Trump presionó al presidente ucraniano para investigar a Biden

Hoy se conoció un documento que subraya una hoja de ruta para corroborar a los testigos, lo cual complicará el esfuerzo del presidente para calificar el testimonio anónimo de políticamente motivado

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, señala a una copia del borrador de la transcripción de una llamada telefónica entre el presidente Donald Trump y el presidente de Ucrania mientras habla con la prensa el miércoles 25 de septiembre de 2019 en el Capitolio en Washington. (AP Foto/Jacquelyn Martin)

La denuncia de un/una informante anónimo/a sobre los manejos de la administración sobre una conversación telefónica entre el presidente Trump y su homólogo de Ucrania, Volodimir Zelensky, fue dada a conocer hoy jueves antes de una audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes con el testimonio de Joseph Maguire, el director interino de inteligencia nacional.

De acuerdo con el texto, Trump presionó a Zelensky para investigar a su rival político, Joe Biden. El denunciante dijo que el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, era una “figura central” en el esfuerzo por presionar a Ucrania para interferir en las elecciones de 2020, y que el fiscal general William Barr “parece estar involucrado”.

El informante reconoce que no había escuchado la llamada telefónica personalmente, pero que alrededor de una docena de funcionarios de la Casa Blanca sí, y que más de seis de ellos habían hablado más tarde con el/ella sobre su contenido. Y que la Casa Blanca trató de “bloquear” la información.

“En los días que siguieron a la llamada telefónica, supe por varios funcionarios estadounidenses que altos funcionarios de la Casa Blanca habían intervenido para ‘bloquear’ todos los registros de la llamada telefónica, especialmente la transcripción oficial, palabra por palabra, de la llamada, como es habitual en la Sala de Situación de la Casa Blanca”.

Le dijeron que “esta ‘no era la primera vez’ bajo esta administración que una transcripción presidencial se colocaba en este sistema a nivel de palabra clave con el único propósito de proteger información políticamente sensible.

De acuerdo con analistas varios, el documento, con sus detalles precisos y su narrativa clara, probablemente acelerará el proceso de juicio político y presionará más a Trump a refutar sus argumentos centrales. También subraya algo de suma importancia: una hoja de ruta para corroborar a los testigos, lo cual complicará el esfuerzo del presidente para calificar el testimonio anónimo de políticamente motivado.

Trump tuiteó de inmediato: “Los demócratas están tratando de destruir al Partido Republicano y todo lo que representa. Mantenerse unidos, jugar y luchar duro contra los republicanos. Nuestro país está en juego”.

Joseph Maguire, el director interino de inteligencia nacional, dijo ante el Comité de Inteligencia de la Cámara que el informante anónimo “hizo lo correcto”. También que siguió la ley “en cada paso del camino”.

En una declaración de hoy jueves, la Casa Blanca expresó: “nada ha cambiado con el lanzamiento de esta queja, que no es más que una colección de relatos de terceros de eventos y recortes de prensa improvisados”.

La pasada noche la mayoría de los congresistas republicanos que vieron por adelantado el texto callaron o defendieron al presidente.

Sin embargo, tres asistentes del Partido Republicano del Senado dijeron que sus jefes estaban enojados y frustrados por la decisión de la Casa Blanca y por la sensación de que los legisladores republicanos estaban siendo forzados a defender a Trump mientras se enfrentaban a lo que muchos consideran un dato alarmante o, al menos, problemático.

“Los republicanos no deberían apresurarse a rodear los vagones y decir que no hay nada allí cuando obviamente hay muchas cosas que son muy problemáticas”, dijo el senador de Nebraska, Ben Sasse, miembro republicano del Comité de Inteligencia del Senado y ocasional crítico de Trump.

El ex gobernador republicano John Kasich consideró la llamada “completamente inapropiada”, y dijo que lo enfermaba. “Si se vuelve más y más serio, y más y más obvio que hubo un quid pro quo, será un verdadero problema para la Casa Blanca”, sugiriendo que los republicanos en el Congreso podrían volverse contra Trump.

Según The New York Times, que cita a tres personas relacionadas con el tema, el informante es un agente de la CIA que estuvo designado durante un tiempo en la Casa Blanca.

Dean Baquet, su editor ejecutivo, dijo: “El papel del informante, incluida su credibilidad y su lugar en el gobierno, resulta esencial para comprender uno de los problemas más importantes que enfrenta el país: si el presidente de Estados Unidos abusó del poder y si la Casa Blanca lo encubrió”.

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