“La esperanza está de regreso”

La ola de nacionalismo derechista en Estados Unidos resulta un elemento prexistente a la victoria presidencial de Donald Trump. Es uno de los resortes que catapultaron al magnate rubio hasta la Casa Blanca y, al mismo tiempo, es una negación en sí misma del llamado “excepcionalismo americano”, por ser una reproducción a nivel local de fenómenos homólogos que han venido sucediendo en la “vieja Europa”.