En respuesta a la expulsión de diplomáticos rusos de varios países por el envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña, Moscú expulsará la misma cantidad de diplomáticos de los mismos países, anunció el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.
Serguei Lavrov dijo que el embajador estadounidense Jon Huntsman fue llamado el jueves al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se le notificó que Rusia estaba respondiendo quid pro quo por la decisión estadounidense de expulsar a 60 diplomáticos rusos.
En represalia por el cierre del consulado ruso en Seattle, Moscú cerrará el consulado estadounidense en San Petersburgo, agregó Lavrov.
En general, dos docenas de países expulsaron a más de 150 diplomáticos rusos esta semana en solidaridad con Gran Bretaña, que expulsó a 23 el pasado 14 de marzo, luego del ataque al ex-espía ruso Serguéi Skripal.
Incluso, la primera ministra Theresa May anunció una serie de medidas económicas y diplomáticas, incluida la cancelación de todos los contactos bilaterales de alto nivel y el pedido a la familia real de que no asistan a la Copa del Mundo de fútbol en Rusia.
Entre las naciones de la Unión Europea que tomaron medidas similares contra Rusia están Polonia, Rumania, Alemania, Lituania, Holanda y la República Checa.
Moscú niega su participación
Lavrov dijo días atrás que Rusia solo cooperará con Gran Bretaña en la investigación si recibe muestras de la supuesta neurotoxina. El canciller insistió en que Rusia “no tiene la culpa” del envenenamiento.
Moscú ha negado toda participación en el hecho, sin embargo, las potencias occidentales consideran que es el último indicio de la supuesta intromisión de las autoridades rusas en el extranjero.
Por otra parte, el fallecimiento a mediados de marzo de Nikolai Glushkov, un empresario ruso asentado en Londres, generó nuevas tensiones. La policía británica dijo el viernes que murió por compresión en el cuello y abrió una pesquisa por asesinato. Moscú también sospecha de un posible juego sucio en el caso y abrió su propia pesquisa.
Las autoridades británicas dicen que no hay un vínculo aparente entre el ataque a Glushkov y el envenenamiento de los Skripals, pero ambos casos hicieron sonar las alarmas en Occidente en un momento en que Rusia se muestra cada vez más resuelta en el escenario internacional y enfrenta investigaciones por una supuesta intromisión en la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
AP / OnCuba