Nuevos datos sobre el tirador de Virginia Beach

No estaba desempleado, ni en peligro de ser despedido, dijeron autoridades.

Un miembro del FBI trabaja frente a la entrada norte del edificio donde se produjo el tiroteo en Virginia Beach. Foto: Patrick Semansky/AP.

El asesino de Virginia Beach, DeWayne Craddock, presentó una carta de renuncia el pasado viernes por la mañana, justamente horas antes de asesinar a doce personas en el edificio del gobierno donde trabajaba, dijeron funcionarios hoy domingo.

Craddock era ingeniero en el Departamento de Servicios Públicos de la localidad y trabajó en la sucursal de alcantarillado sanitario y agua durante unos quince años. Se licenció en ingeniería civil en la Universidad de Old Dominion.

“Lo notificó a su cadena de mando esa mañana”, dijo Dave Hansen, funcionario de Virginia Beach, en conferencia de prensa. “Entiendo que lo hizo por correo electrónico”.

Los funcionarios no ofrecieron detalles sobre el contenido del correo.

Horas después estaba en su centro de trabajo, armado con dos pistolas calibre .45, al menos una equipada con un silenciador. Aparentemente, disparándole al primero que encontrara en su camino. Era un ingeniero experimentado, un militar veterano y un fisiculturista.

Miembros de la Iglesia Bautista Mount Olive rezan cerca del lugar de la masacre en Virginia Beach. Foto: Patrick Semansky / AP.

Esta información corrige la noticia de que Craddock, de 40 años, había sido despedido de su trabajo. Tampoco estaba “en peligro de ser despedido”, dijo Hansen. Su trabajo se consideraba “satisfactorio”. Estaba en buena posición en su departamento y no tuvo problemas disciplinarios.

El jefe de policía de Virginia Beach, James A. Cervera, dijo que sus motivaciones continuaban bajo investigación. También que estaban investigando su vida profesional y personal. “No tenemos nada evidente”, dijo.

Joseph Scott, ingeniero y empleado del Departamento de Servicios Públicos, dijo que había trabajado con Craddock y que el viernes había tenido una breve interacción con él en el baño de hombres unos cinco minutos antes del tiroteo.

“Estaba allí lavándose los dientes”, dijo Scott. “¿Cómo estás? ¿Qué vas a hacer fin de semana?”, le pregunté. “Fue solo una breve conversación”.

Scott dijo que se enteró del tiroteo cuando un compañero de trabajo y su hijo lo llamaron para preguntarle si estaba bien.

“No podía creerlo”, dijo.

Las doce personas que mató trabajaban para la ciudad, excepto un contratista que estaba en el edificio para solicitar un permiso.

Craddock no tenía antecedentes penales, solo multas por violaciones de leyes del tráfico.

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