“Merci beaucoup”, dijo Raúl Castro

Foto: Presidencia de la República Francesa

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“Brindemos por la amistad entre Francia y Cuba”, dijo al finalizar su discurso de agradecimiento el presidente cubano, el pasado lunes en París. Durante su visita de Estado a esa nación, recibió todos los honores y selló junto a su par François Hollande, un camino de “mejores amigos”. Francia se ha convertido en la puerta a Europa para Cuba. La Isla, una promesa.

“Como dije en La Habana, el pueblo francés siente afecto por su país, señor Presidente”. Esas fueron, a su vez, las palabras de Hollande durante la cena ofrecida al mandatario cubano en Palacio del Elíseo de París.

Durante esta visita, la primera de este tipo que realiza Raúl Castro a la Unión Europea, se firmó una Agenda Económica Bilateral, cuyo contenido no se conoce en profundidad, pero que seguramente parte de la reciente renegociación de la deuda cubana con el Club de París.

Mediante el acuerdo histórico los países acreeedores cancelarán 8,5 mil millones de dólares en pagos de intereses vencidos, a cambio de que Cuba pague en los próximos 18 años, 2,6 mil millones de su deuda original.

“Francia ha sido, es y será un importante socio económico para Cuba, dijo Raúl Castro. Empresas francesas nos acompañaron en los momentos más difíciles, resistiendo presiones extraterritoriales derivadas del injusto bloqueo norteamericano que se mantiene por más de medio siglo, y han sido partícipes en los planes de desarrollo económico y social de nuestro país.”

“Importantes compañías francesas han participado en el creciente desarrollo del sector turístico cubano, en la comercialización en el mundo del clásico ron Havana Club y en el desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas, lo que demuestra el amplio espacio de oportunidades para la colaboración científica y comercial en el campo de la investigación y el desarrollo.”

Por otra parte, el ministro cubano de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, en una conferencia organizada en la sede del Medef (principal organización empresarial francesa) aseguró que el desplazamiento de los empresarios de otros países por parte de los estadounidenses está muy lejos de ser la intención de Cuba: “Lógicamente, no vamos a bloquear a los empresarios de Estados Unidos, también serán bienvenidos”, pero tenemos “una fuerte vocación de diversificación de nuestras relaciones económicas. No queremos volver a depender de un solo mercado en el futuro”, dijo el ministro.

También el vicepresidente cubano Ricardo Cabrisas insistió en el desarrollo del turismo en Cuba, que recibió el año pasado a tres millones y medio de visitantes, una cifra que podría doblarse el día en que los ciudadanos estadunidenses puedan viajar libremente a la isla. Durante 2015 la llegada de turistas franceses a Cuba creció en 30 por ciento.

“Queremos separar al estado de la dirección empresarial. Nuestros empresarios se acostumbraron por mucho tiempo a recibir indicaciones, a no tomar decisiones, a esperar que de arriba venga la orientación”. Eso ya no es así, ahora “tienen que ser capaces de reaccionar”, dijo Malmierca.

Francia ha expresado su voluntad de acercar a la Unión Europea y Cuba. Y varias de sus grandes empresas están presentes en Cuba, como Pernod-Ricard, que distribuye el ron Havana Club, Alcatel-Lucent en el sector de las telecomunicaciones o Total y Alstom en el sector de la energía.

En la visita de Hollande a Cuba en mayo de 2015 se suscribieron acuerdos principalmente en los sectores del turismo, la energía, la agricultura y los productos biotecnológicos y farmacéuticos, aunque también se extendieron al área del petróleo, en exploración a riesgo, producción y capacitación del personal cubano.

“Francia lo acoge, estimado Raúl Castro, convencida de que los talentos de Francia, los recursos y las empresas sabrán acompañar a Cuba en su desarrollo original y respetarán su identidad.” Y a continuación, Hollande propuso también un brindis.

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