todo el mundo, todas las personas”, explicó Fairey a la cadena televisiva CNN.
En cuanto a sus imágenes Fairey dijo que “representan los tres grupos que tal vez han sido criticados por Trump” y que pudieran ser “los que más pueden estar sintiendo que sus necesidades serán abandonadas en el gobierno del nuevo presidente”.
Las creaciones de Shepard Fairey fueron publicadas este viernes como anuncios de página completa en el Washington Post y ya están siendo utilizadas en las protestas contra el mandatario entrante de los Estados Unidos.
Para los cubanos, la llegada de Donald Trump supone una incógnita ante el agravamiento de la crisis de los migrantes que buscaban el camino hacia Estados Unidos a través de Centroamérica en el nuevo contexto de la eliminación de la política de pies secos, pies mojados.
De acuerdo con Ben Rhodes, asesor del mandatario saliente, esta medida, una de las últimas de la administración Obama con respecto a Cuba, fue informada previamente al equipo de transición de Donald Trump.
Según Rhodes, la decisión fue “notificada con antelación” y “ellos no expresaron oposición a ese cambio”.
Ni Trump ni su equipo han realizado declaraciones públicas al respecto. No obstante, algunos políticos cubanoamericanos han especulado que el gobierno entrante pudiera modificar o eliminar algunos aspectos del nuevo acuerdo migratorio con Cuba; en particular el programa de Parole para los médicos de la Isla que abandonen misiones en el exterior.
En medio de su desesperación, cubanos varados en terceros países centran su esperanza de llegar a los Estados Unidos en una improbable decisión de Trump. En opinión de expertos es difícil que la nueva administración revierta la medida de Obama pues resulta coherente con su discurso sobre los inmigrantes.
En su última conferencia de prensa al frente de la Casa Blanca, el mandatario saliente defendió la eliminación del decreto de “pies secos, pies mojados” como consistente con el cambio “monumental” en la política hacia Cuba.
“Dado ese cambio en la relación, la política que teníamos –que trataba a los emigrados cubanos completamente diferente de la gente de El Salvador, Guatemala o Nicaragua o cualquier otra parte del mundo– era un remanente de una vieja manera de pensar que no tenía sentido en este momento y esta época, particularmente cuando estamos abriendo los viajes entre los dos países”, explicó Obama.
La bendición
El papa Francisco felicitó este viernes a Donald Trump por su asunción como nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y le pidió no olvidar a los “pobres, marginados y necesitados”.
El Sumo Pontífice escribió que pediría a Dios por la paz, la concordia y la prosperidad de Trump, su familia y el pueblo estadounidense y afirmó que esperaba que las decisiones del nuevo mandatario estén guiadas por los “ricos valores espirituales y éticos” que han formado la historia de su país:
“Tras su toma de posesión como el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, le ofrezco mis cordiales buenos y deseos y la garantía de que mis oraciones al Todopoderoso Dios le darán sabiduría y fuerza en el ejercicio de su alto oficio.
En un momento en el que nuestra familia humana se halla acosada por graves crisis humanitarias que exigen respuestas políticas visionarias y unidas, ruego que sus decisiones sean guiadas por los ricos valores espirituales y éticos que han formado la historia del pueblo estadounidense y el compromiso de su nación con el avance de la dignidad humana y la libertad en todo el mundo. Bajo su liderazgo, el prestigio de los Estados Unidos puede medirse sobre todo por su preocupación por los pobres, los marginados y los necesitados que, como Lázaro, están ante nuestra puerta.
Con estos sentimientos, le pido al Señor que le conceda a usted, a su familia y a todo el amado pueblo estadounidense sus bendiciones de paz, concordia y prosperidad material y espiritual”.
“In Trump We Trust”
“In Trump We Trust” es la frase inscrita en una moneda conmemorativa que celebra la asunción del 45to presidente estadounidense.
La frase acompaña la efigie del nuevo mandatario en una de las caras mientras la otra cara muestra la Estatua de la Libertad.
Sin embargo, la moneda no fue hecha en los Estados Unidos sino en Rusia.
Artistas y trabajadores metalúrgicos de la ciudad de Zlatoust, laboraron de conjunto para crear esta moneda de plata.
De acuerdo con la agencia AP, se trata de una edición limitada de solo 45 monedas, y su diseño busca expresar la esperanza de los empresarios rusos en Trump.
Los fabricantes tienen previsto el envío de una de las originales al nuevo mandatario estadounidense.
