Cuba invita a EEUU a debatir en La Habana sobre “ataques”

Conferencia de prensa en Washington del equipo de expertos cubanos que intercambió con sus homólogos estadounidenses que investigaron los supuestos ataques a diplomáticos de EE.UU. en La Habana. Foto: @JoseRCabanas / Twitter.

Conferencia de prensa en Washington del equipo de expertos cubanos que intercambió con sus homólogos estadounidenses que investigaron los supuestos ataques a diplomáticos de EE.UU. en La Habana. Foto: @JoseRCabanas / Twitter.

Cuba invitó a expertos de Estados Unidos que investigan los incidentes de salud sufridos por diplomáticos estadounidenses en la Isla, y que el gobierno de Donald Trump cataloga como “ataques”, a mantener un encuentro en La Habana tras el celebrado este jueves en Washington.

La invitación fue trasladada durante la reunión que mantuvo un grupo de 9 científicos cubanos con personal médico del Departamento de Estado de EE.UU. para intercambiar sobre los síntomas de salud reportados por los funcionarios acreditados en La Habana, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla.

La delegación cubana sugirió que el nuevo encuentro se produzca en el futuro próximo y que también participen los profesionales médicos que atendieron directamente a los diplomáticos estadounidenses afectados.

En la reunión de este jueves, el equipo cubano, encabezado por la subdirectora general de EE.UU. de la Cancillería de la Isla, Johana Tablada, y el embajador en Washington, José R. Cabañas, recibió una descripción de los resultados de exámenes médicos previamente reportados en un artículo publicado por la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA).

Este artículo ha sido cuestionado no solo por Cuba sino también por investigadores y médicos de diferentes países, entre ellos los propios Estados Undos.

La representación estadounidense la presidió el secretario asistente principal para el Hemisferio Occidental, Kenneth Merten, y estuvo integrada por personal médico del Departamento de Estado.

El equipo cubano presentó su análisis de las limitaciones de este estudio y cuestionó sus principales conclusiones, así como la interpretación científica de los síntomas que se les reportaron, detalló el comunicado de la Cancillería cubana.

También indicó que al concluir el intercambio, los expertos de la Isla comprobaron que la información brindada “no permite sustentar las hipótesis de ataques de salud y daño cerebral” sugeridas hasta ahora por el Departamento de Estado como explicación de los síntomas que refirieron sus diplomáticos.

La nota refiere que la delegación cubana rechazó “categóricamente” el uso del término “ataque” sin que exista evidencia alguna que lo sustente y que expresó su voluntad de cooperación, así como que es de su mayor interés encontrar una explicación a los reportes descritos.

El equipo de la Isla lamentó la ausencia de acceso a la información clínica y a los médicos que evaluaron al personal diplomático que reportó síntomas de salud, y aunque considera que la celebración de esta reunión constituyó un “paso insuficiente”, lo calificó de “positivo”.

Aseguró que hasta el momento, el intercambio científico y médico con la parte estadounidense había ocurrido solamente de “forma indirecta, mediante la publicación de artículos científicos, declaraciones políticas y lamentables filtraciones a la prensa”.

También expresó su “voluntad de cooperación” y dijo que es “de su mayor interés” encontrar una explicación a los reportes descritos.

Los científicos cubanos solicitaron acceso a “más datos sobre los supuestos ataques” y urgieron a que no se descarten “factores psicológicos” como los causantes de los síntomas que sufrieron los estadounidenses, desde mareos hasta náuseas y privación del sueño.

En una rueda de prensa en la embajada de Cuba en Washington, el neurólogo Mitchell Joseph Valdés-Sosa, integrante del equipo de la Isla, también lamentó que el Departamento de Estado no les haya permitido acceder a los doctores que evaluaron a los diplomáticos afectados.

“El encuentro de hoy fue productivo, un debate científico muy cordial, pero no hemos recibido nueva información”, comentó Valdés-Sosa, quien dirige el Centro de Neurociencia de Cuba.

La portavoz de la diplomacia estadounidense, Heather Nauert, explicó que el objetivo del encuentro celebrado este jueves en la sede del Departamento de Estado era “compartir información” con las autoridades cubanas sobre los “problemas médicos” que sufrieron los miembros de la misión diplomática norteamericana en La Habana.

Además, reiteró que aún se desconoce “qué o quién es responsable de los ataques que afectaron la salud” del personal estadounidense “a pesar de los esfuerzos de diferentes agencias y las investigaciones que todavía están en curso hoy”.

Los supuestos “ataques”, que según Washington dañaron la salud de 26 empleados de su embajada en La Habana, fueron reportados entre noviembre de 2016 y agosto de 2017.  Como consecuencia, se deterioraron las ya delicadas relaciones bilaterales, pues Washington sostiene que La Habana conoce los responsables o, cuando menos, no protegió a su personal adecuadamente, algo que niega el gobierno  cubano.

En principio Washington calificaba de “acústicos” los incidentes, aunque luego reconoció no tener confirmada su naturaleza, y entre otras medidas ordenó la salida del 60 por ciento del personal no esencial de su legación en Cuba.

Tras desechar teorías como los ataques sónicos y el uso de virus, EE.UU. maneja ahora el posible empleo de armas de microondas contra sus diplomáticos en La Habana y apunta a Rusia como posible autor, según un reciente reporte de la cadena NBC.

Salir de la versión móvil