ONU: Guterres propone instituciones nuevas basadas en equidad y solidaridad

El secretario general de la ONU empezó reconociendo que las instituciones actuales nacieron en 1945 y responden a una época donde gran parte de los países actuales vivían bajo el yugo colonial.

Foto: JUSTIN LANE/EFE/EPA

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, propuso hoy, al inaugurar el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General, “renovar unas instituciones internacionales del siglo XXI” que estén basadas “en la equidad, la solidaridad y la universalidad”.

En un mundo gangrenado por las divisiones -entre poderes económicos y militares, entre el norte y el sur, y entre el este y el oeste- no queda otra alternativa que la reforma de estas instituciones, pues de lo contrario iremos a “una mayor fragmentación”, advirtió Guterres, aunque reconoce que no será fácil porque “las reformas son una cuestión de poder”.

Guterres abrió con su discurso una Semana de Alto Nivel marcada por la continuación de la guerra en Ucrania, que ha exacerbado las tensiones políticas y ha profundizado las diferencias económicas entre los países.

Entre los asistentes estaba el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien asiste por primera vez a la Asamblea General y hablará más tarde; por su parte, Rusia estaba representada por su embajador ante la ONU, a la espera de que en los próximos días llegue el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Guterres empezó reconociendo que las instituciones actuales -la propia ONU, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional- nacieron en 1945 y responden a una época donde gran parte de los países actuales vivían bajo el yugo colonial.

“El mundo ha cambiado; nuestras instituciones no”, resumió, y por eso no están contribuyendo a solucionar el problema de las divisiones crecientes, que no se dan solo entre países o bloques, sino en el interior de las propias democracias, donde “el autoritarismo está en auge”.

Guterres citó los múltiples puntos del planeta donde se viven graves crisis multidimensionales -el Sahel, Sudán, la República Democrática del Congo, Haití, Birmania, Palestina o Siria-, lo que, unido a los desastres naturales, demuestran que “el sistema humanitario global está al borde del colapso”.

Objetivos del milenio, solo el 15 % encaminados

Guterres recordó que la desigualdad es la gasolina de todos los descontentos: “Si no alimentamos a los hambrientos, estamos alimentando el conflicto”, dijo, y recordó que la mejor arma contra los conflictos es apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En este sentido, pidió a los países tres compromisos realizables en lo inmediato: comprometer 500 000 millones de dólares al año para implementar esos ODS en los países pobres -que gastan más en pagar su deuda que en sanidad-; cambiar la estructura de los bancos multilaterales de desarrollo e idear mecanismos para aliviar la deuda de los países más afectados.

No olvidó mencionar las metas climáticas, y contrapuso el hecho de que los países del G20 más industrializados son responsables del 80 % de emisiones de carbono, mientras que los africanos, pese a tener el 60 % de la capacidad solar del planeta, solo reciben el 2 % de las inversiones en energías renovables.

Al respecto, el presidente de la Asamblea General, Dennis Francis, señaló que, a pesar de los compromisos, 1200 millones de personas vivían en la pobreza en 2022, y aproximadamente el 8% de la población mundial, o 680 millones de personas, seguirán enfrentando hambre al final de la década. 

“Con una acción concertada y ambiciosa, todavía es posible que, para 2030, podamos sacar de la pobreza a 124 millones de personas más y garantizar que unos 113 millones menos de personas estén desnutridas”, afirmó. 

Cada uno de los 17 objetivos contiene metas, 169 en total, pero el Secretario General advirtió que actualmente solo el 15 % están en camino, mientras que muchos van en sentido contrario.

Igualdad de oportunidades

Guterres también aludió a las desigualdades de género, al recordar que en muchos países las mujeres “siguen esperando la igualdad de oportunidades o igualdad salarial, o incluso igualdad ante la ley, (como esperan) que su trabajo se valore y sus opiniones cuenten”.

“En todo el globo -lamentó- los derechos de las mujeres, incluidos sexuales y reproductivos, se están suprimiendo o reduciendo, y las libertades de las mujeres están siendo restringidas”.

Lanzó finalmente un llamamiento para hacer de la Inteligencia Artificial una herramienta de acceso al conocimiento y no de control ciudadano, para lo que hará falta organismos mundiales que supervisen su desarrollo y aplicación. 

Lula: “No habrá prosperidad sin paz”

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó durante su participación en Asamblea General que la guerra en Ucrania es una prueba de la “incapacidad” de ese organismo y de la comunidad internacional, que apuesta más en armas que en la paz.

“No habrá prosperidad sin paz”, pues “los conflictos armados son una afrenta a la humanidad” y promover “la cultura de paz es una obligación de todos”, pero “no todos la asumen”, declaró Lula, quien también abordó asuntos como el embargo a Cuba.

En la jornada, hasta el cierre de esta nota, habían hecho uso de la palabra el presidente estadounidense Joe Biden, el colombiano Gustavo Petro y el de Polonia, Andrzej Duda. Miguel Díaz-Canel hablaría en unos minutos.

Con información de Efe y ONU.

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