Andy, no te rajes. Facundo, no te mueras

No sé si en la punta de Maisí, o en su Baracoa natal saben que se trata de un acto de censura rampante, y de una torpeza redonda de quienes se ocupan de tomar decisiones en “la esfera ideológica”.

Facundo Correcto en su casa de "Vivir del Cuento". Foto: @facundovivirdelcuento/FB.

Padecemos una especie de luto, mezclado con irritación, decepción, incertidumbre, por la suspensión sumarísima al actor Andy Vázquez del programa Vivir del Cuento, y la desaparición con él de uno de los personajes más queridos que encarnaba, Facundo Correcto.

No sé si en la punta de Maisí, o en su Baracoa natal saben que se trata de un acto de censura rampante y de una torpeza redonda de quienes se ocupan de tomar decisiones en “la esfera ideológica”. Pero en La Habana, Miami y Facebook, esas tres ciudades cubanas donde se dirimen algunas de nuestras ansiedades cotidianas, llevamos días de boca en boca, trayendo y llevando la noticia, sospechando que las razones que se dan para justificar tal decisión son solo pretextos que convencen a pocos.

Ha hablado el director del Canal Cubavisión, Rafael Pérez Insúa, a través de una entrevista “informal” (con un “coñoooo, qué bueno” incluido) a un canal de Youtube –Cuba en Directo– que casualmente empezó a publicar el 31 de diciembre pasado cuatro fragmentos de entrevista sin ton ni son que no llegan, entre todas, a 300 visualizaciones. Como lo calificó un amigo, “la página esa inventada”, se utilizó para intentar acallar sobre todo a los que están siguiendo este debate por redes sociales.

¿Por qué no se trasmitió esta aclaración por el canal que él dirige, si el programa de marras es de Cubavisión y lo espera lunes tras lunes la audiencia en la Isla? Es obvia la respuesta. Los “ideólogos” una vez más pretenden operar con dos países paralelos, como si existieran: uno que recibe poca información, casi ninguna, controlada desde los medios de comunicación tradicionales y supuestamente habitado por personas incondicionales; y el otro, el que ellos se figuran mayoritariamente fuera de Cuba, que accede a Internet sin límites y que al parecer ellos perciben como mayoritariamente adverso al gobierno, por lo que merece este tipo de “tapabocas”. Error.

Mucha gente se ha indignado más todavía con el silencio y con lo dicho a media lengua por el director del canal. Es difícil contentarse con estas palabras de Pérez Insúa: “Andy no está sancionado. Para nada”. A continuación pronunció uno de los argumentos más estrambóticos que podía haber elegido para justificar la sanción: “Andy lo que usó el programa y el personaje que hace en función de un criterio personal y eso lo llevó a que se tomara una decisión [típica anfibología] con su participación dentro de la temporada que ahora se graba”.

https://www.youtube.com/watch?v=Szu-cKPY1rY

O sea, que Facundo no era de Andy, y por ello el actor debía tener cuidado sobre qué temas poner a hablar a Facundo. Es un poco insólito pretender que Facundo no fuera portador del “criterio personal” del actor que lo encarna. ¿No puede ser Andy Vázquez su propio guionista? ¿Habrá firmado algún contrato de mudez o de exclusividad de pensamiento con la Televisión Cubana? Por supuesto que no lo hizo, ni Pánfilo.

Todos los personajes de Vivir del Cuento llevan años haciendo sketches desbordados del programa de la Televisión Cubana, lo mismo en La Habana que en Miami, lo mismo en teatros que en cabarets, en centros de trabajo, en una tienda de Hialeah, o en las del Focsa; riéndose de todo y todos, bienutilizando la popularidad de sus personajes para dialogar con los cubanos sobre asuntos que no caben en un programa semanal, ni en la historia del viejo Pánfilo y sus vecinos del barrio. Entre todos los actores también hacen publicidad para marcas cubanas dentro y fuera de Cuba. Pero eso, aparentemente, no ha sido la causa de la salida de uno de sus cuatro personajes principales.

Más sinceros han sido algunos otros al reconocer en sus cuentas de Facebook y de manera no oficial que lo que les colmó la copa a los que ejecutaron la censura fue un video de Facundo en Youtube satirizando la apertura del mercado de Cuatro Caminos. Y eso a pesar de que Facundo, seguramente precaviendo, abordó muy ligeramente la molotera y el destrozo que allí ocurrió. (Por cierto, no se conoce que se haya sancionado a alguno de los que no pudieron prever lo que allí pasaría, los que no hicieron lo necesario para evitarlo o los que planificaron tan estrictamente mal esa apertura.)

Vivir Del Cuento - Mercado  De 4 Caminos - Panfilo y Chequera

¿Y por qué los censores se ponen tan sensibles con un video que cualquiera podría considerar como un chiste de segunda división? En aquellos días lo de Cuatro Camino los sacó de paso y acudieron raudos a echarle la culpa a través de los medios de comunicación a la gente desalmada, a los malagradecidos. Ahora reaccionan proclamando el tema vedado, intocable, sagrado. Al parecer no se puede permitir ni una tímida mofa sobre lo que allí ocurrió, que en realidad merece mucho más que un discurso moralizante. Pero por sus noes los conoceréis.

