Desabastecimiento de productos de primera necesidad en Miami por el coronavirus

Además de jabones, desinfectantes, detergentes, productos de higiene personal y comida enlatada, también es difícil encontrar papel sanitario y agua embotellada.

En un supermercado de Miami, la lejía desinfectante vuela de los anaqueles. | Rui Ferreira.

Poco más de 24 horas después de que el estado de Florida revalara que se han detectado tres casos de coronavirus y un cuarto en en Nueva York parece haberlo atrapado en Miami, los ciudadanos despertaron a una realidad. El virus ha llegado a su entorno y se hace necesario tomar medidas de precaución, algo que los miamenses suelen dejar para última hora en temporadas de huracanes.

Si  como constató OnCuba, el lunes habia grandes problemas de abastecimiento y tiendas y supermercados estaban reabasteciéndose con una ordenada celeridad, hoy miércoles los anaqueles comenzaron a vaciarse y las reposiciones estaban ocurriendo a paso de tortuga.

Varias visitas a tiendas y supermercados no dejaron de sorprender. Además de los productos de limpieza, las medicinas de higiene personal y los antibacteriológicos, que no sirven de mucho porque se trata de un virus y no de una bacteria, los productos más demanados son el agua y el papel sanitario, que no aparecen en ninguna de las recomendaciones del Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la entidad federal que se encarga de batallar contra el mortal virus y otras enfermedades contagiosas.

“Se acabó, ya no hay, la gente se lo ha llevado. No entendemos por qué”, explicó a OnCuba una cajera de un Publix en el SW de Miami. Su supervisor, Michael Jones, agregó que la carrera hacia el papel sanitario lo cogió por sorpresa porque ni siquiera en tiempo de huracanes es un producto particularmente buscado. “Previendo el miedo de la gente, seleccionamos un listado productos como desinfectantes y hasta comida para mascotas, pero no pensamos que el papel sanitario iba a ser un problema. Hemos pedido nuevos abastecimientos, pero van a tardar un día en llegar. Espero que lo que nos queda aguante. Ya hemos vendido casi dos tercios de lo que teníamos”, explica.

En una farmacia CVS en Miami intentan reabastecer rápidamente los productos higiénicos en falta. | Rui Ferreira.

Lo mismo ha pasado en farmacias como CVS y Wallgreens. Se han visto en la necesidad de buscar cosas fuera de un horario normal de ventas, ya que muchas funcionan 24 horas al día. Allí se pueden comprar tanto planchas para secarse el pelo, tarjetas de felicitaciones, revelar fotografias o adquirir revistas y libros. También se han agotado el agua y los productos de higiene personal y del hogar.

El lunes un supervisor de la cadena Walmart tambien confirmó que sufrió un desbalance en sus existencias con la merma de productos de higiene, pero garantizó que tenía planes de contingencia. “Como puede ver, estamos reabasteciendo, pero decidimos aplicar el plan de contingencia para casos de huracanes. Tenemos muchos almacenes habilitados y hemos mandado a pedir otras cosas. Ya están llegando, no creo que vayamos a defraudar nuestros clientes”, dijo Brian Watson, supervisor en una tienda de la cadena en el barrio El Doral.

El agua embotellada comienza a faltar en los supermercados. | Rui Ferrereira

Pero este miércoles Jorge Menéndez, el supervisor de turno en la misma tienda, reveló a OnCuba que la situación se ha agudizado. “Nos faltan productos de higiene. Los he pedido a los almacenes, pero tienen dificultades porque otras tiendas de diferentes condados afrontan el mismo problema. Me falta papel sanitario, detergente, desinfectante y hasta comida en lata. No creo que consiga rellenar los espacios en los estantes durante los próximos días, ahora hay como una especie de fila, tenemos cola, como decimos en mi Cuba”, explica.

Lo  único bueno que el desbastecimiento aporta al consumidor –precisa Menéndez–, es que el gobernador ha llamado a un estado de emergencia, y por lo tanto no tiene que temer el aumento de precios, terminantemente  prohibido en estas circunstancias. “Espero que esto se solucione rápido. La gente está un poco molesta, pero tiene que entender”, agrega. En todos los establecimientos que OnCuba visitó, sus propietarios o administradores contrataron a varios policías para velar por el orden. Todos dijeron que no ha habido incidentes. “No creo que haya llegado al punto más agudo”, dijo uno que no quiso identificarse por no estar autorizado a hablar.

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