La relación de Trump con Rusia ha sido un tema tan polémico como constante. Aunque ha dicho que de momento no retirará las sanciones a esa nación euroasiática, el nuevo presidente ha dejado abierta la puerta para una relación menos beligerante entre ambos países e incluso ha tenido palabras de elogio para Vladimir Putin.
Donald Trump asume la presidencia de los Estados Unidos como uno de los mandatarios electos más impopulares de la historia norteamericana.
De acuerdo con una encuesta reciente de The Washington Post y la cadena ABC News, apenas el 40 por ciento de los ciudadanos aprueba la forma en que el magnate inmobiliario lideró el proceso de transición en las últimas semanas, una cifra inferior al 80 por ciento que recibió Obama al asumir su primer período al frente del país.
Los presidentes anteriores George W. Bush, William Clinton y George H. W. Bush tuvieron índices de popularidad similares a Obama, con 72 por ciento, 81 y 82 por ciento, respectivamente; lo que coloca a Trump como el de más bajo índice de aprobación de las últimas décadas.
Algunos tuits comparan la asistencia al Inauguration Day de Trump con la de Obama hace ocho años.
This is Trump’s presidency. An empty mall watching a ceremony the majority of the country did not want. pic.twitter.com/2wpmH3OKiG
— Jon Lovett (@jonlovett) 20 de enero de 2017
#TrumpInaugural en números
Las cifras y datos de la toma de posesión 45 presidente de Estados Unidos fue seguida milimétricamente: Alrededor de 900 000 personas asistieron en Washington a la ceremonia de posesión y otras actividades relacionadas con el evento, la mitad de los que logró reunir Barack Obama ocho años atrás en su primera investidura.
Para garantizar la seguridad de la ceremonia se destinaron 30 millones de dólares y 28 mil agentes fueron movilizados, entre los que se incluyen miembros del Servicio Secreto, de la Administración de Seguridad de Transporte, la Guardia Costera, el FBI y la policía local de Washington.
La ceremonia inaugural costó 200 millones de dólares; de ellos la mitad fue recaudada por el Comité de Investidura Presidencial a base de donaciones. Como medidas de seguridad la policía prohibió el uso de 20 objetos en el recinto de la ceremonia. Además de explosivos, armas de fuego y drones tampoco se permitieron las bicicletas, globos o palos selfies.
El juramento de Donald Trump es el número 58 en la historia de Estados Unidos. Esta vez el presidente lo hizo sobre dos biblias: la que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión y una particular que le había regalado su madre.
Charles Brotman, el hombre de 89 años que desde 1957 fungió como locutor oficial de la ceremonia de juramento presidencial fue sustituido a pedido de Trump por Steve Ray, de 58 años.
Con 16 años, Jackie Evancho, una soprano participante del concurso televisivo America’s Got Talent fue la encargada de cantar el himno nacional estadounidense “The Star-splanged banner”.
El discurso inaugural estaba previsto para 20 minutos pero las 1.433 palabras pronunciadas por Trump tomaron poco menos de lo predicho, y aunque por media los presidentes dedican unas 2.300 a sus alocuciones. El discurso más corto de la historia continúa siendo el de George Washington en su segunda toma de investidura con 135 palabras.
Trump amaneció hoy en la Blair House, una mansión cercana a la Casa Blanca donde se hospedan los jefes de Estado en sus visitas oficiales a Washington. Según la tradición los presidentes electos pasan los últimos días de transición en esa casa de huéspedes, pero Trump solo pasó allí la noche del 19 de enero.
“Enjoy the fireworks”
Así se despidió el presidente electo de los Estados Unidos luego de un breve discurso en un acto celebrado ante el Memorial Lincoln, Washington.
Un día antes de su investidura presidencial, Donald Trump dijo “Vamos a unificar nuestro país”, en su alocución corta e improvisada frente miles de seguidores.
“Les prometo, las cosas van a cambiar”, agregó durante unos festejos que incluyeron un multitudinario concierto en el que estuvo acompañado por su familia.
El magnate neoyorquino aseguró que con su mandato empieza “un movimiento muy especial” por el cambio en el que se harán cosas “increíbles”.
Sus palabras resultaron coherentes con su slogan electoral, que prometió a sus electores “hacer grande a América a otra vez”.
Trump había llegado a la capital estadounidense el propio jueves en un avión militar que aterrizó en la base aérea de Andrews (Maryland), a las afueras de Washington.
En construcción…
