Principal agencia de salud pública de EEUU será reorganizada por ineficiencias durante la pandemia

Los cambios ahora planeados en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) también responden a la gran cantidad de críticas que la agencia ha recibido por su enfrentamiento a la COVID-19, la viruela del mono y otras enfermedades.

Sede principal de los CDC, en Atlanta, Georgia. Foto: Tami Chappell / Reuters / Archivo.

Sede principal de los CDC, en Atlanta, Georgia. Foto: Tami Chappell / Reuters / Archivo.

El jefe de la principal agencia de salud pública de Estados Unidos anunció este miércoles una reorganización de la entidad, con la intención de hacerla más ágil. 

Ello se debe a  que durante la pandemia de coronavirus se cometieron varios errores, desde la publicación de estudios con falta de profundidad hasta problemas en la comunicación pública y en la integración con otras agencias del país.

Los cambios ahora planeados en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se llevan a cabo también por la gran cantidad de críticas que la agencia ha recibido por su enfrentamiento a la COVID-19, la viruela del mono y otras enfermedades. La reorganización también incluye movimientos de personal interno y pasos para acelerar la publicación de datos.

La directora de los CDC, doctora Rochelle Walensky, informó a los miembros de la agencia sobre los cambios este miércoles y aclaró que es una iniciativa interna, sin interferencia por parte de la Casa Blanca.

“Siento que es mi responsabilidad llevar a esta agencia a un lugar mejor después de tres años realmente desafiantes”, dijo Walensky a la agencia AP.

El CDC, con un presupuesto de 12.000 millones de dólares y más de 11.000 empleados, es una agencia federal con sede en Atlanta encargada de proteger a los estadounidenses de los brotes de enfermedades y otras amenazas para la salud pública. Es habitual que cada director de la entidad realice una reorganización, pero la acción de Walensky se produce en medio de una demanda más amplia de cambios.

La agencia ha sido criticada durante mucho tiempo por ser demasiado pesada, por estar centrada en la recopilación y el análisis de datos, pero sin actuar rápidamente contra las nuevas amenazas para la salud.

No obstante, el descontento público con la agencia creció dramáticamente durante la pandemia. Los expertos dijeron que los CDC tardaron en reconocer la cantidad de virus que ingresaban al país desde Europa, recomendar que las personas usaran mascarillas, decir que el virus puede propagarse por el aire, y aumentar las pruebas sistemáticas para detectar nuevas variantes.

“Durante la COVID, vimos que las estructuras de los CDC, francamente, no estaban diseñadas para recibir información, digerirla y difundirla al público a la velocidad necesaria”, comentó Jason Schwartz, investigador de políticas de salud en la Escuela de Salud Pública de Yale.

Walensky, nombrada directora en enero del 2021, ha dicho durante mucho tiempo que la agencia tiene que moverse más rápido y comunicarse mejor, pero los tropiezos han continuado durante su mandato.

En abril, la directora pidió una revisión profunda de la agencia, lo que resultó en los cambios anunciados. Su propuesta de reorganización debe ser aprobada por el secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Los funcionarios de los CDC dicen que esperan tener un paquete completo de cambios finalizado, aprobado y en marcha a principios del próximo año.

Los pasos anunciados este miércoles incluyen:

—Uso creciente de informes científicos preimpresos para obtener datos procesables, en lugar de esperar a que la investigación pase por la revisión por pares y la publicación en la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.

—Reestructurar la oficina de comunicaciones de la agencia y renovar aún más los sitios web de los CDC para que la guía de la agencia para el público sea más clara y fácil de encontrar.

—Alterar la cantidad de tiempo que los líderes de la agencia dedican a las respuestas al brote a un mínimo de seis meses, un esfuerzo para abordar un problema de rotación que en ocasiones causó lagunas de conocimiento y afectó las comunicaciones de la agencia.

—Creación de un nuevo consejo ejecutivo para ayudar a Walensky a establecer la estrategia y las prioridades.

—Nombrar a Mary Wakefield como consejera principal para implementar los cambios. Wakefield dirigió la Administración de Servicios y Recursos de Salud durante la administración de Obama y también se desempeñó como segunda administradora en la secretaria de Salud.

—Alterar el organigrama de la agencia para deshacer algunos cambios realizados durante la administración Trump.

—Establecer una oficina de asuntos intergubernamentales para facilitar las alianzas con otras agencias, así como una oficina de mayor nivel sobre equidad en salud.

Walensky también explicó que tiene la intención de “deshacerse de algunas de las capas de informes que existen”, y que le gustaría “trabajar para rediseñar los archivos”. Pero no precisó lo que eso puede implicar, sino que los cambios generales tienen menos que ver con volver a dibujar el organigrama que con repensar cómo los CDC trabajan y motivan a su personal personal.

“Esto no será simplemente mover cajas” en el organigrama, dijo.

Schwartz afirmó que las fallas en la respuesta federal van más allá de los CDC, porque la Casa Blanca y otras agencias estuvieron muy involucradas y no orientaron apropiadamente.

Una reorganización de los CDC es un paso positivo, pero “espero que no sea el final de la historia”, dijo Schwartz, a quien le gustaría ver “una contabilidad más amplia” de cómo el gobierno federal maneja las crisis de salud.

Todo esto se inserta también en el hecho de que la comunidad científica estadounidense ha alertado de la posibilidad de que en los próximos anos, y décadas el mundo deba enfrentar nuevas pandemias.

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