Los Obama aúpan a Kamala Harris en Chicago y trazan las pautas para derrotar a Trump

“Depende de nosotros, de todos nosotros, ser la solución que buscamos. Depende de nosotros recordar lo que la madre de Kamala le dijo un día: 'No te quedes sentada quejándote. Haz algo'”, dijo la ex primera dama en la Convención Nacional Demócrata.

Barack y Michelle Obama en la Convención demócrata. Foto: MICHAEL REYNOLDS/EFE/EPA.

La segunda noche de la Convención Nacional Demócrata en Chicago tuvo como clímax la confirmación de Kamala Harris como la nominada del partido para enfrentar a Donald Trump en noviembre.

Pero los platos fuertes, sin dudas, fueron los esperados discursos de Barack y Michelle Obama, la pareja más popular de la política estadounidense y firmes valedores de la Harris para llegar a la Casa Blanca.

Este martes, los delegados demócratas celebraron una votación ceremonial para reiterar lo que ya habían hecho oficial virtualmente a principios de mes: dar su respaldo a la vicepresidenta.

Anunciaron su apoyo a Harris y a su vicepresidente, Tim Walz, y destacaron los logros de sus estados individuales, incluida la delegación de Hawai, lugar de nacimiento de Obama, e Illinois, donde el exmandantario obtuvo la primera victoria de su campaña presidencial en las asambleas partidarias de 2008.

Varios demócratas que habían sido considerados posibles compañeros de fórmula de Harris participaron en el procedimiento. Entre ellos, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear; la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer; y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.

La noche, dedicada a hablar del futuro, tuvo entre sus protagonistas a varios oradores que reafirmaron la importancia de derrotar a Donald Trump en las urnas, entre ellos los senadores Bernie Sanders (Vermont) y Chuck Schumer (Nueva York), J. B. Pritzker, gobernador de Illinois, y Michelle Lujan Grisham, gobernadora de Nuevo México.

Además, el esposo de Kamala Harris, Douglas Emhoff, expuso las cualidades personales y familiares harían de la candidata una presidenta con un gran sentido humano.

Todas estas presentaciones sirvieron también de preámbulo a la presencia de los Obama en el estrado.

Michelle

Recibida con una larga ovación, la ex primera dama habló sobre el “poder contagioso de la esperanza”. “Hay algo mágico en el aire y se está extendiendo por todo el país. Un sentimiento familiar que ha estado enterrado muy profundamente durante demasiado tiempo. Ya saben de qué estoy hablando”, dijo mientras la multitud la aplaudía.

Foto: MICHAEL REYNOLDS/EFE/EPA.

“El poder contagioso de la esperanza, la anticipación, la energía, la euforia de estar una vez más en la cúspide de un día mejor, la oportunidad de vencer a los demonios del miedo, la división y el odio que nos han consumido y continuar persiguiendo la promesa inacabada de esta gran nación”. Y agregó: “La esperanza está volviendo”.

Michelle confirmó su respaldo a Kamala Harris. Y abundó: “Ella entiende que a la mayoría de nosotros nunca se nos concederá la gracia de fracasar hacia adelante, nunca nos beneficiaremos de la acción afirmativa de la riqueza generacional. Si llevamos a la quiebra una empresa o nos ahogamos en una crisis, no tendremos una segunda, tercera o cuarta oportunidad”.

Seguidamente, habló sobre Donald Trump: “hizo todo lo que estuvo a su alcance para tratar de hacer que la gente nos temiera. Su visión limitada y estrecha del mundo lo hizo sentir amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, altamente educadas y exitosas que, además, eran negras”.

“¿Quién le va a decir que el trabajo que está buscando actualmente podría ser uno de esos ‘trabajos para negros’?”, le preguntó a la multitud que la vitoreaba.

Para vencer a Trump, llamó a los estadounidenses a votar por Harris y Walz: “no hay otra opción. Mientras abrazamos este renovado sentido de esperanza, no olvidemos la desesperación que hemos sentido”.

