El expresidente Trump viajó a Nueva York hoy jueves para su segunda comparecencia legal debido a una demanda civil por fraude puesta por la fiscal general de la ciudad, Letitia James.
Su retorno se produce después de comparecer la semana pasada en Manhattan para una lectura de cargos por más de 30 delitos relacionados con el dinero pagado para silenciar a una actriz porno poco antes de las elecciones de 2016. El expresidente lo ha negado todo.
En su demanda la fiscal alega que Trump, junto con sus tres hijos adultos y sus entidades comerciales, manipularon los valores de las propiedades para obtener inversiones y beneficios de préstamos durante varios años.
“El presidente Trump no solo está dispuesto, sino también ansioso por testificar ante la fiscal hoy”, dijo su abogada, Alina Habba. “Él sigue firme en su postura de que no tiene nada que ocultar, y espera educar a la fiscal general sobre el inmenso éxito de su empresa multimillonaria”.
“Lo bueno de la ‘persecución’ […] es que finalmente podré mostrar qué gran, rentable y valiosa compañía construí”, dijo Trump en Truth Social el jueves.
La fiscal busca imponer a la empresa de Trump $250 millones en sanciones. Le solicitó a la corte prohibir que el expresidente y sus hijos, Trump Jr., Ivanka Trump y Eric Trump, trabajen como funcionarios o directores de cualquier corporación registrada o con licencia en Nueva York.
James también solicitó prohibir que el expresidente y su negocio adquieran bienes raíces en Nueva York o solicitar préstamos a cualquier institución financiera de la Gran Manzana durante cinco años.
Trump ha dicho que se trata de “otra cacería de brujas” y afirmado que este caso no tiene mérito. Dijo el jueves por la mañana que se dirigía a la declaración, nuevamente argumentando que el caso es “ridículo”.
“Este caso civil es ridículo, al igual que todos los otros casos de Interferencia Electoral presentados en mi contra”, dijo en una publicación de Truth Social. “Si tuviera un juez justo, este caso nunca hubiera sucedido. ¡MAGA!”