Rusia impulsa la campaña electoral de Trump, según funcionarios de inteligencia

Las revelaciones enfurecieron a Trump, quien se quejó de que los demócratas usarían la información en su contra y reemplazó al director de inteligencia nacional Joseph Maguire.

El presidente estadounidense Donald Trump estrecha la mano del presidente ruso Vladimir Putin durante una reunión bilateral al margen de la cumbre G-20 en Osaka, Japón, en junio de 2019. Foto: Susan Walsh / AP / Archivo.

El presidente estadounidense Donald Trump estrecha la mano del presidente ruso Vladimir Putin durante una reunión bilateral al margen de la cumbre G-20 en Osaka, Japón, en junio de 2019. Foto: Susan Walsh / AP / Archivo.

A pesar de las sospechas y la investigación realizada sobre la interferencia de Rusia en la campaña presidencial de 2016, funcionarios de inteligencia de EE.UU., creen que ello no solo podría pasar en 2020 sino que, de hecho, ya está sucediendo. Y a favor del presidente Donald Trump.

Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, advirtieron a los legisladores estadounidenses que, en efecto, Moscú está interfiriendo en el actual proceso electoral para tratar de ayudar a Trump a mantenerse en la Casa Blanca.

La advertencia plantea dudas sobre la integridad de la campaña presidencial de Trump y si su gobierno está tomando las medidas adecuadas para combatir interferencias como las de la campaña 2016.

Los funcionarios contaron que una sesión informativa en el Congreso la semana pasada tuvo como eje los esfuerzos de Rusia para influir en las elecciones de noviembre próximo y sembrar la discordia en el electorado estadounidense.

Los diarios The New York Times y The Washington Post fueron los primeros en reportar la advertencia, algo que, según fuentes del gobierno federal, enfureció a Trump, quien se quejó de que los demócratas usarían la información en su contra. Tras la revelación, el presidente fustigó al director de inteligencia nacional Joseph Maguire, y luego anunció que sería reemplazado por Richard Grenell, hasta entonces embajador de Estados Unidos en Alemania y un partidario leal suyo.

Desde que llegó a la Casa Blanca, el mandatario ha minimizado las evaluaciones de la inteligencia estadounidense sobre la interferencia electoral de Rusia en 2016, y las ha calificado de conspiración para socavar su victoria. Ello, a pesar de que varias agencias han dicho que Moscú interfirió a través de campañas en redes sociales, y robando y distribuyendo correos electrónicos de cuentas demócratas. Su intención, aseguran, era impulsar la campaña de Trump y crear caos en el proceso político de EE.UU.

Por su parte, el fiscal especial Robert Mueller concluyó que la interferencia rusa fue “extensa y sistemática”, pero dijo no haber encontrado una conspiración ilícita entre Rusia y el equipo de campaña de Trump.

En la sesión de la cámara baja, los aliados del presidente desafiaron a la principal funcionaria electoral de la oficina del director de inteligencia nacional, Shelby Pierson, quien entregó las conclusiones, y dijeron que Trump ha sido duro con Rusia. No obstante, si bien el presidente ha impuesto severas sanciones económicas a ese país, también se ha expresado amablemente del mandatario ruso Vladimir Putin y ha retirado tropas de áreas como Siria, donde Moscú podría llenar el vacío.

Tras las advertencias de los funcionarios, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, tuiteó que “los votantes estadounidenses deberían decidir las elecciones estadounidenses, no Vladimir Putin”. Agregó que todos los miembros del Congreso “deberían condenar los reportados intentos del presidente de desestimar las amenazas a la integridad de nuestra democracia y politizar nuestra comunidad de inteligencia”.

AP / OnCuba

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