Trump en Miami amenaza a los militares venezolanos y proclama el fin del socialismo en el hemisferio

Afirmó que el presidente Maduro es un "títere cubano" e insistió en que luego de Venezuela, caerían Cuba y Nicaragua.

El presidente Donald Trump habla ante una comunidad de estadounidenses de origen venezolano en la Universidad Internacional de Florida en Miami, Florida, el lunes 18 de febrero de 2019. (AP Foto/Andrew Harnik)

El presidente Donald Trump habla ante una comunidad de estadounidenses de origen venezolano en la Universidad Internacional de Florida en Miami, Florida, el lunes 18 de febrero de 2019. (AP Foto/Andrew Harnik)

El presidente Donald Trump exhortó este lunes a los militares venezolanos que dejen de apoyar al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, permitan el ingreso de ayuda humanitaria destacada en la frontera con Colombia y acepten la legitimidad del autoproclamado presidente Juan Guaidó si quieren conservar sus prebendas y presuntas fortunas.

Aunque rodeado por un público mayormente venezolano, Trump se refirió también a Cuba y acusó a La Habana de sostener al Gobierno venezolano actual. Sugirió que el socialismo se está acabando en la región y el abandono de Maduro del poder pudiera tener un impacto “definitivo” en la isla caribeña.

“A los que en el Ejército todavía apoyan al régimen de Maduro les digo que están arriesgando su futuro, sus vidas y el futuro del país, todo por un hombre  que es controlado por el ejército cubano y por un grupo especial de cubanos. Porque Maduro es un títere cubano”, afirmó el presidente sin profundizar en el tema.

Es más, “tengo un mensaje a los oficiales que ayudan a mantener a Maduro. Los ojos del mundo los están mirando cada vez más y ya no tienen donde esconderse. Sabemos donde están, donde tienen sus fortunas. Pueden aceptar la amnistía general que presentó el presidente Guaidó. El presidente Guaidó no quiere una retribución contra ustedes, ni nosotros. Pero no pueden seguir defendiendo a Maduro y su gente”.

Este segmento del discurso fue adelantado horas antes por la oficina de prensa de la Casa Blanca y fue uno de los más aplaudidos por las cerca de 1500 asistentes al discurso en la Universidad Internacional de la Florida en Miami, según contabilidad de la policía del condado Miami Dade, proporcionada a OnCuba.

El presidente Trump no se comprometió a una intervención militar en Venezuela, ni siquiera mencionó esa posibilidad como un plan o un hecho. Es más, el mandatario no se comprometió a nada, ni siquiera al TPS, el estatuto temporal de protección migratoria que los venezolanos en Estados Unidos le han demandado.

Sin embargo, dijo, “todas las opciones están abiertas”. Porque, insistió en que “lo más importante es que buscamos una transición de poder pacífica. Queremos restaurar la democracia venezolana. Si [los militares] eligen ese camino tienen la fortuna de forjar un futuro próspero para el pueblo de Venezuela”.

Y subrayó: “Tienen dos opciones. O siguen esta vía, de la democracia. O siguen el segundo camino que es respaldar a Maduro, no van a encontrar un sitio seguro, no tendrán salida, lo perderán todo. Por eso, pido a los miembros del régimen de Maduro que acaben con esta pesadilla de pobreza”.

El fin del socialismo

Trump volvió a trazar en esta intervención un tema que trajo a colación durante el discurso del Estado de la Unión el 5 de febrero pasado: el socialismo.     

“He venido aquí a proclamar que un nuevo día llega a América Latina. En Venezuela y en todo el hemisferio el socialismo está muriendo y la democracia, la libertad y la prosperidad renacen”, afirmó Trump.

“Hace años Venezuela era un país pujante pero el Gobierno socialista ha nacionalizado empresas, confiscado empresas, ha suprimido la libertad de expresión y destruyó esa capacidad de la ley ser imparcial. Los socialistas en Venezuela han hecho todas las mismas cosas que los socialistas, comunistas, o dictadores han hecho en todos lados”, afirmó el mandatario, quien abogó por una democratización en Venezuela porque pudiera tener un efecto dominó en la región.

En su opinión, el socialismo en Venezuela “ha destruido tanto que las mayores reservas mundiales de petróleo ya no son suficientes para mantener las luces encendidas”, amén de que “el socialismo no respeta fronteras ni los derechos soberanos de sus vecinos, porque siempre están dispuestos a subyugar”.

Por ello, enfatizó el presidente Trump, “ha llegado la hora de despedir el socialismo en el hemisferio y otros lados del mundo. Los días del socialismo están numerados no solo en Venezuela como también en Nicaragua y Cuba”.

La reacción de Guaidó

Aunque el discurso de Trump no fue transmitido en vivo en Venezuela, minutos después de finalizar, el autoproclamado presidente venezolano, comentó brevemente a la cadena Univision que con las palabras de Trump, “llegó el momento del cambio en Venezuela”.

