Sentencian al cubano-americano Enrique Tarrío, líder de los Proud Boys 

A más de cinco meses de cárcel. Se declaró culpable de destrucción de propiedad y de posesión de un dispositivo de alimentación de municiones de gran capacidad.

El cubano-americano Enrique Tarrío (izquierda), líder del grupo Proud Boys. Foto: Newsweek.

El cubano-americano Enrique Tarrío. el líder del grupo Proud Boys, fue sentenciado hoy lunes a más de cinco meses de cárcel por quemar una bandera de Black Lives Matter arrancada de una iglesia afro-americana en el centro de Washington y por portar dos cargadores de armas de fuego de alta capacidad días antes de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.

Fundados poco antes de elecciones presidenciales de 2016 por Gavin McInnes, los Proud Boys se describen a sí mismos como “chovinistas occidentales” y niegan rotundamente cualquier conexión con la extrema derecha insistiendo en que se trata, simplemente, de un grupo fraternal.

Pero instituciones como la Liga Anti-Difamación los caracteriza como un grupo misógino, islamófobo, transfóbico, racista, neofacista y antinmigrante. Tienen su sede en Estados Unidos, pero también presencia en otros países, en particular Canadá, el Reino Unido y Australia. Es uno de los grupos de extrema derecha con posturas abiertamente pro-Trump o libertarias y con una sostenida afinidad por presentarse como paramilitares, sobre todo cuando irrumpen en las protestas protagonizadas por liberales e izquierdistas.

Arrestado Enrique Tarrío, líder de los Proud Boys

En su intervención durante el juicio, Tarrío dijo que lamentaba “profundamente” sus acciones y las calificó de “grave error”. “Lo que hice estuvo mal”, dijo.  Oriundo de Miami, Tarrío fue arrestado en Washington dos días antes de que miles de partidarios del presidente Donald Trump, incluidos miembros de los Proud Boys, asaltaran al Capitolio e interrumpieran la certificación del voto del Colegio Electoral.

Varios miembros de Proud Boys arrancaron la pancarta de la Iglesia Metodista Unida de Asbury y le prendieron fuego con líquido para encendedores. El reverendo Dr. Ianther Mills, pastor de esa iglesia, le dijo al juez que había sido un “acto de intimidación y racismo”, y que había causado “un daño inconmensurable y posiblemente irreparable” a la comunidad. “Su acto de violencia y odio, dirigido a una congregación de personas con una historia vivida de injusticia social y racial, tuvo el efecto presuntamente deseado”, dijo. “Asbury se vio obligada a tener en cuenta la evidencia muy tangible de que seguimos viviendo en un mundo en el que la gente radicaliza el odio en función de la raza y el color de la piel”.

Tarrío se declaró culpable el mes pasado de destrucción de propiedad y de posesión de un dispositivo de alimentación de municiones de gran capacidad. Un portavoz de la policía dijo entonces que las autoridades estaban investigando los hechos como posibles delitos de odio, pero que no se le habían presentado cargos en ese sentido.

Líder de Proud Boys se declara culpable de quemar bandera de una iglesia en Washington DC

En su investigación sobre el ataque del 6 de enero al Capitolio, las autoridades se han focalizado en los Proud Boys y otros grupos extremistas como los Oath Keepers. Cerca de seiscientas personas han sido acusadas por ese acto de vandalismo, pero los cargos más graves se han presentado contra miembros de esos grupos. Alrededor de tres docenas de sus efectivos ha sido identificadas por las autoridades federales como líderes, miembros o asociados de los Proud Boys.

Pero Tarrío no ha sido acusado por el ataque al Capitolio. Recientemente se reveló que había trabajado encubierto y cooperado con los investigadores después de ser acusado de fraude en 2012 al cabo de una acusación formal en su contra por participar en un plan que involucraba la reventa de medicinas y esteroides. Tarrío ayudó al gobierno a procesar a más de doce individuos.

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