Tensión en Austria por el Brexit

La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, sale de su residencia oficial, en el 10 de Downing Street, para asistir a una sesión de control parlamentaria en Londres, junio de 2018. Foto: Kirsty Wigglesworth / AP.

La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, sale de su residencia oficial, en el 10 de Downing Street, para asistir a una sesión de control parlamentaria en Londres, junio de 2018. Foto: Kirsty Wigglesworth / AP.

En el contexto del Consejo Europeo, celebrado este jueves en Salzburgo (Austria), el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó “mentirosos” a los partidarios del Brexit. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, declaró que “no funcionará” el plan de la primera ministra de Reino Unido para salirse de la Unión. Y Theresa May, la primera ministra inglesa, intentó calmar las aguas: “lo de los europeos son sólo tácticas de negociación”.

El próximo 29 de marzo es el comienzo del deadline: podría ser el último día de la Unión Europea con el idioma inglés en su lista de lenguajes. El divorcio comienza ese día y termina como máximo el 31 de diciembre de 2020. Theresa May corre a contrarreloj para llegar a tiempo con los arreglos pero por ahora, con frentes abiertos incluso dentro de su país, no consigue sus objetivos. Entre los puntos en debate están la reformulación de los acuerdos financieros/comerciales y el dibujo de la frontera entre Irlanda e Inglaterra.

Macron declaró enojado: “Aquellos que explican (en Gran Bretaña) que pueden vivir fácilmente sin Europa, que todo va a estar bien, y que esto va a traer un montón de dinero a casa son unos mentirosos”. Donald Tusk, dijo que los términos económicos y fronterizos de la propuesta de May son inaceptables. Diferentes veedores europeos dijeron que la propuesta de divorcio inglesa deja más preguntas que respuestas.

Otros premier europeos salieron a pedir una nueva votación en el pueblo inglés. Quien primero se expresó al respecto fue el primer el ministro de Malta, Joseph Muscat: “Hay unanimidad o casi unanimidad en que nos encantaría que ocurriera lo que parece casi imposible, que es otro referéndum en Reino Unido”

Pero los tiempos formales no cuadran para votar otra ve: ya que debería haber al menos seis meses entre la fecha del Bréxit y una nueva votación, es muy difícil tener una antes del 29 de marzo de 2019.

Si se decidiera ya llamar a una nueva votación mañana mismo, la Comisión Electoral tendría que tener tiempo para debatir sobre la “inteligibilidad” de la pregunta del referéndum, un proceso que generalmente lleva 12 semanas. Y finalmente, en virtud de la Ley de partidos políticos, elecciones y referendos (PPERA), se especifica un período de campaña de 10 semanas.

Se celebraron cinco referendos bajo el paraguas de la asamblea del noreste de Inglaterra, se votó el voto alternativo en 2011 y el voto Brexit de 2016. El referéndum que tomó el tiempo más corto, tomó nueve meses. El Brexit fue un proceso que duró un poco más de un año de principio a fin.

May dijo que su gobierno nunca aceptaría un segundo referéndum sobre el Brexit, que eso “está descartado”. En cambio, y a pesar de todo, el propio autor de la ley electora inglesa, Lord Kerr, argumenta que no es demasiado tarde para tener uno.

Kerr dice que, por la urgencia del asunto, los políticos podrían acelerar la legislación a través del parlamento para permitir una votación rápida. El proceso, por ahora, tanto para salir como para quedarse es intrincado.

Salir de la versión móvil