“Ya no hay marcha atrás. Esta cooperación internacional hace con que Venezuela vuelva a ser un país de amigos con la llegada de la cooperación internacional”, afirmó Guaidó. “Me alegra que el discurso haya sido en Florida, que nos ha abierto las puertas a los exiliados venezolanos, todos los enamorados de la libertad y estamos muy agradecidos al presidente Trump por sus palabras. Es un estímulo, ya no hay marcha atrás”, agregó.

Guaidó aclaró que escuchó el discurso por las redes sociales.

Personas de la audiencia ondean banderas de Venezuela y de Estados Unidos mientras el presidente Donald Trump habla ante la comunidad venezolana-estadounidense en el Centro Florida Ocean Bank Convocation de la Universidad Internacional de Florida el lunes 18 de febrero de 2019, en Miami. (AP Foto/Andrew Harnik)
Personas de la audiencia ondean banderas de Venezuela y de Estados Unidos mientras el presidente Donald Trump habla ante la comunidad venezolana-estadounidense en el Centro Florida Ocean Bank Convocation de la Universidad Internacional de Florida el lunes 18 de febrero de 2019, en Miami. (AP Foto/Andrew Harnik)

El Título III en la frontera con Venezuela

El discurso de Trump fue antecedido el domingo con una visita relámpago de dos legisladores estadounidenses a la frontera de Colombia con Venezuela, donde se acumulan ya las cargas de ayuda humanitaria despejadas allí por aviones estadounidenses.

El Gobierno de Venezuela considera esa ayuda una intromisión y ha cerrado la frontera, pero el senador republicano cubano americano Marco Rubio que viajó a supervisar el cargamento, dijo a los asistentes al discurso de Trump que “la ayuda ha llegado. Va a ser distribuida y todo bajo el control del Gobierno del presidente Guaidó”.

Rubio, a quien Trump reconoció en el discurso como la persona a quien consulta sobre asuntos relacionados con Venezuela, Cuba y Nicaragua, aseguró a los presentes que “llegó el momento en que el mundo los está mirando. El mundo está con ustedes. Jamás estarán solos. El mundo y este gran país está con ustedes”.

A su vez, el declaraciones a El Nuevo Herald en la frontera colombo venezolana, el congresista republicano Mario Díaz-Balart, afirmó que la administración Trump probablemente aplicaría próximamente el Título III de la Ley Helms-Burton que permitiría a los cubano americanos a demandar a empresas extranjeras para obtener una indemnización por el uso de sus propiedades nacionalizadas en la isla en 1959.

“Se acabó la época de los regalos y concesiones a Cuba”, fue el título con el que el rotativo englobó las declaraciones del legislador. 

Según Díaz-Balart, “hemos tenido muchas conversaciones en el pasado y lo que hemos visto no es el final, es solamente el comienzo. Ha cambiado la actitud de Estados Unidos. (De) una actitud de dar solidaridad o darle legitimidad a las dictaduras en Cuba, la de Venezuela, o la de Nicaragua, a una actitud de otorgarle esa legitimidad a los que se lo merecen. A los pueblos que están luchando contra esa dictaduras. Eso no va a cambiar. (…) La época de otorgar concesiones, obsequios, regalos, a estos regímenes de La Habana o Caracas, eso se ha terminado. El presidente Tremp está al lado de esos pueblos”.

Tintorero se sube a la grúa

Foto: AP.
Foto: AP.

Este lunes Trump no fue recibido en el sur de Florida únicamente por unos centenares de venezolanos. Un cubano conocido por sus excéntricos gestos de manifestación política tuvo en vilo a la policía de Miami durante cuatro horas cuando se subió a una grúa de la construcción en el recinto de la Universidad Internacional de Florida, donde se presentó el mandatario.

Se trata de Diego Tintorero, un activista voluntario anticastrista que ha protagonizado varias protestas, como una famosa hace más de una década en Canadá cuando invadió un juego de pelota donde participaban jugadores de la isla. Tintorero se desbordó al terreno con una bandera cubana y gritando consignas políticas pero fue rechazado por los propios peloteros cubanos. El incidente provocó la interrupción del partido, Tintorero fue arrestado pero volvió a Miami como todo un héroe popular.

Después de eso, hizo otras intervenciones pero todas terminaron en el olvido. Hasta este lunes en que escaló una grúa frente a la FIU con una bandera estadounidense y un cartel donde demandó al presidente Trump que prestara atención al caso de Eduardo Arocena, un ex miembro del grupo terrorista Omega-7 que cumple una cadena perpetua desde hace 36 años por actos terroristas y el asesinato de un diplomático cubano ante Naciones Unidas. “Señor presidente, tenga piedad con E. Arocena”, decía el cartel.

Inicialmente la policía no identificó a Tintorero como el protagonista de la original protesta. Pero OnCuba lo confirmó con las autoridades además como las acusaciones que enfrentará mañana ante un juez de circuito: asalto, actividad criminal, comportamiento desordenado y traspaso. A lo mejor el juez lo toma con placidez. Sino, Tintorero arriesga cinco años de cárcel.

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