El poderoso huracán Michael golpea la Florida y Georgia

Se considera uno de los ciclones más poderosos que haya tocado Estados Unidos continental.

Cientos de aviones bordean el huracán Michael a su llegada a la Florida. Imangen: @flightaware

Cientos de aviones bordean el huracán Michael a su llegada a la Florida. Imangen: @flightaware

El huracán Michael golpeó el miércoles el noroeste de Florida con vientos potencialmente catastróficos de 250 kilómetros por hora (155 mph), una de las tormentas más poderosas que haya tocado tierra en Estados Unidos continental desde 1992.

El ojo del ciclón tocó tierra aproximadamente a la 1:40 pm, cerca de México Beach una comunidad turística ubicada en la costa a la mitad de una franja de 320 kilómetros (200 millas) en el noroeste de Florida con pocos habitantes, playas de arena blanca, localidades pesqueras y bases militares.

El huracán, ahora rumbo a Georgia y South Carolina, azotó la costa con vientos estruendosos, fuertes lluvias, ráfagas poderosas, fuertes olas, calles inundadas, árboles derribados, ramas y hojas caídas, y esparció escombros de edificios por todas partes. Se escucharon explosiones al parecer causadas por transformadores, según relatan varios periodistas de la agencia Associated Press.

“La oportunidad de desalojar se ha terminado”, declaró el administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos, Brock Long.

El gobernador de la Florida Rick Scott también publicó en un tweet poco antes del impacto sobre la imposibilidad de los rescatistas de entrar a las zonas de peligro durante la tormenta.

El huracán se ha llegado a comparar con el Andrew que devastó la Florida en 1992 y con el Katrina de 2005.

Mientras tanto, un equipo de rescatistas de la oficina del sheriff oraba antes de iniciar las actividades de rescate.

El fenómeno pasó rápidamente de una depresión tropical el fin de semana a una poderosa tormenta de categoría 4 la mañana del miércoles. Para las autoridades es difícil precedir los daños, pero continúan llamando a las personas a guarecerse.

Usuarios en redes sociales ya comienzan a publicar las fotos del antes y el después de la catástrofe.

“He tenido que tomar antiácidos por lo nauseabundo que me siento hoy por la inminente catástrofe”, dijo en un tweet el científico del Centro Nacional de Huracanes, Eric Blake, en momentos en que la tormenta se volvía más aterradora porque ganaba fuerza debido al mar inusualmente cálido del Golfo de México con 28,8 grados Celsius (84 F).

Una orden de desalojo fue emitida para más 375,000 personas en la costa del Golfo de México. Sin embargo, las autoridades de emergencia lamentaron que muchas personas ignoraron las advertencias y al parecer pensaron que podían resistir la tormenta.

Diane Farris, de 57 años, y su hijo caminaron a una escuela convertida en albergue cerca de su casa en Panama City para encontrar 1,100 personas en un espacio para la mitad de ese número. Ni ella ni su hijo tenían forma de comunicarse porque su único celular se mojó y dejó de funcionar.

“Me preocupo por mi hija y nieto. No sé dónde están”, afirmó la mujer mientras sollozaba.

Los vientos huracanados se extendían 75 kilómetros (45 millas) del vórtice de Michael. Según los meteorólogos, las precipitaciones podrían llegar a 30 centímetros (un pie) y la marejada ciclónica podría alcanzar los 4 metros (14 pies).

Otro fenómeno llamado Sergio se degradó a tormenta tropical rumbo a Baja California en México pero continúa bajo la vigilancia de los meteorólogos.

AP / OnCuba

 

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