El encarcelado expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva registrará su candidatura a la presidencia para los comicios de octubre próximo justo cuando venza el plazo, anunció este lunes su Partido de los Trabajadores (PT).
Después de una reunión de ocho horas, la agrupación política indicó que Lula sigue siendo su abanderado e inscribirá su candidatura el 15 de agosto, el último día para hacerlo.
El PT denunció también que el exmandatario es un prisionero político y víctima de “un arresto violento”.
“Por todas estas razones, por toda su historia, Lula sigue siendo nuestro candidato para la presidencia y su candidatura será registrada el 15 de agosto, de acuerdo con la ley electoral”, afirmó el partido en su comunicado.
La ley actual le permite al tribunal electoral brasileño rechazar la candidatura de Lula debido a que fue declarado culpable de corrupción y lavado de dinero. Podría apelar ese rechazo, pero su partido sólo tendría hasta el 17 de septiembre para reemplazarlo como candidato.
A pesar de su condena, Lula encabeza las encuestas rumbo a la presidencia, cargo que ejerció de 2003 a 2010. El exmandatario aún puede apelar su sentencia a 12 años y un mes de prisión, así como la declaración de culpabilidad por presuntamente ofrecer sus influencias a cambio de la promesa de un apartamento en la playa.
El líder popular rechaza firmemente haber cometido algo ilegal en ese caso ni en otros siete casos de corrupción que enfrenta. Alega que es blanco de una persecución política para evitar que compita por la presidencia.
Seguidores confían y festejan
A unos 300 metros de la celda de Lula en la ciudad sureña de Curitiba, más de 1,000 de sus seguidores festejaron tras escuchar a los líderes del Partido de los Trabajadores que su candidatura a la presidencia será registrada “pase lo que pase”.
“Este arresto será revertido porque los tribunales de mayor instancia no estarán de acuerdo con este rápido proceso que envió a la cárcel al presidente más popular en la historia de Brasil”, dijo Regina Cruz, que acampa cerca del edificio de la policía federal en el que Lula está encarcelado.
Sin embargo, miembros del PT insinuaron que esperan que su principal líder esté algún tiempo en prisión y decidieron trasladar la sede del partido a Curitiba.
Los seguidores de Lula están presionando para que sea enviado a Sao Paulo, cerca de su residencia en el suburbio de Sao Bernardo do Campo.
Los vecinos del edificio de la policía federal en Curitiba están de acuerdo. Muchas calles aledañas se encuentran llenas de manifestantes que prometieron acampar allí hasta que Lula sea liberado.
El abogado Cristiano Zanin, la única persona a la que se le ha permitido visitar a Lula por el momento, dijo que el expresidente pasó la mayor parte del lunes leyendo un libro de sociología. Zanin dijo también que Lula estaba “muy contento” tras ver en su celda a su equipo favorito de fútbol, el Corinthians, vencer a su archirrival Palmeiras.
Posible regreso a la Corte Suprema
La Corte Suprema de Brasil, cuya decisión de negar el habeas corpus desembocó en la encarcelación de Lula el pasado sábado, probablemente debatirá esta semana si es constitucional privar de libertad a condenados en segunda instancia, decisión que podría beneficiar al expresidente.
El posible debate se debe a que la Constitución brasileña de 1988 establece en su artículo 5, inciso LVII, que “nadie será considerado culpable hasta el tránsito en juicio de sentencia penal condenatoria”.
Por esta razón, algunos analistas y juristas estiman que el artículo es incompatible con el encarcelamiento de condenados en segunda instancia, pues aún quedan dos estamentos jurídicos para presentar recurso y, por lo tanto, el caso no está concluido.
Aunque la presidenta del Supremo Tribunal Federal, Carmen Lucia, rechazó hasta ahora debatir esta cuestión con el objetivo de no favorecer a políticos condenados, otro magistrado del Supremo, Marco Aurelio Mello, que es juez relator de una petición al respecto, indicó que podría invocar su discusión en la sesión de este miércoles.
Ello significa que si la mayoría de los 11 jueces aceptan discutirla y estiman que es inconstitucional encarcelar a condenados en segunda instancia, Lula da Silva podría salir de prisión en poco tiempo.
El Supremo Tribunal brasileño ya mostró una profunda división en el “caso Lula” la semana pasada, cuando seis votos fueron en contra de conceder el habeas corpus para librar al exmandatario de la cárcel y cinco fueron a favor.
En paralelo, el PT junto a otros partidos de izquierda y el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra aumentan la presión en Curitiba con la exigencia de que se libera al exmandatario.
En esa ciudad también se espera la llegada de algunos gobernadores de estados del noreste de Brasil que apoyan a Lula y de presidentes latinoamericanos de izquierda quienes visitarían al líder del PT en las próximas semanas, mientras Naciones Unidas analiza la causa presentada por sus abogados en el comité de derechos humanos.
AP / OnCuba