Europa ante un “duro invierno” por el repunte de la pandemia

En particular, el centro y sureste de Europa se han convertido en los nuevos focos de la pandemia, con una virulenta cuarta oleada que, propiciada por bajos índices de vacunación, ha elevado las tasas de infecciones y mortalidad hasta máximos absolutos.

Foto: Martin Divisek / EFE.

Foto: Martin Divisek / EFE.

El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, advirtió este martes de que el continente afronta un “invierno duro” debido al repunte de la COVID-19 y reiteró que la región está en el “epicentro” de la pandemia.

En su intervención en la apertura del 44 Congreso Mundial de Hospitales en la ciudad española de Barcelona, Kluge subrayó que la región europea de la OMS –que incluye a 53 países de Europa y Asia central, entre ellos Rusia y varias repúblicas exsoviéticas– registró la semana pasada unos dos millones de nuevos casos y acumula cerca de 1,5 millones de muertos por el virus.

“Nuestra región es el epicentro de la pandemia, con un crecimiento de la transmisión, las hospitalizaciones y las muertes”, enfatizó, tras advertir que el continente afronta un “invierno duro”.

Al respecto, hizo un llamamiento a intensificar la vacunación, a la población en general pero especialmente entre el personal sanitario, para “mantener el virus a raya”, y apuntó que en hasta siete países de la región hay menos del 20 % de los sanitarios con la pauta completa.

“La vacunación extensiva y medidas preventivas son el único camino para aliviar el crecimiento de la presión en los hospitales y sistemas sanitarios”, recalcó.

El directivo de la OMS citó algunas de “lecciones” aprendidas durante la pandemia, como la coordinación entre actores sanitarios e institucionales, el fortalecimiento de la atención primaria, la modernización de las instalaciones o el cuidado de la salud de los sanitarios, así como el incremento de efectivos o la digitalización, entre otras.

Varios países de la región están en la actualidad especialmente afectados por la COVID-19, con una incidencia de coronavirus en Alemania en su nivel más alto desde que comenzó la pandemia y en Rusia récord de muertes por el virus con más de 1.200 fallecimientos en la última jornada.

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En particular, el centro y sureste de Europa se han convertido en los nuevos focos de la pandemia, con una virulenta cuarta oleada que, propiciada por bajos índices de vacunación, ha elevado las tasas de infecciones y mortalidad hasta máximos absolutos.

Los expertos atribuyen la gravedad de la situación a la llegada del frío y la expansión de la variante Delta del SARS-CoV-2 –más contagiosa que las cepas anteriores– en poblaciones poco inmunizadas.

Los datos más recientes de la plataforma Our World in Data revelan una correlación clara entre los bajos índices de vacunación y las altas tasas de mortalidad en la región, sobre todo en la parte sureste de Europa.

Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), está a la cola de la inmunización, con apenas un 22,5 % de la población inmunizada por completo, y a la cabeza en la tasa de mortalidad, con una media diaria de casi 23 muertos por cada millón de habitantes. Solo en octubre allí murieron por COVID-19 más de 3.000 personas, siete veces más que en el mismo mes del año pasado.

Otro caso preocupante es Rumanía, donde –aunque la cifra de contagios ha caído en los últimos días– la situación es crítica con más de 300 muertes diarias y cerca de 19.000 hospitalizados, un 10 % de los cuales están en unidades de cuidados intensivos. Menos de un tercio de la población rumana ha recibido la pauta completa de una vacuna, con lo que Rumanía es el segundo país menos vacunado de la EU, solo por delante de Bulgaria.

También en Croacia, Eslovaquia, República Checa, Eslovenia y Hungría, con índices de inmunización entre el 44 y 58 %, los hospitales están recibiendo de nuevo altas cifras de pacientes con la enfermedad. 

La situación contrasta con la de países como España, donde cerca del 74 % de la población está vacunada dos veces y la tasa media de muertes diarias se situaba en 0,58 por millón de habitantes.

Ante escenario, las autoridades sanitarias de los países más golpeados han adoptado nuevas restricciones, sobre todo para los no inmunizados, para impulsar la vacunación. Incluso en Austria, donde muere menos gente que en los países vecinos pero crece la incidencia –y con ello la carga de los hospitales–, los esfuerzos se centran en medidas que incentiven una mayor vacunación, que apenas alcanza el 63 % hasta ahora.

EFE / OnCuba

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