Comisionado de Miami suspendido de sus funciones demanda a contrincante

Alex Díaz de la Portilla argumenta que Miguel Ángel Gabela no vivió en su casa un año antes de las elecciones. Pero el distrito fue rediseñado y el candidato se mudó tan pronto como un tribunal lo autorizó.

Gabela (izquierda) y Díaz de la Portilla (derecha). Foto: Miami Herald

Este martes la segunda vuelta de las elecciones locales en el distrito uno de la ciudad de Miami se ha puesto pintoresca. El comisionado Alex Díaz de la Portilla, suspendido por corrupción político-electoral, pero que se pudo repostular porque todavía no ha sido llevado a juicio, ha demandado a su contrincante, Miguel Ángel Gabela, por no vivir en el distrito.

Pero no es cierto. Al momento de inscribirse, el año pasado, Gabela vivía en el distrito, pero su diseño ha cambiado y el candidato se mudó a Allapattah ya dentro del distrito 1 rediseñado. Díaz de la Portilla lo acusa de haber estado más de un año sin vivir en la nueva dirección y por eso le solicita a un juez anular los votos que obtuvo a inicios de noviembre pasado, en la primera vuelta, y que se le impida asumir el cargo si gana.

El caso no ha sido asignado a ningún magistrado, pero Gabela se cambió tan pronto el nuevo rediseño fue aprobado. Por eso su abogado, J. C. Planas, dice que el caso no tiene mérito, menos siendo presentado el lunes por la tarde antes de la segunda vuelta.

En su momento, Gabela puso una demanda ante un tribunal civil para demostrar que era elegible en su aspiración por el escaño del distrito 1. En respuesta, la Ciudad de Miami contra demandó argumentando que debido a que no vivió en el distrito durante un año continuo, no estaba calificado para postularse.

Días más tarde, el juez del Tribunal de Circuito, Pedro Echarte, falló a favor de Gabela. La ciudad retó el fallo, pero un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones confirmó la decisión de Echarte y la candidatura de Gabela.

La demanda de Díaz de la Portilla se viene a sumar a los problemas legales que enfrenta. Ha sido suspendido de su cargo en septiembre por el gobernador Ron DeSantis tras ser acusado de varios delitos de corrupción, lavado de dinero y abuso de poder.

Díaz de la Portilla ha negado los cargos y dicho que es víctima de una persecución política, como “lo ha sido Donald Trump”.

 

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