Senadora Kamala Harris se retira de la carrera presidencial de EEUU

El anuncio se produjo después de que su campaña recortara drásticamente a su personal en octubre, canalizando la mayoría de los recursos para trabajar en una victoria en Iowa y dejando a otros estados de votación anticipada como New Hampshire y Carolina del Sur con personal y fondos mínimos.

La senadora Kamala Harris. Foto: John Bazemore/AP.

La senadora Kamala Harris. Foto: John Bazemore/AP.

La senadora Kamala Harris tomó la decisión de suspender su candidatura presidencial, a la que aspiraba por el Partido Demócrata.

“He evaluado y analizado esto desde todos los ángulos, y en los últimos días he tomado una de las decisiones más difíciles de mi vida. Mi campaña para la presidencia simplemente no tiene los recursos financieros que necesitamos para continuar”, escribió.

Y continuó: “No soy multimillonaria. No puedo financiar mi propia campaña. Y a medida que la campaña continúa, se hace cada vez más difícil recaudar el dinero que necesitamos para competir […]. Entonces, para ustedes, mis seguidores, es con profundo pesar, pero también con profunda gratitud, que estoy suspendiendo mi campaña hoy”.

El anuncio se produjo después de que su campaña recortara drásticamente a su personal en octubre, canalizando la mayoría de los recursos para trabajar en una victoria en Iowa y dejando a otros estados de votación anticipada como New Hampshire y Carolina del Sur con personal y fondos mínimos.

La senadora de 55 años fue, sin dudas, una estrella en ascenso. Representaba a los votantes más jóvenes y diversos de las bases demócratas. Sus agresivos interrogatorios a funcionarios de la administración Trump en las audiencias del Senado le dieron mayor perfil nacional.

La fiscal que rompió barreras y la segunda mujer negra en servir en el Senado de los Estados Unidos, comenzó muy arriba su carrera presidencial. La abrió en el cumpleaños de Martin Luther King con comparaciones con políticos negros históricos como Barack Obama y Shirley Chisholm. Su discurso ese día en Oakland, California, atrajo a más de 20.000 personas, dando crédito a la idea de que podría convertirse en la primera mujer de color elegida presidenta.

El punto culminante de su campaña se produjo durante el primer debate demócrata, en junio pasado, cuando se enfrentó al ex vicepresidente Joe Biden. El momento se volvió viral. Subió en las encuestas y sacó a flote una debilidad en el vicepresidente.

Pero después no. Aquella confrontación con Biden le hizo hizo más daño que beneficio, acusada de fabricar un momento en el que había poca diferencia de política entre ella y el ex vicepresidente.

El alcalde Pete Buttigieg, otro candidato demócrata y el primero abiertamente gay, dijo que Harris “ha pasado su carrera abogando por los sin voz y por los vulnerables. Estoy agradecido por su liderazgo y el coraje que aporta al Senado y al debate nacional. Sé que continuará luchando sin miedo en nombre del pueblo estadounidense y de nuestra democracia”.

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