Ojo al visor: Armando Zambrana

Los cubanos del futuro tendrán que acudir también a las fotografías de Zambrana para saber cómo éramos cuando los seres imperfectos de hoy los soñábamos a ellos.

Un hombre camina bajo la bandera cubana. Un día festivo en un barrio habanero. S/t, La Habana, 2009. De la serie “Cuba por dentro”.

Armando Zambrana nació en 1962 en La Habana, ciudad donde vive y ha realizado la mayor parte de su obra, la cual se nutre de los sucesos de calle, del pulso cotidiano de sus personajes de a pie, seres sencillos que ejercen el duro oficio de vivir en condiciones bastante desfavorables.
 
Zambrana es un cazador de instantes. Parece que las fotografías fueran ofreciéndose a su paso, que él solo obtura y ya obtiene la imagen estéticamente conseguida, la de múltiples interpretaciones, la que nos hace detenernos a reflexionar. Pero sabemos que no es así. Su ojo entrenado selecciona, angula, escoge la luz, decide la velocidad conque ha de abrirse y cerrarse el diafragma, en un acto que ha resultado reflejo a partir del ejercicio continuado, del estudio constante y —quizá lo más importante— de su conciencia alerta de testimoniante. Es un hombre que fija los destellos de la realidad que más lo sensibilizan, que lo exaltan o lesionan, pero que debe capturar a toda costa.
 
Estoy seguro de que los cubanos del futuro tendrán que acudir también a las fotografías de Zambrana para saber cómo éramos cuando los seres imperfectos de hoy los soñábamos a ellos.
 
De pasada, antes de cederle la palabra y el espacio para que muestre sus imágenes, diré que nuestro fotógrafo trabaja en la Oficina del Historiador de la Ciudad, actividad que alterna con colaboraciones en publicaciones nacionales como Salsa Cubana, Revista Tablas y Opus Habana. De los muchos galardones que ha obtenido, señalamos dos: Primer Premio en el concurso Chenard Piña de la UPEC (1993); y Primer Premio Universidad de Quito, Ecuador, en la Expo Cuba Siglo XX (1999). Además de la fotografía documental, ha cultivado la arquitectónica y la de espectáculos teatrales.  
 
Me inicié en la fotografía por la década de los 80, como fotoperiodista en la revista Bohemia; allí, en su laboratorio analógico, aprendí los secretos del oficio. Luego cursé la licenciatura en Comunicación Visual. 
 
La fotografía de prensa constituye el soporte de mi obra en el mundo de la imagen. Por ello, la street photo es la fuente principal de la cual bebo para comunicar, desarrollar y reflejar estados de ánimos en la multiplicidad de contextos que documentan la realidad social en sus diversas circunstancias; en estas piezas los sujetos asumen el rol protagónico en su relación con determinados objetos y escenarios que favorecen el diálogo, la reflexión y la interpretación por parte el espectador.
 
Lo que muestro a continuación son fotos pertenecientes a tres de mis series.
 
[Los pies de foto son del entrevistado]
 
Una familia mira en la televisión la visita del entonces presidente Obama a La Habana. “Convocatoria”, La Habana, 2016. De la serie “Free”.
El reflejo de una mujer en el espejo de un vendedor a la puerta de la casa. S/t, La Habana, 2007. De la serie “Free”.
Una madre lleva un televisor a reparar. En la misma carretilla de la construcción que le sirvió para transportar el equipo, y mientras espera por su turno, cambia a su bebé y lo acuesta. “Sueños de cemento”, La Habana, 1996. De la serie “Cuba por dentro”.
Un niño juega, durante el aguacero, en el portal de su casa. Se cubre con una toalla vieja. “Me llueve el alma”, La Habana, 1997. De la serie “Cuba por dentro”.
Un hombre me mira fijamente cuando el auto en que viaja se detiene frente al entonces cine Payret. “La muerte”, La Habana, 2006. De la serie “Free”.
Un pionero me saluda mientras tomo la foto a un albañil que, a la vez, está siendo observado atentamente por los héroes en los cuadros, en la pared de una vivienda familiar. “Contemplación viva”, La Habana, 2011. De la serie “Free”.
Una embarazada posa con la muñeca que será para la niña que está al nacer. “Centinela de la inocencia”, La Habana, 2010. De la serie “Pequeños pecados”.
Durante una mudanza, trasladan un retrato del Che de uno a otro extremo de la ciudad, entre las escasas pertenencias de valor de su dueño. “El viaje”, La Habana, 2022. De la serie “Free”.
Lo variopintas de las calles cubanas, su gente, pústulas y alegrías.. “Amo Cuba”, La Habana, 2006. De la serie “Gratis”.
Hombre se interpone entre el lente y la escena que pretendía retratar… ¡Y mejoró considerablemente el resultado de la imagen! Al derecho y al revés se logra el propósito inicial de mostrar una de las cúpulas del teatro Alicia Alonso y los pies de un barrendero de calle. “Kilómetro Cero”, La Habana, 2007. De la serie “Cuba por dentro”.
Una reparadora de calzado donde los trabajadores, al parecer, encuentran el amor a primera vista. “La Popular”, La Habana, 2008.
Reflejo de la vida cotidiana. Sujeto tratando de vender pescado fresco en Compostela, una de las calles habaneras. “Permuta”, La Habana, 2014. De la serie “Free”.
Un reparador de bolsos señala el camino a su cliente. La foto muestra el contrapunto entre el afiche y la camiseta de la mujer. “Antagonismo”, La Habana, 2012. De la serie “Free”.
En un solar habanero, arreglan un televisor viejo, de modelo extinto. Los vecinos hacen lo imposible por echar a andar nuevamente el aparato. “Proceratosaurus”, La Habana, 2010. De la serie “Free”.
Armando Zambrana. Foto: Cortesía del artista.
Salir de la versión móvil