Hezbollah confirmó la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, luego de un ataque aéreo masivo israelí contra un barrio densamente poblado de Beirut el viernes por la noche.
En un comunicado, el grupo libanés dijo que seguirá enfrentándose a Israel, apoyando a Gaza y defendiendo al Líbano. Por su parte, el presidente iraní Masoud Pezeshkian declaró que el asesinato “fortalecerá la resistencia y añadió que la comunidad internacional no olvidará que la orden de este “ataque terrorista” se emitió desde Nueva York, probablemente refiriéndose al discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU el viernes.
La muerte del dirigente, que asumió el poder después de que su predecesor, Abbás al Musawi, muriera en un ataque perpetrado por un helicóptero israelí en el sur del Líbano, en 1992, abre un escenario impredecible en el ya complicado conflicto del Medio Oriente.
Israel arrasa el cuartel general de Hezbollah en Beirut buscando matar a su líder, Hasán Nasrallah
“Esperamos que [el ataque] cambie el modo de actuar de Hezbollah […] ¿Estamos preparados para una escalada más amplia? Sí. Nuestras fuerzas están en alerta máxima, (los servicios de) inteligencia muestran una alta preparación”, dijo este sábado un portavoz israelí a la prensa internacional.
El Movimiento Amal, aliado político de Hezbollah, emitió un comunicado lamentando su asesinato y lo describió al líder como “una figura única y valiente”. El grupo prometió que su muerte no debilitaría “la determinación de los combatientes de la resistencia”, y subrayó que “ el terrorismo y la agresión” de Israel han excedido todos los límites y normas morales y humanitarias. .
Jean-Luc Melenchon, ex miembro del Parlamento Europeo, dijo que el asesinato de Nasrallah “es un paso más hacia la invasión del Líbano y la guerra general. Los crímenes de Netanyahu continuarán porque están impunes. El peligro es extremo para la región y el mundo”.