En agosto de 2019 un artículo publicado en Granma puso sobre la mesa las causas reales por las que Facundo ya no está en Vivir del Cuento. Decía: “El personaje oficial, el cuadro político, el simple dirigente del barrio, el que alguna vez dirigió y ya no lo hace, e incluso los miembros de las instituciones del orden o la legalidad, se han convertido en blanco predilecto a la hora de armar los personajes más ridículos o los que asumen roles negativos en no pocas producciones audiovisuales (humorísticas o no) de los últimos tiempos.”

Y advertía el articulista: “No me parece adecuado encasillar siempre en los llamados roles negativos a la figura de la autoridad oficial, porque el arte traslada y entroniza estereotipos y a la larga la gente terminará por asociar dichas autoridades, sin excepciones, con la chapucería e incluso con el fracaso.”

No era necesario ser adivino para percibir que los lebreles habían salido de cacería. Los “cuadros” no podían seguir siendo asaeteados, ridiculizados.

Los santos dirigentes

Pero he aquí que los guionistas del programa han dado una respuesta sumamente interesante a la amputación. Facundo desapareció del capítulo más reciente titulado nada más y nada menos que “El barrio, la fiesta y el hombre nuevo”, pero entró en escena un personaje más adverso aún, diría yo que verdaderamente siniestro.

El pasado 30 de diciembre la Televisión Cubana trasmitió esta última entrega, de un espesor simbólico y una capacidad de crítica aún más abrasiva que todo lo que hayamos visto antes.

El “compañero La Llave” aquel inspector arribista y corrupto encarnado por el excelente actor Miguel Moreno Rodríguez, es un tímido ejemplar de burócrata frente al trasmutado “Felipe Recio”, el nuevo Presidente del Consejo de Vecinos que sustituye a Facundo y fue impuesto desde “arriba”.

Vivir del Cuento EL BARRIO, LA FIESTA Y EL HOMBRE NUEVO (Estreno 30 Diciembre 2019)

En el primer capítulo se mostró no solo como un oportunista, hábil en el uso de un lenguaje estereotipado y vacío, un escultor de su propio ego (no puedo dejar de recordar a Lindoro Incapaz) sino, y sobre todo, como un manipulador, capaz de chantajear y vejar a los demás para conseguir su propio éxito sin escrúpulos.

Regañón, irascible, perseguidor, en este primer capítulo violó una regla de oro: demostró que no respeta ni siquiera a Pánfilo, viejo, cascarrabias, pero bondadoso, justo y amigo de sus amigos. Las suspicacias del viejo no pudieron con el empuje terrible de este personaje, que, por cierto, está lleno de realidad.

Solo porque era el último capítulo del año y aquello debía terminar con los Guaracheros de Regla (“se acabó el desorden, se acabó el relajo” cantaban) y la fiesta de medio-pollito que impuso Felipe Recio, el nuevo Presidente de los vecinos no se ganó un piñazo esta vez. Pero hay que decir que es una mala persona y si sigue así no va a llegar a buen puerto.

Durante todo el capítulo Pánfilo preguntó varias veces y se preguntaba a sí mismo, “¿Y Facundo dónde está?”. Daba hasta lástima. Le respondieron otras tantas, cada una de forma más vacía y autoritaria:

-“Se encuentra indispuesto y no va a poder seguir al frente del cargo”

-“Basta ya, no sean más irresponsables” [con tanta preguntadera]

-“No va a estar y ya, y no se habla más del tema”.

Y ahí está la clave de lo que ha ocurrido y lo que viene. La clausura del tema y la apuesta por el olvido. En unas cuantas semanas habrá pasado todo. Nos acostumbraremos al sadismo de Felipe Recio y a la ausencia de Facundo. Si es que nos alcanza la cuerda, lo recordaremos con nostalgia. A aquel que era amigo verdadero de Pánfilo, que lo respetaba y lo quería aunque actuara como un cuadro cuadrado. Por ese motivo la gente lo quería también a él, y nunca lo vieron como un “hp”.

El Facundo Correcto que hemos conocido, sin Pánfilo al lado, no sobrevive; es uno de sus alters. Andy Vázquez sin Cuba tendrá que, sin “rajarse” ante el desánimo y probablemente el resentimiento, reinventarse. Esto, si al final su decisión, personalísima e incuestionable, fuera la de dejar de vivir en la Isla, donde, digan lo que digan, prometan lo que prometan, tendría dificultades de todo tipo para seguir su trabajo.

Es poco probable que Facundo sea restaurado, que se enmiende el error, aunque el guion, la verdad, lo permitiría. Sería un milagro que no cabe esperar, pero lo espero. Que la censura no se salga otra vez más, por enésima vez, con la suya.

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