¿Se animará Argentina a arrestar al príncipe saudí?

Human Rights Watch presentó una denuncia en la justicia argentina para que Mohammed bin Salman sea llevado a prisión en Buenos Aires bajo la “jurisdicción universal de los crímenes de lesa humanidad”.

ARCHIVO - En esta fotografía de archivo del 12 de abril de 2018, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman se prepara para irse tras una ceremonia con el jefe de gobierno español Mariano Rajoy en Madrid, España. (AP Foto/Paul White, archivo)

Los fiscales argentinos están considerando acusar de crímenes de guerra y tortura al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, si vuela a Buenos Aires para la cumbre del G20 de esta semana.

La medida se produce después de que el grupo defensor Human Rights Watch presentó una denuncia ante un fiscal federal argentino. Argumentando que los tribunales argentinos deberían invocar un estatuto de jurisdicción universal (previsto en la ley argentina) HRW busca el enjuiciamiento del Príncipe heredero por las víctimas civiles en masa causadas por la campaña de la coalición liderada por los saudíes en Yemen y por la tortura de ciudadanos saudíes, incluido el columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi. El periodista fue asesinado en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre.

El pedido de Human Rights Watch fue recibido en el tribunal del juez federal Ariel Lijo, quien lo remitió al fiscal federal Ramiro González. El fiscal ahora debe decidir si el principio de jurisdicción universal, consagrado en la constitución argentina, se aplica en el caso del príncipe heredero.

La probabilidad de que esto suceda «es muy difícil», según citas judiciales en los periódicos Clarín y La Nación. Si bien el asesinato de Khashoggi podría no calificar como un «crimen contra los derechos humanos», la presentación del HRW se basa en una “patrón de tortura” y en las operaciones militares en Yemen. El gobierno argentino estaría presionando al fiscal para evitar problemas diplomáticos con los saudíes en momentos en los que Macri tambalea ante la escasez de inversiones extranjeras en el país.

 

«Desde marzo de 2015, la coalición liderada por Arabia Saudita ha llevado a cabo decenas de ataques aéreos indiscriminados y desproporcionados contra civiles y objetos civiles en Yemen, golpeando hogares, escuelas, hospitales, mercados y mezquitas», dijo en un comunicado HRW.

«Todo lo que podemos decir es que la asistencia de Mohammed bin Salman sigue confirmada, hasta el momento no hemos recibido información contraria», dijeron a OnCuba fuentes del gobierno argentino.

Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, dijo en una declaración por escrito que «las autoridades fiscales argentinas deben analizar el papel de Mohammed bin Salman en los posibles crímenes de guerra cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudita desde 2015 en Yemen». Además dijo que «la asistencia del príncipe heredero a la Cumbre del G20 en Buenos Aires podría hacer que los tribunales argentinos sean una vía de reparación para las víctimas de abusos que no pueden buscar justicia en Yemen o Arabia Saudita «.

Foto incómoda

Donald Trump ha dicho que está preparado para reunirse con él , a pesar de la creciente oposición en el Congreso al apoyo militar de Estados Unidos a Arabia Saudita y a su campaña de bombardeos aéreos.

El príncipe saudí tendrá que cruzarse además con Erdogan, el presidente de Turquía. Ankara insiste en que la orden para ejecutar la operación salió de los niveles más altos del gobierno saudí, pero no del rey Salman.

El ministro de Exteriores de Turquía dijo este martes que escuchó una grabación “repugnante” que supuestamente recoge el asesinato del periodista Jamal Khashoggi a manos de agentes de Arabia Saudí en el consultado del reino en Estambul. «La escuché. Lo mataron en siete minutos. Fue un asesinato deliberado”, explicó Mevlut Cavusoglu en declaraciones al diario alemán Sueddeutsche Zeitung.

La presentación del príncipe heredero Mohammed bin Salman en la cumbre del G20 la próxima semana en Buenos Aires pondrá a los líderes mundiales un momento que preferirían evitar: tendrán que fotografiarse con el líder saudí.

Las potencias occidentales, como EEUU, el Reino Unido y Francia, han estado felices de mantener las ventas de armas a Riad a pesar de la carnicería en Yemen y la amenaza de la peor hambruna que el mundo ha visto, de la que Arabia Saudita tiene una gran responsabilidad. Incluso después de la protesta internacional por el asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, el comercio de armas de miles de millones de dólares no ha disminuido.

La contradicción occidental en su vínculo con los saudíes ha quedado ya, demasiado expuesta.

Save the Children estima que 85.000 niños menores de cinco años han muerto en Yemen por hambre o enfermedad extrema desde que comenzó la guerra hace casi cuatro años. En total, 14 millones de personas están en riesgo de hambruna.

Macron, Merkel y compañía se tomarán en Buenos Aires -si es que el príncipe no es detenido antes por la justicia- la foto más incómoda en este momento.

Salir de la versión móvil