George Clooney y Elton John en campaña contra el sultán de Brunéi

Un nuevo código penal en ese país prevé pena de muerte contra los homosexuales.

Brunéi es un país con una superficie de 5,765 km2 –Cuba tiene 109,884 km2– ubicado en la costa norte de la Isla de Borneo, en el sudeste asiático. Obtuvo su independencia del Reino Unido el 1 de enero de 1984. El crecimiento económico entre 1990 y 2000 lo convirtió en un país industrializado a partir de explotar sus extensos campos de petróleo y gas natural. Tiene el segundo Índice de Desarrollo Humano más alto entre las naciones del sudeste asiático, después de Singapur, y está clasificado como un “país desarrollado”.

Según el FMI, ocupa el quinto lugar en el mundo por el PIB per cápita en la paridad de poder adquisitivo. El FMI estimó en 2011 que era uno de los dos países con una deuda pública del 0% del PIB nacional.

Pero todos estos “méritos” contrastan con unas “malas notas” en términos de derechos humanos.

En 2013 su gobierno anunció que estaba introduciendo severas leyes como parte de un nuevo código penal de conformidad con la ley sharia.

En una declaración el sábado pasado, la oficina del sultán Hassanal Bolkiah dijo que los cambios iban a criminalizar “actos que estén contra de las enseñanzas del islam”. Incluyen la pena de muerte para las personas que cometan adulterio, amputaciones por robo, y azotes por sodomía o violación. Los estatutos que permiten la lapidación y la amputación entrarán en vigencia este 3 de abril.

Por eso las reacciones de protesta internacional, que no son nuevas, han venido subiendo de tono.

“El Código Penal de Brunei es un instrumento legislativo profundamente defectuoso que contiene una serie de disposiciones que violan los derechos humanos”, dijo Rachel Chhoa-Howard, investigadora de Amnistía Internacional. “Además de imponer castigos crueles, inhumanos y degradantes, restringe descaradamente los derechos a la libertad de expresión, religión y creencias, y codifica la discriminación contra las mujeres y las niñas”.

Brunéi está gobernado por el sultán Hassanal Bolkiah, quien vive en un palacio de 1,788 habitaciones. Su riqueza no se conoce con precisión, pero se estima que asciende a decenas de miles de millones de dólares. El sultán ha abogado por una visión conservadora del islam que ha colisionado con las visiones más moderadas practicadas generalmente en la región.

Brunéi defiende una ley que castiga la homosexualidad con la pena de muerte

El exvicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, publicó en su cuenta de Twitter que la muerte por lapidación es “espantosa e inmoral”. “No hay excusas, ni cultura, ni tradición para este tipo de odio e inhumanidad”.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha reclamado este lunes al Gobierno de Brunéi que suspenda la aplicación de la revisión del Código Penal.

“Pido al Gobierno que detenga la entrada en vigor de este draconiano nuevo Código Penal, que supondría un duro varapalo para la protección de los Derechos Humanos del pueblo de Brunéi”, ha dicho la expresidenta de Chile.

El cantante británico Elton John acaba a apoyar también al actor estadounidense George Clooney en su llamado a boicotear hoteles de lujo de Brunéi.

Clooney había expresado: “Seamos claros, cada vez que nos quedamos o asistamos a reuniones o cenamos en cualquiera de estos nueve hoteles, estamos poniendo dinero directamente en los bolsillos de los hombres que eligen matar a sus propios ciudadanos por ser homosexuales o acusados de ser homosexuales”.

Elton John felicitó en Twitter a Clooney “por haber tomado posición contra la discriminación antigay”.

La llamada al boicot de Clooney también ha recibido el apoyo de varias personalidades. “Lapidar a alguien por homosexualidad o adulterio es horrible e inmoral”, tuiteó el exvicepresidente Joe Biden. La senadora demócrata Kamala Harris pidió “condenar estos ataques extremos contra la comunidad LGBTQ”.

Del otro lado del espejo, el senador Ted Cruz también lo hizo al considerar la medida “bárbara e inhumana. Tenemos que mantenernos unidos para denunciar (estas leyes) y no dar nuestros dólares a quienes perpetúan esta opresión”, dijo.

“Brunei enfrentará un serio revés a los derechos humanos si aplica leyes que permiten la muerte por lapidación por adulterio y sexo gay, lo que marca el final de una moratoria de facto sobre la pena capital”, dijo hoy lunes la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

“Hago un llamamiento al gobierno para que detenga la entrada en vigor de este nuevo código penal draconiano, que supondría un serio revés para las protecciones de derechos humanos para la gente de Brunei”.

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