Kamala Harris aboga por el fin del embargo a Cuba

Durante la precampaña electoral, cuando buscaba la nominación demócrata a la presidencia, Kamala Harris no tuvo grandes oportunidades de hablar sobre política exterior. Los debates televisivos entre los contendientes demócratas giraron mayormente alrededor de política interna. Incluso poco o nada se habló de políticas migratorias o de las relaciones con México, el gran vecino al sur de Estados Unidos.

El año pasado, el diario Tampa Bay Times envió a los candidatos demócratas un cuestionario que contenía una pregunta sobre Cuba, la segunda. El rotativo quería saber la postura de la senadora por California sobre el embargo estadounidense a la Isla. Uno de sus asesores la contestó por escrito.

“La senadora Harris cree que debemos poner fin al fracasado embargo comercial y adoptar un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y a la comunidad cubano-americana para impulsar el progreso y determinar libremente su propio futuro”, fue la respuesta. Después de esto, no parece haber otra opinión de Harris sobre Cuba.

No vale la pena mencionar la importancia del tema Cuba en la vida de la comunidad exiliada e inmigrante cubana. Pero la senadora no era muy conocida hasta que no se postuló a las primarias demócratas, el 21 de enero del año pasado. Su campaña duró hasta el 3 de diciembre y terminó por falta de fondos. En esos momentos quienes llevaban la delantera eran el ex vicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders.

Desde el martes por la tarde la senadora Harris es la compañera de boleta de Biden, y a todas luces, una contendiente muy dura para el vicepresidente Mike Pence. Cuando todo el mundo especulaba sobre la segunda voz en la boleta, en el sur de Florida salió al ruedo el nombre de Karen Bass, congresista por California automáticamente rechazada por sectores conservadores debido a su pasado con Cuba.

Visitante asidua de la isla desde 1969 con la brigada Venceremos hasta haber acompañado al presidente Barack a La Habana en 2016, Bass ha organizado muchas manifestaciones de proselitismo en defensa del sistema cubano y es un nombre conocido en los círculos de solidaridad por su postura política.

Pero Harris no es muy conocida y este miércoles fue fácil constatarlo en una serie de entrevistas callejeras con cubanos. “Ella no vive acá, no la conozco bien, solo lo que he leído en los últimos días. Pero si apoya la cosa allá [el gobierno cubano] entonces no sirve”, dispara a boca de jarro Antolín Menéndez, un viejo santiaguero, veterano de Miami de los años 60, los más duros del anticastrismo. Se precipita a aclarar que es republicano.

Adolfo Fuentes, su compatriota, tiene más o menos la misma opinión, pero prefiere esperar a que Harris se pronuncie sobre Cuba durante la campaña. “Yo me considero demócrata y espero que Biden cumpla con lo que ha prometido de no lanzarse tan abiertamente a favor de La Habana, como lo hizo Obama. Fue por eso que voté por Trump, ahora quiero volver a los demócratas porque este presidente no sirve para nada”, explica este vendedor en una tienda de recuerdos para turistas en la Pequeña Habana.

El barbero Silverio Altunaga, un veterano de Bahía de Cochinos que suele expresar sus opiniones con pasión, tiene una idea más precisa. “Esta señora va a tener mucha dificultad en lograr el voto cubano”, explica después que se le cuenta que Harris preconiza el levantamiento del embargo. “Pero creo que va a ganar entre las demás nacionalidades. Tal vez pierda con los venezolanos, pero esos todavía son pocos. Recuerde que los demócratas siempre ganan en el sur de Florida”.

Uno de los demócratas que ha ganado una elección en Miami para congresista federal es Joe García, un activista político exdirector ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano-Americana.

“Me parece que es una buena selección, es joven y respetada. Ahora tenemos en la boleta una mujer del oeste, un hombre del este del país que en relación con Cuba tiene la misma postura que Biden, que es la [del expresidente Barack] Obama. Y, atención, ella es de temer. Tiene un coraje muy grande”, enfatizó García.

Este miércoles, la campaña de Biden ya estaba acomodando espacio para Kamala Harris y formando el grupo de su entorno para cuando venga al sur de Florida.

“Kamala no es conocida acá, lo cual puede ser un problema. Su gente va a tener que hacer un gran esfuerzo para llevarla al electorado. Pero tengo entendido que es muy lista en un debate, con perseverancia puede darse a conocer y conquistar al público. Pero entre los cubanos va a tener que desplegar un gran esfuerzo”, añadió Ana Luisa Mendieta, quien todavía no ha decidido por quién va a votar en estas elecciones presidenciales de 2020.