Cuba niega teoría contra Rusia sobre supuestos ataques

Cuba tachó este miércoles de “conspiración sin evidencias ni fundamento” el reporte de la cadena NBC que apunta a Rusia como posible autor de los misteriosos “ataques” a diplomáticos de EE.UU. en China y La Habana.

“El irresponsable artículo de NBC involucra a un tercer país en los incidentes de salud de diplomáticos estadounidenses, citando a funcionarios anónimos, sin evidencias y claramente tratando de sugerir una conspiración usando tácticas típicas de un tabloide”, publicó en Twitter el jefe para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.

En una serie de tuits en inglés y español, De Cossío se preguntó por qué la cadena estadounidense “se presta a un juego peligroso” y reiteró que “en Cuba no se ataca a diplomático alguno, de ningún país y por ningún país”.

“Investigaciones exhaustivas realizadas por agencias especializadas de Estados Unidos y Cuba descartan el uso de armas de ningún tipo” contra diplomáticos estadounidenses, aseguró el funcionario cubano.

Con anterioridad, las autoridades cubanas han desestimado el termino “ataques” para catalogar los incidentes y han acusado a Washington de politizar lo ocurrido. Diversos científicos y académicos del mundo también han cuestionado las teorías sostenidas por Estados Unidos para explicar los síntomas reportados por sus diplomáticos en La Habana.

Este martes la cadena NBC reveló que investigaciones de agencias de inteligencia de EE.UU. apuntan a Rusia como principal sospechoso de la autoría de los supuestos ataques, ocurridos no solo en Cuba sino también en Guangzhou, China.

La sospecha de que Rusia está detrás de los supuestos ataques, en principio considerados sónicos, se fundamenta por pruebas de comunicaciones interceptadas, conocidas en el mundo de los espías como señales de inteligencia, acumuladas durante una larga investigación que involucra al FBI, la CIA, entre otras agencias.

Los funcionarios se negaron a dar detalles sobre la naturaleza de la inteligencia, pero sí indicaron que las pruebas todavía no son lo suficientemente concluyentes para culpar de forma oficial al Kremlin.

EEUU: sí, fueron ataques, pero no sabemos de quién

Poco después de la publicación del artículo, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, insistió en que “la investigación está aún en marcha” y, por lo tanto, aseguró “no se ha culpado a nadie” todavía.

Las supuestas agresiones contra los diplomáticos estadounidenses en Cuba tuvieron lugar entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 y, hasta ahora, el gobierno de EE.UU. no ha podido determinar “quién o qué” dañó la salud de su personal, que llegó a sufrir síntomas como pérdida de audición y problemas de cognición y equilibrio.

Desde 2017, el Ejército de Estados Unidos ha estado trabajando para realizar ingeniería inversa del arma o las armas utilizadas para dañar a los diplomáticos, de acuerdo con funcionarios del gobierno de Donald Trump, asesores del Congreso y otros informados sobre la investigación citados por la NBC.

Aunque EE.UU. maneja ahora la hipotéisis sobre el posible empleo de sofisticadas microondas u otro tipo de arma electromagnética contra los funcionarios, también explora la posibilidad de que se usaran otras tecnologías adicionales.

Los incidentes deterioraron las ya delicadas relaciones bilaterales, y dieron pie al retiro por parte de la Casa Blanca de la mayoría de sus diplomáticos en la Isla. También fueron la razón esgrimida por la administración Trump para expulsar a funcionarios cubanos de Washington y emitir una alerta de viaje previniendo a sus ciudadanos sobre las visitas a Cuba.

Salir de la versión móvil