Vida y muerte del oso polar

Tonja y su bebé del tamaño de un conejillo de Indias.

Tonja y su bebé del tamaño de un conejillo de Indias.

El zoológico Tierpark de Berlín está celebrando el nacimiento de un oso polar, nueve meses después de que su madre perdiera un cachorro.
Las imágenes captadas en video y publicadas en las redes sociales muestran a la madre, Tonja, lamiendo tiernamente a su cría poco después de su nacimiento el jueves. Tonja tuvo dos cachorros, pero el segundo nació sin vida.

El zoológico, en la parte oriental de la capital alemana, informó el viernes que el nuevo oso polar es del tamaño de un conejillo de indias y que ya está mamando.
El primer cachorro de Tonja, Fritz, murió de causas desconocidas en marzo a la edad de cuatro meses.
La mortalidad entre osos polares jóvenes es de alrededor del 50 por ciento y puede ser aún más alta durante los primeros 10 días.
Al mismo tiempo que esta buena noticia se difundía, las redes sociales también se hacían eco del estado calamitoso de otro ejemplar de esta especie.

Una publicación compartida por Paul Nicklen (@paulnicklen) el 5 de Dic de 2017 a la(s) 8:52 PST

Paul Nicklen, fotógrafo de National Geographic y cofundador de Sea Legacy, una “comunidad apasionada que invierte en la salud y la sostenibilidad de nuestros océanos”, ha publicado en su cuenta de Instagram este video que devuelve una imagen nítida sobre los efectos del cambio climático y la afectación sobre el hábitat del oso polar. 

“Es una escena aplastante que todavía me atormenta, pero sé que debemos compartir lo bello y lo desgarrador si vamos a derribar las paredes de la apatía. Esto es como se ve el hambre. Los músculos se atrofian. Sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa”, escribió Nicklen.
“Cuando los científicos dicen que los osos polares se extinguirán en los próximos 100 años, pienso en la población mundial de 25 000 osos muriendo de esta manera”.
Los osos polares pasan más de la mitad de su tiempo de vida buscando alimento pero menos del dos por ciento de las veces logran atrapar una presa, según la organización World Wild Life.
Desde 2008 se considera una especie en peligro de extinción porque su hábitat se está derritiendo a causa del cambio climático.
“No hubo salvación para este oso individual, describió Nicklen. La gente piensa que podemos poner plataformas en el océano o podemos alimentar a un oso muerto de hambre. La simple verdad es esta: si la Tierra continúa calentándose, perderemos osos y ecosistemas polares enteros. Este gran oso macho no era viejo, y ciertamente murió a las pocas horas o días de este momento. Pero hay soluciones. Debemos reducir nuestra huella de carbono, comer la comida adecuada, dejar de talar nuestros bosques y comenzar a poner en primer lugar la Tierra, nuestro hogar.”
AP / OnCuba

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