Además, les pidió a los demócratas no rendirse, trabajar duro y no confiarse. “Sí, Kamala y Tim lo están haciendo muy bien ahora. Nos encanta, están llenando estadios en todo el país, la gente está llena de energía. Nos sentimos bien. Pero recuerden que todavía hay mucha gente desesperada por obtener un resultado distinto”, dijo.

“Así que no importa lo bien que nos sintamos esta noche o mañana o el día siguiente, esta será una batalla cuesta arriba. Depende de nosotros, de todos nosotros, ser la solución que buscamos. Depende de nosotros recordar lo que la madre de Kamala le dijo un día: ‘No te quedes sentada quejándote. Haz algo’”, dijo mientras los delegados coreaban “¡Haz algo! ¡Haz algo!”.

Barack Obama

Dos décadas después de su electrizante discurso en la Convención de 2004, el expresidente  Obama regresó a su ciudad natal, Chicago, para respaldar a Kamala Harris y rendir homenaje a su ex compañero de fórmula, el actual presidente Joe Biden.

“Se ha pasado la antorcha”, dijo. “Ahora nos toca a todos luchar por esos Estados Unidos en los que creemos. Y no nos equivoquemos: será una lucha”.

“Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo. Estados Unidos está listo para una historia mejor. Estamos listos para una presidenta llamada Kamala Harris”, aseguró.

Foto: MICHAEL REYNOLDS/EFE/EPA.

Obama elogió la trayectoria de Harris y su agenda económica, destinada a reducir los costos de vida para la clase media. “Kamala Harris no se centrará en sus problemas”, dijo, acusando a Trump de usar el poder para su propio beneficio. “Se centrará en los de ustedes”.

También habló de Trump en términos directos. Después de dejar el cargo, durante mucho tiempo evitó criticarlo, siguiendo la tradición establecida por presidentes anteriores. Pero esta vez no se contuvo.

“Donald Trump quiere que pensemos que este país está dividido sin remedio entre nosotros y ellos, entre los verdaderos estadounidenses que, por supuesto, lo apoyan, y los que no lo apoyan, que no lo son”, dijo. “Es uno de los trucos más viejos de la política de un tipo cuya ley se ha vuelto, admitámoslo, bastante rancia. No necesitamos cuatro años más de bravuconería, torpeza y caos. Hemos visto esa película antes, y todos sabemos que la secuela suele ser peor”.

Por oposición, dijo, “Kamala Harris y Tim Walz creen en unos Estados Unidos en los que ‘nosotros, el pueblo’, incluyamos a todos, porque esa es la única forma en que funciona este experimento estadounidense. Y a pesar de lo que nuestra política pueda sugerir, creo que la mayoría de los estadounidenses entienden que la democracia no es solo un montón de principios abstractos y leyes polvorientas en algún libro en algún lugar, sino los valores por los que vivimos”.

No obstante, Obama evito caer en triunfalismos y advirtió que las próximas elecciones serán difíciles: “A pesar de toda la energía increíble que hemos podido generar durante las últimas semanas, a pesar de todos los mítines y los memes, esta será una carrera reñida en un país muy dividido”.

Los demócratas refuerzan su entusiasmo electoral en la Convención Nacional de Chicago

E instó a luchar por Estados Unidos, porque, dijo, mientras los estadounidenses consideran qué candidato está pensando en su futuro, Donald Trump no pierde el sueño con esa pregunta. “Aquí tenemos a un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada hace nueve años. Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que ha ido empeorando ahora que tiene miedo de perder contra Kamala”, apuntó.

Más de 20 millones de televidentes sintonizaron la primera noche de la Convención Nacional Demócrata, con lo que se superó en unos 2 millones a los de la Convención Nacional Republicana.

Por comparación, la primera noche de la Convención Nacional Republicana de Milwaukee tuvo alrededor de 18,1 millones de espectadores en total. La mayoría de ellos, alrededor de 15 millones, tenían 55 años o más. Solo unos 851 000 eran del grupo demográfico de entre 18 y 34 años.

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