Las elecciones interminables de la Florida

El país mira de cerca las demoras en el conteo de votos en medio de declaraciones polémicas, demandas judiciales y acusaciones (sin pruebas) de fraude

Una caja de boletas en un centro de votaciones en en Miami, Florida. Foto; Marita Pérez Díaz.

Una caja de boletas en un centro de votaciones en en Miami, Florida. Foto; Marita Pérez Díaz.

Tres días después de las elecciones legislativas, Florida todavía cuenta sus votos y se convierte en el epicentro de una batalla política por definir oficialmente el gobernador, senador y comisionado de agricultura electos, todos con estrecho margen de votos de diferencia.

Los condados de Broward y Palm Beach no habían terminado de contar sus votos este viernes, pero el por ciento de diferencia en estas carreras está por debajo del límite de 0.50%, lo que llevaría a un reconteo automático de los votos por ley.

En la carrera por la gobernación, el candidato republicano Ron DeSantis aventaja al demócrata Andrew Gillum por apenas un 0.44%, según los datos publicados por el sitio oficial de votaciones de la Florida a la 1:00 pm del viernes.

El puesto de senador tenía un margen mucho más estrecho. El candidato republicano y actual gobernador de la Florida, Rick Scott, aventajaba al demócrata Bill Nelson por una diferencia de solo 0.19%.

En el caso del puesto a comisionado de agricultura, el margen es todavía menor, con una ventaja de solo 0.04% para la candidata demócrata.

La contienda, seguida de cerca a nivel nacional, tomó aún más connotación desde el jueves cuando el presidente Donald Trump se incluyó en el debate y acusó  de fraude (sin pruebas) a las comisiones electorales que continúan contando votos.

Poco antes de iniciar un viaje a Francia, Trump dijo a la prensa en las afueras de la Casa Blanca este viernes que el gobierno federal podría internevir y exponer lo que él describe como una “conspiración” para beneficiar a los demócratas.

“Malas cosas están pasando”, dijo y aludió a la “historia de deshonestidad” durante votaciones pasadas en el condado Broward.

En tono irónico Trump escribió el viernes en la mañana: “Quieres decir que ellos están encontrando votos en Florida y Georgia, pero las elecciones fueron el Martes? Culpemos a Rusia y demandemos una disculpa inmediata del presidente Putin!”.

Trump también twitteó: “Tan pronto como los demócratas enviaron a su mejor abogado ladrón de elecciones, Marc Elias, al condado Broward, ellos milagrosamente comenzaron a encontrar votos demócratas. No te preocupes, Florida, ¡estoy enviando mejores abogados para exponer el FRAUDE!”.

La acusación del supuesto fraude, sin evidencias, magnifica los enfrentamientos entre los políticos republicanos locales, quienes acusan a sus oponentes de “querer robar” unas elecciones que ya dan por ganadas.

Así escribió Rick Scott en la mañana del viernes, que demandaría “investigar las elecciones inmediatamente” y que “ningún grupo de activistas liberales o abogados de D.C. se les permitirá robar estas elecciones de los votantes del Estado de Florida”.

Scott también llenó una acusación formal contra Susan Bucher, supervisora de elecciones en el condado de Palm Beach e igualmente demandó a Brenda C. Snipes destacando “falta de transparencia que genera preocupación en el proceso eleccionario”, según publicó la prensa local.

Otros políticos del estado, como el ex gobernador Charlie Crist, reconocían que “los problemas” con la oficina de elcciones de Broward deben ser atendidos, pero que “cada voto cuenta”.

“Hagamos un recuento, sigamos el proceso y determinemos definitivamente quién ganó esta elección”, dijo Crist en su cuenta de Twitter.

Anteriormente, el actual senador cubano-americano Marco Rubio había twitteado sus “preocupaciones” por la demora en el conteo de votos.

Algunos partidiarios republicanos en Broward se agruparon en las afueras de la comisión electoral este viernes en la mañana.

El actual candidato demócrata a senador, Bill Nelson, quien lleva desde el 2000 en el puesto, calificó las acciones de Scott como “políticamente motivadas y desesperadas” y enfatizó en la necesidad de “contar cada voto”.

Por su parte, el candidato a gobernador Andrew Gillum respondió directamente a Trump (quien no ha dejado de twittear sobre el asunto), cuando el presidente reclamaba que ambos candidatos demócratas habían concedido la victoria a sus oponentes y ahora estaban de “vuelta al juego”, lo cual considera como algo “vergonzoso”.

Gillum respondió que “vergonzoso para la democracia es no contar cada voto”.

Con miles de boletas por contar (aunque no han precisado la cantidad exacta) y acusaciones de un lado y del otro, la Florida todavía no sabe cuándo definirá sus representantes a nivel de gobernación, el senado y la comisión de agricultura. Habrá que esperar por el final de lo que parecen ser unas elecciones interminables, tal y como ocurrió en el año 2000, cuando los floridianos esperaron más de un mes para conocer qué presidente habían elegido.

 

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