EEUU y Rusia, miradas contrapuestas sobre Venezuela

Elliott Abrams, enviado especial del gobierno de Trump para el país sudamericano, se reunió con el vicecanciller ruso Serguei Ryabkov.

Policías venezolanos asumen posiciones antes de una marcha opositora en Caracas el 19 de marzo del 2019. Foto: Natacha Pisarenko / AP

Policías venezolanos asumen posiciones antes de una marcha opositora en Caracas el 19 de marzo del 2019. Foto: Natacha Pisarenko / AP.

Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia permanecen muy distanciados en cuanto al tema de la crisis en Venezuela, dijeron sus representantes luego de mantener conversaciones en Italia.

Elliott Abrams, enviado especial del gobierno de Donald Trump para el país sudamericano, se reunió con el vicecanciller ruso Serguei Ryabkov para analizar la situación venezolana.

“No hubo un consenso, pero las conversaciones fueron positivas en el sentido de que ambas partes comprendieron mejor las posiciones de la otra”, dijo Abrams a la prensa luego de la reunión en un hotel en Roma.

Añadió que es “perfectamente posible” que las dos partes vuelvan a reunirse, pero no se ha fijado fecha.

Rusia respalda al gobierno de Nicolás Maduro y acusa a Estados Unidos de interferir en los asuntos internos venezolanos al presionarlo para que renuncie y entregue el poder al dirigente opositor Juan Guaidó.

En declaraciones a periodistas rusos, Ryabkov enfatizó la necesidad de mantener el diálogo con Washington, pero advirtió que Estados Unidos no debe intervenir militarmente.

Rusia hará “todo lo posible” para impedir intervención militar de EEUU en Venezuela

Trump ha dicho que “todas las opciones están sobre la mesa”, lo que Moscú interpreta como la negativa a excluir la fuerza militar, dijo Ryabkov.

“Hemos advertido a Estados Unidos que no debe adoptar ese enfoque temerario”, dijo el vicecanciller ruso en declaraciones reproducidas por las agencias noticiosas estatales Tass y RIA Novosti.

Abrams insistió en que Estados Unidos mantiene todas sus opciones, pero que ha escogido el camino de las presiones políticas, financieras y diplomáticas.

El enviado estadunidense se reunió previamente con funcionarios del gobierno italiano –uno de los cuatro países de la Unión Europea que no han respaldado a Guaidó como presidente interino de Venezuela– y visitó el Vaticano. Advirtió que la Iglesia católica goza de respeto y credibilidad en Venezuela, pero dijo que no estaba claro cuál podría ser el papel de la Santa Sede en la crisis política.

Según trascendidos, el papa Francisco escribió a Maduro que las condiciones no están dadas para una mediación del Vaticano.

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