EEUU: sí, fueron ataques, pero no sabemos de quién

Funcionarios del Departamento de Estado insistieron este jueves durante una audiencia en el Congreso, en que los incidentes de salud sufridos por una veintena de diplomáticos estadounidenses y algunos familiares en La Habana deben calificarse como “ataques”. Sin embargo, reconocieron ignorar qué o quién puede estar detrás de semejante «constelación de síntomas».

“El Departamento de Estado ha llegado a la convicción de que que lo sucedido en Cuba es un ataque porque toda la información que hemos visto es que parece estar dirigidos específicamente a los empleados de nuestra embajada en La Habana y otra embajada de la que tenemos conocimiento, Canadá”, aseguró Kenneth Merten, subdirector adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, citado por el Nuevo Herald.

Otros tres funcionarios de esa agencia que también testificaron en la audiencia en la Cámara de Representantes, estuvieron de acuerdo con ese criterio. No obstante, dijeron «seguir perplejos» ante los misteriosos acontecimientos.

«No existe un mecanismo obvio que nosotros conozcamos que pueda provocar estas lesiones», explicó el Dr. Charles Rosenfarb, director de la Oficina de Servicios Médicos del Departamento de Estado, quien reconoció también «estar frustrado».

Dr. Charles Rosenfarb, director de la Oficina de Servicios Médicos del Departamento de Estado, en una audiencia en el Congreso sobre los suspuestos ataques a diplomáticos de EE.UU. en La Habana. Foto: U.S. Department of State.
Dr. Charles Rosenfarb, director de la Oficina de Servicios Médicos del Departamento de Estado, en una audiencia en el Congreso sobre los suspuestos ataques a diplomáticos de EE.UU. en La Habana. Foto:
U.S. Department of State.

«No hay nada igual en la literatura médica tradicional, son una constelación de síntomas única sin una causa obvia», declaró Rosenfarb.

Los presuntos ataques, ocurridos entre 2016 y 2017, fueron tildados inicialmente de acústicos, y para nombrarlos el Departamento de Estado ha empleado indistintamente los términos “ataques”, “ataques a la salud” e “incidentes de salud”. Entre las teorías manejadas para explicarlos también han estado un virus, contusiones cerebrales y más recientemente un arma de microondas.

El gobierno cubano ha rechazado el uso de la palabra “ataque” y ha acusado a EE.UU. de politizar los incidentes. Además, ha negado categóricamente estar detrás o tener conocimiento de los ataques y asegura no haber encontrado pruebas de estas supuestas agresiones en sus pesquisas.

Cuba rechaza término «ataques» a diplomáticos de EEUU

Durante la audiencia, los congresistas también indagaron sobre la respuesta del Departamento de Estado a los supuestos ataques, un asunto que continúa bajo investigación. Las indagaciones realizadas hasta el momento detectaron «problemas de comunicación y vacantes en el personal de seguridad en la embajada en La Habana» que demoraron la respuesta ante los hechos.

Incluso, un reporte de la  Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) encontró que la entidad que debía determinar la seriedad de los hechos para su investogación, no había sido notificada y sus empleados se enteraron por las noticias.

Rosenfarb confirmó que al Departamento de Estado le tomó mucho tiempo conectar los síntomas “vagos” y “comunes” reportados al inicio con los daños más graves encontrados después. También dijo se priorizó el tratamiento a las víctimas antes de expandir la investigación.

Como consecuencia de lo sucedido, la administración Trump ordenó la salida del 60 por ciento de su personal diplomático en Cuba, si bien no se plantea por el momento cerrar la embajada, según confirmó en la audiencia Kenneth Merten, quien también aseguró que la investigación «sigue en marcha».

«Aún hay mucho que desconocemos, incluido quién y qué está detrás de las lesiones de nuestros colegas», concluyó Merten.

EFE / OnCuba

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