Notre Dame antes del fuego

Cuando amanezca, París deberá enfrentar una imagen acaso más desoladora que la del incendio, verá su catedral más famosa como nunca antes, después del fuego.

Foto: Kaloian.

Un grupo de franceses se ha reunido para compartir cantos mientras las llamas consumen la catedral de Nuestra Señora de París, la famosa Notre Dame. La música le añade una carga de dramatismo a un espectáculo de por sí devastador.

Foto: Kaloian.

Cantan y se acompañan mirando cómo del otro lado del río Sena la edificación de más de 8 siglos alumbra de una forma inusitada la noche parisina. El fuego consume la catedral.

El siniestro comenzó al final de la tarde, poco antes de las 7, sin que se conozcan aún las causas. Todo apunta a que tendría que ver con las labores de restauración. Los responsables enfrentarían cargos por “destrucción involuntaria por incendio”.

Foto: Rui Ferreira.

Los bomberos han anunciado que la estructura de la edificación fue salvada, aunque la elevación construida en el siglo XIX y conocida como la “aguja” colapsó estrepitosamente, después de arder por algo más de una hora. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha asegurado que “lo peor se evitó”. Notre Dame –dijo– será reconstruida.

Pero hoy se lamentan quienes no pudieron visitarla tal como había sobrevivido hasta nuestros días, después de una revolución y dos guerras mundiales, y también los que sí pudieron conocer en todo su esplendor este ícono de la arquitectura gótica, un símbolo de Francia y de la cultura mundial.

Foto: Rui Ferreira.

Miramos ahora con otros ojos las imágenes y los detalles del exterior y el interior de esta edificación, sin duda una de las más fotografiadas del mundo.

Mañana, cuando amanezca, París deberá enfrentar una imagen acaso más desoladora que la del incendio, verá su catedral más famosa como nunca antes, después del fuego. A partir del fuego, todo lo que fue antes cobra otro tamaño y otra forma: adquiere la dimensión de lo perdido.

 

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