Trump no asistirá a toma de posesión de Biden, tiene vuelo marcado el día anterior para Escocia

El aún mandatario quiere ir a jugar golf y sería el primer presidente saliente de la era moderna que faltaría a la ceremonia. Las autoridades escocesas ya han dicho que no es bienvenido.

El presidente Trump da un discuro en Dalton, Georgia, el 4 de enero de 2021. Foto: Erik S. Lesser / EFE / Archivo.

El presidente Trump discursa en Dalton. Georgia, el 4 de enero pasado. | Foto: Erik S. Lesser / EFE (Archivo) ERIK S. LESSER

El aún presidente Donald Trump confirmó este viernes en Twitter algo que ya era más que un rumor en Washington: que no va a asistir a la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, el próximo 20 de enero al mediodía.

“A todos los que han preguntado, no voy asistir a la toma de posesión el 20 de enero”, escribió el mandatario.

La ausencia de Trump en la ceremonia de su sucesor no sería inédita, pero es una novedad en la era moderna. Los tres únicos expresidentes que faltaron a la ceremonia de investidura de su sucesor lo hicieron en el siglo XIX: John Adams en 1801; John Quincy Adams en 1829; y Andrew Johnson en 1869. 

Por su parte el expresidente Richard Nixon, que renunció al poder en 1974 bajo la amenaza de un proceso de inhabilitación por su participación en el escándalo Watergate, no participó en la ceremonia de su sucesor, Gerald Ford, realizada en la Casa Blanca minutos después de que Nixon abandonara la mansión presidencial.

La asistencia a la ceremonia presidencial no es de obligatorio cumplimiento por el mandatario saliente, por lo cual Biden no se ha manifestado preocupado. Pero no está claro si Trump va a recibir al presidente electo en la mañana del 20 de enero para mostrarle la Casa Blanca como la residencia oficial del mandatario entrante.

La presencia de Trump “es importante en el sentido de que nos permite demostrar al final de este caos que él ha creado, de que existirá una transferencia de poder pacífica, con todas las partes presentes, saludándose y seguimos adelante”, dijo Biden a la cadena CNN, el mes pasado.

“Pienso que el protocolo de la transferencia del poder es importante, pero es su decisión, no tiene consecuencias para mí, pero creo que las tiene para el país”, agregó el mandatario electo.

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La inasistencia de Trump era ya un secreto a voces desde que el fin de semana pasado un rotativo de Escocia, el Sunday Post, reveló que las autoridades aeronáuticas locales recibieron un pedido de la fuerza aérea estadounidense para recibir un “viajero de alto nivel” en el aeropuerto de Prestwick, en particular un Boeing 757 militar que el presidente suele usar como alternativa al 747 usual. El aeropuerto está cerca, unos 150 kilómetros, del campo de golf que el mandatario posee en Escocia. El vuelo está marcado para el 19 de enero, el día anterior a la ceremonia de Biden.

El B757, con el nombre de código “Tyson 1” fue usado frecuentemente durante la campaña electoral para vuelos cortos y tiene sentido que lo use el día anterior a la asunción de un nuevo mandatario porque este puede necesitar el B747 (Air Force One), habilitado también como un refugio de emergencia.

Sin embargo, han surgido dos escollos. La primera ministra de Escocia, Nicola Ferguson Sturgeon, dijo que Trump no era bienvenido en su país, aunque el mandatario no puede ser impedido de ingresar en Escocia, entre otras razones porque tiene propiedades e inversiones allí, pero también porque Escocia se guía por la política exterior británica.

Pero a Sturgeon se le ocurrió un impedimento: la pandemia de la COVID-19.

“No tengo idea de cuáles son los planes de viaje de Donald Trump. Alegra saber y lo espero que el plan de viaje que tiene de inmediato es salir de la Casa Blanca. Pero más allá de eso, no sé”, afirmó en rueda de prensa.

Pero lo cierto es que “no permitimos que la gente entre a Escocia sin un propósito esencial en este momento. Y eso se aplicaría a él como a cualquier otra persona. Venir a jugar al golf no es lo que yo consideraría un propósito esencial en este momento de crisis sanitaria”, enfatizó la primera ministra.

El segundo escollo es la fuerte posibilidad de que Trump sea sometido a un segundo proceso de inhabilitación por los sucesos ocurridos en Washington el pasado miércoles, cuando una turba de sus seguidores asaltó el Congreso e interrumpió las sesiones para la confirmación de Biden, hecho interpretado por analistas como un intento de golpe de Estado. No obstante, aún está por ver si esto ocurre a solo dos semanas de que el mandatario deje oficialmente su cargo.

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