Juicio político a Trump: el reto de convencer al público

Los demócratas argumentaron que las acciones de Trump constituían una afrenta a la Constitución, y se dedicaron a refutar la idea de que el presidente estaba actuando en función de los intereses nacionales al intentar reclutar a Ucrania para investigar a sus rivales políticos.

El representante demócrata Adam Schiff, quien encabeza el proceso de juicio político contra el presidente Donald Trump, habla durante los procedimientos en el Capitolio el jueves 23 de enero de 2020. (Televisión del Senado vía AP)

En el segundo día en el tercer juicio de juicio político presidencial en la historia de Estados Unidos, los demócratas argumentaron que las acciones de Trump constituían una afrenta a la Constitución, y se dedicaron a refutar la idea de que el presidente estaba actuando en función de los intereses nacionales al intentar reclutar a Ucrania para investigar a sus rivales políticos.

“El presidente Trump explotó a nuestro aliado, Ucrania, para su propio beneficio político en detrimento de la seguridad nacional estadounidense”, dijo el representante Hakeem Jeffries, demócrata de Nueva York. “¿Es esa conducta impugnable? La respuesta es, categóricamente, sí. El Senado debe responsabilizar a este presidente por su abuso de los crímenes de poder contra nuestra Constitución”.

“La acusación es la respuesta final de la Constitución a un presidente que se confunde con un rey”, dijo el representante Jerrold Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara, ante un Senado dividido. Y agregó: “La acusación no es un castigo por un delito. La acusación existe para lidiar con las amenazas al sistema politico”.

Sus palabras tenían la intención de refutar un principio central de la defensa legal del presidente, que no puede ser acusado salvo que se trate de un delito específico.

En otra larga sesión, los demócratas alegaron que Trump abusó de su poder en su propio beneficio político antes de las elecciones presidenciales de 2020, incluso cuando los principales funcionarios del FBI y del Departamento de Seguridad Nacional advirtieron al público sobre la teoría de que Ucrania, y no Rusia, fue la que interfirió en los comicios de 2016.

“Es por eso que Donald Trump quería que se investigara o anunciara esta teoría de la conspiración, completamente falsa, impulsada por el Kremlin”, dijo Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, y quien encabeza la parte acusadora.

“Saben que no pueden confiar en este presidente para hacer lo correcto para este país; pueden confiar en que hará lo correcto para Donald Trump”, dijo más adelante. “Es por eso que, si lo encuentran culpable, deben concluir que debe ser destituido. Porque lo correcto importa. Lo correcto importa. La verdad importa. De lo contrario, estamos perdidos”.

El equipo de siete managers, como se les llama, atacó repetidamente la idea de que cuando el presidente retuvo la ayuda militar de Ucrania y trató de asegurar la promesa de investigar a Joseph Biden, estaba tomando una decisión de política exterior para erradicar la corrupción en Ucrania.

La jornada estuvo matizada por inesperados elogios republicanos hacia el fiscal principal, Adam Schiff. “Buen trabajo”, sentenció el senador Lindsey Graham, un aliado incondicional de Trump. Por su parte, el senador John Kennedy dijo que había sido “muy elocuente” al presentar el caso. Schiff ha sido durante mucho tiempo atacado por Trump y por la cadena Fox, en especial por su papel frente a la investigación del juicio político de la Cámara. Y esos ataques han continuado. Trump tuiteo ayer miércoles que Schiff era un “político corrupto”.

Por otra parte, de acuerdo con un reportaje de CNN, los senadores republicanos están expresando inquietudes de manera privada y pública sobre la emisión de citaciones a altos funcionarios como el jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, y el ex asesor de seguridad nacional John Bolton, y por documentos bloqueados por la Casa Blanca. Muchos dicen que hay poco interés por una batalla que consume demasiado tiempo. Se necesitarían cuatro deserciones republicanas para unirse a 47 demócratas y emitir citaciones.
Los republicanos han defendido las acciones de Trump. Califican el proceso como un intento políticamente motivado de debilitar al presidente en medio de su campaña de reelección.

El desafío para los demócratas es tratar convencer no solo a los senadores, sino también a un público estadounidense profundamente dividido sobre el Presidente republicano en un año electoral. Esperan concluir su caso el viernes con presentaciones destinadas a probar el segundo cargo: que Trump obstruyó el Congreso al retener documentos y testigos.

El sábado equipo de defensa de Trump va a presentar su caso.

(OnCuba/AP)

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