EEUU: autoridad sanitaria recomienda a las embarazadas vacunarse contra la COVID-19

Así lo señaló la directora de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés) en una rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que detalló que durante los experimentos "no se observaron problemas de seguridad" ni en las vacunadas ni en sus bebés.

Una mujer recibe una vacuna contra la COVID-19 en Los Ángeles (EE.UU.). Foto: Etienne Laurent / EFE / Archivo.

Una mujer recibe una vacuna contra la COVID-19 en Los Ángeles (EE.UU.). Foto: Etienne Laurent / EFE / Archivo.

La directora de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU., Rochelle Walensky, recomendó este viernes a las embarazadas que se vacunen contra la COVID-19, después de llevar a cabo un estudio en el que no se ha observado peligro ni para las mujeres ni para el feto.

Así lo señaló la responsable sanitaria en una rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que detalló que durante los experimentos “no se observaron problemas de seguridad” ni en las vacunadas ni en sus bebés.

Pese a esta recomendación, “sabemos que es una decisión personal profunda y animo a la gente a hablar con sus médicos y sus proveedores de atención primaria para decidir qué es lo mejor para ellas y para sus bebés”, indicó Walensky.

La directora de los CDC lanzó este consejo después de que esta semana saliera publicado un estudio llevado a cabo por científicos de este organismo en la revista científica The New England Journal of Medicine, con los resultados preliminares de una investigación en embarazadas inmunizadas con las vacunas desarrolladas con la tecnología de ARN mensajero.

EE.UU. ha concedido autorización para uso de emergencia a dos sueros de este tipo, los de Pfizer y Moderna. La otra vacuna que tiene este permiso es la Johnson & Johnson, que es como las tradicionales, ya que ha sido creada a partir de un adenovirus modificado, aunque su administración había sido pausada temporalmente.

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Walensky detalló que se llevó a cabo este análisis porque en los ensayos clínicos de las vacunas contra la COVID-19 no hubo mujeres embarazadas entre los voluntarios. Este estudio, que se desarrolló entre los pasados 14 de diciembre y el 28 de febrero, tomó información de distintas bases de datos para cruzarla.

Una de esas bases de datos es V-safe, un sistema de los CDC que vigila la seguridad de las vacunas y que emplea una aplicación en el móvil, donde los participantes tienen que responder a preguntas sobre su salud y posibles efectos adversos tras recibir los sueros contar la COVID-19. Gracias a este método, los científicos pudieron comprobar los datos de más de 35.000 personas que fueron inmunizadas durante o justo antes de sus embarazados.

Evaluación de la vacuna de J&J

Un comité asesor de los CDC recomendó este viernes reanudar la administración de la vacuna contra la COVID-19 de Janssen, filial de Johnson & Johnson, tras una pausa por la detección de varios casos de trombosis.

Esta recomendación servirá de guía a las autoridades sanitarias de EE.UU sobre qué hacer de ahora en adelante con esta vacuna, cuyo uso lleva prácticamente suspendido desde que el 13 de abril el Gobierno recomendara detener temporalmente su inoculación. 

Durante una sesión virtual realizada este viernes, el médico Michael Streiff, experto en trombos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, señaló que, de acuerdo a los datos que maneja, los sueros de J&J y de AstraZeneca provocan coágulos en algunas personas que los reciben.

“Hasta ahora parece que hay una respuesta con trombos cuando se recibe una vacuna con vector adenoviral contra el SARS-Cov-2”, dijo Streiff durante la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, en inglés).

El experto destacó que por el momento no está claro el motivo de esa reacción.

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Tanto la vacuna de J&J como la de AstraZeneca, que aparentemente ha causado también casos de trombos en Europa, han sido desarrolladas a través de la modificación de un adenovirus, a diferencia de otras como las de Pfizer y Moderna, que han empleado una tecnología basada en ARN mensajero.

Streiff subrayó que si se miran los datos de Europa, y en concreto del Reino Unido, la incidencia de ese tipo de coágulos es de entre “un caso por cada 100.000 a uno por cada 250.000 receptores de la vacuna”.

En EE.UU., la aplicación de la vacuna de J&J prácticamente se suspendió después de que los CDC y la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, en inglés) recomendaran una pausa a raíz de  casos de trombosis cerebral en seis mujeres menores de 48 años, de las que una ha fallecido. Hasta este viernes eran al menos 15 los casos de este tipo confirmados.

El médico de los CDC Tom Shimabukuro apuntó durante la reunión de ACIP que por el momento no se han detectado casos de coágulos en vacunados con los preparados de Moderna y Pfizer.

ACIP, que está compuesto por 15 expertos independientes, ya se había reunido el pasado 14 de abril, pero decidió posponer la toma de una decisión por una semana para poder examinar los datos más detenidamente y tener tiempo adicional para recabar más información.

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