Francina Armengol presidirá el Congreso de los Diputados de España

La candidata del PSOE fue respaldada por una mayoría absoluta del órgano legislativo para revalidar el liderazgo del bloque progresista, que también consiguió la vicepresidencia primera para Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

La recién elegida presidenta del Congreso, la socialista balear Francina Armengol. Foto: Chema Moya/EFE

Las fuerzas de la izquierda política de España asumieron este jueves el liderazgo del Congreso de los Diputados con la elección por mayoría absoluta en primera vuelta de su candidata, Francina Armengol, para ocupar la presidencia de ese órgano legislativo.

Armengol, miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), obtuvo 178 votos, en tanto la aspirante del conservador Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, alcanzó 139, de acuerdo con un reporte de la agencia Prensa Latina (PL).

La recién elegida ocupará el cargo desempeñado por la catalana Maritxel Batet en la anterior legislatura, que encabezó el bloque progresista del PSEO con Podemos. Mientras, el también socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis fue ratificado como vicepresidente primero gracias al apoyo de 113 diputados.

Según el medio, el desenlace de la votación representó un duro revés para el PP, que tuvo que consolarse con la esperada designación de su candidato, Pedro Rollán, como líder del Senado.

La formación que encabeza el gallego Alberto Núñez Feijóo finalmente no maniobró para que Vox tuviese un puesto en la Mesa del Congreso. Esa posición privó al PP de los 33 votos de ese partido de ultraderecha, ruptura que junto al acuerdo de los progresistas con los independentistas catalanes (Esquerra Republicana y Junts por Cataluña), facilitaron el triunfo de Armengol.

Las Cortes Generales (Parlamento) comenzaron su XV Legislatura. Uno de los momentos más esperados era la definición del liderazgo en la Cámara Baja, cuyo titular ostentará el tercer cargo político en importancia del país, después del rey en calidad de jefe de Estado y del presidente del Gobierno.

Recuerda PL que Francina Armengol fue diputada en el Parlamento de las Islas Baleares, Consellera del Consell Insular de Mallorca, legisladora en el Congreso de los Diputados, y primera mujer presidenta de la Comunidad Autónoma de Baleares en 2015, cargo que revalidó cuatro años más tarde.

De acuerdo con la Constitución española, las fuerzas que gobiernan en el país desde niveles municipales y regionales, hasta la jefatura del Gobierno, son aquellas que puedan presentar acuerdos de investidura, precisa la publicación.

España: compleja investidura y posibilidad de repetición electoral

El PP reclama el derecho de su candidato a ser designado por el rey para formar gobierno teniendo en cuenta que fue la fuerza más votada en las elecciones generales del pasado 23 de julio, cuando consiguieron 137 escaños, por 121 el PSOE.

En el caso de que fuese el designado por el rey Felipe VI, Núñez Feijóo necesitaría el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso (176 votos) en una primera vuelta, o de una mayoría simple (más sufragios a favor que en contra) en una segunda votación.

Cualquiera de las dos variantes es casi improbable, pues de partida los populares solo cuentan con sus 137 escaños más los 33 de Vox, si definitivamente no cambia la postura de la ultraderecha después del desplante de hoy jueves.

Esos votos, más los posibles de los partidos minoritarios de UPN y Coalición Canaria, con un diputado cada uno, dejarían al PP sin alcanzar su objetivo.

Por otro lado, Pedro Sánchez necesitaría el respaldo de los representantes del nacionalismo catalán  (siete por cada partido) para sacar una compleja investidura en una segunda vuelta, dando por seguro que cuenta con el apoyo de Sumar (que agrupa al sector a la izquierda del PSOE) y de otras formaciones, entre ellas las de los nacionalistas vascos.

Se abre ahora un compás de espera para que el rey comience los contactos con los distintos grupos parlamentarios, empezando por la propia Armengol. Tras analizar las propuestas de investidura, decidirá cuál es la más viable para la formación del próximo gobierno.

De no concretarse, el Jefe de Estado puede proponer una segunda terna de investidura o disolver las Cortes Generales y convocar a la repetición de elecciones en un plazo de 47 días.

 

 

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