Seguidores de Trump enojados por propuesta para dreamers

Manifestación a favor de los dreamers cerca del Capitolio en Washington. Foto: José Luis Magaña / AP.

Manifestación a favor de los dreamers cerca del Capitolio en Washington. Foto: José Luis Magaña / AP.

Temerosos de verse traicionados en torno a un tema clave para ellos, sectores leales a Donald Trump están criticando duramente su propuesta de ofrecer la posibilidad de que los casi dos millones de jóvenes inmigrantes conocidos como “dreamers” puedan obtener la ciudadanía estadounidense.

Candidatos alineados con el presidente en Nevada y Virginia rechazaron abiertamente la idea. El medio de comunicación más leal al mandatario, Breitbart News, le llamó “Don Amnistía”. Y grupos que aplaudieron la dura retórica que dominó la campaña electoral de Trump advirtieron de una feroz reacción contra el Partido Republicano en los comicios de mitad de término que se celebrarán en noviembre.

“Hay una posibilidad real de que se produzca un desastre”, dijo Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, un grupo de extrema derecha. “El presidente aún no ha dado la espalda a sus votantes. Pero creo que es importante que sus partidarios le dejen claro que lo están vigilando”.

Los cuestionamientos apuntan a un presidente que ya cedió a las presiones en el pasado. Pero Trump no ha sido puesto a prueba hasta hoy sobre un tema tan significativo, que dominó su campaña e inspiró una coalición de votantes de clase obrera que respaldaron su improbable llegada a la Casa Blanca.

Ahora, apenas un año después de asumir la presidencia, el republicano puede doblegarse a la voluntad de su encendida base o a la presión para que haga concesiones al gobernar.

Su liderazgo puede definir la suerte de cientos de miles de inmigrantes y hacer que su partido gane terreno en el creciente bloque de votantes hispanos. Pero también puede alienar a quienes más lo quieren.

“Hay un movimiento detrás de Trump. Y no gira necesariamente en torno a Donald Trump”, dijo Corey Stewart, candidato republicano al Senado en Virginia y conocido aliado del mandatario. “Gira en torno a las cosas que planteó Donald Trump defendió en su campaña. En última instancia, todos los líderes electos deben permanecer fieles al mensaje con el que se presentaron, de lo contrario la gente los abandona”.

Esta apasionada respuesta subraya el dilema que la inmigración representa para el Partido Republicano en la era Trump.

Propuesta con poco margen

Muchos estadounidenses, incluyendo republicanos independientes y moderados, están a favor de las protecciones a los miles de jóvenes que se criaron en Estados Unidos sin culpa alguna tras ser traídos al país de niños y que hoy no tienen permiso de residencia. Pero una notable facción conservadora, envalentonada por la retórica contra la inmigración ilegal de Trump, nunca aceptará nada que pueda ser visto como una “amnistía”, lo que deja poco margen de maniobra al mandatario.

Donativo millonario para los “dreamers”

La propuesta de la Casa Blanca incluye una inversión de miles de millones de dólares en seguridad fronteriza y cambios significativos en política inmigratoria, muy ansiados por los conservadores. Varios demócratas y activistas rechazaron el plan de forma rotunda.

El plan proporcionaría un mecanismo para la naturalización de los inmigrantes jóvenes que quedaron protegidos de la deportación por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), de la era de Barack Obama.

Trump dijo a periodistas esta semana que estaba a favor de una vía para que puedan obtener la ciudadanía, una noción que en su día rechazó explícitamente. Esta ley es una prioridad para los demócratas, que forzaron una suspensión de las operaciones del gobierno por este asunto la semana pasada. El presidente parece dispuesto ahora a alcanzar un acuerdo.

“Es alarmante que alguien quiera repetir la historia al conceder una amnistía”, manifestó el senador estatal de Mississippi Chris McDaniel, quien comparó la propuesta de Trump con la “amnistía” que dio Ronald Reagan a muchos inmigrantes en 1986.

Esa política, sostuvo, perjudicará a los trabajadores estadounidenses e “invitará más ilegales”, al tiempo que alentará a los liberales en futuros debates. Llegar a un acuerdo ahora garantizará que en el futuro el Congreso “será rehén de quienes postulan fronteras abiertas”.

En Virginia, Stewart dijo que “cualquier amnistía, incluida una extensión del DACA”, generaría una “crisis humanitaria” en la frontera y podría atraer millones de inmigrantes nuevos que cruzan la frontera ilegalmente.

“Eso no me hace nada feliz”, expresó.

Trump no quiere inmigrantes de “países de mierda”

En Nevada, el aspirante a una banca republicana en el Senado, Danny Tarkanian, también rompió lanzas contra el presidente y dijo que no creía “que se deba dar la ciudadanía a gente que vino al país ilegalmente”.

Acotó, no obstante, que daría la residencia a los “dreamers”, aunque no la ciudadanía.

Recientes victorias electorales demócratas indican que las elecciones de mitad de término podrían ser problemáticas para los republicanos, sobre todo en vista de que los índices de aprobación de Trump están entre los más bajos de la historia.

Algunos aliados expresan la esperanza de que los comentarios del presidente hayan sido tan solo parte de la negociación. Trump ha cambiado de rumbo muchas veces sobre este tema en el pasado. Pero no dejó muchas dudas en sus comentarios del miércoles.

Lo de la ciudadanía de los “dreamers” “se va a dar en algún momento en el futuro, a lo largo de 10 o 12 años”, señaló.

AP / OnCuba

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