De acuerdo con varias fuentes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha otorgado licencias para enviar autos y otros vehículos a Cuba con la condición de que sus receptores sean cuentapropistas, no personas del gobierno.
“Esta licencia, que es por diez millones de dólares, incluye autos de uso, autos nuevos, trailers, tractores y todos los equipos para la agricultura. En este momento está dirigida a las pequeñas y medianas empresas, para que puedan importar sus carros para su explotación”, le dijo al periodista Mario Vallejo Eduardo Aparicio, de Apacargo Express, la empresa receptora de la licencia de OFAC.
Explicó que hay una elevada demanda, pero que el primer paso es pedirle a la empresa importadora un presupuesto para saber cuál será el valor final de la operación. La aduana cubana, dijo, no cobra muchos impuestos; pero sí es costoso pagar a la empresa importadora, que está pidiendo alrededor del 30% del valor de la factura del vehículo.
Según ejemplificó, un auto que cueste un promedio de 20 000 dólares en Estados Unidos puede costarle aproximadamente 6 000 dólares más al cuentapropista en impuestos, y cerca de 10 000 en logística y documentación.
La medida ha sido anunciada en un contexto de crisis con el combustible. El Gobierno cubano ha dicho que se debe a incumplimientos de los suministradores.