Contreras: En contra de Cuba no juego (II y Final)

Fotos: Gabriel Dávalos

-Cuéntanos un poco de lo qué pasó en Nueva York?

-Un problema de estrategia. Cuando me cambiaron para Chicago yo tenía ocho ganados y tres perdidos, casi voy al juego de las estrellas. Quizás esperaban más de mí, pero en Chicago estuve mucho mejor. Estuve con Ozzie (Guillén). Creo que Joe Torres ha sido uno de los mejores managers que he tenido, pero de Ozzie me quedo con su chispa. Además, no hablo inglés. No hablo inglés ahora, después de diez años, y Ozzie habla español. Nos entendíamos bien.

-¿Es el mejor manager que has tenido?

-Bueno, el más grande que yo he tenido se llama Jorge Fuentes, es un sabio del beisbol.

-Tu novena ideal.

-Cátcher: Ariel Pestano. Ese es el mejor del mundo. Desgraciadamente lo dejaron fuera del Tercer Clásico.

-¿No estás de acuerdo?

-No estoy de acuerdo. Las figuras se respetan. Mi derecha para Víctor, ha hecho un trabajo increíble, pero yo llevo veinticuatro años tirando pelotas y Pestano es el cátcher de mi carrera.

-El equipo…

-En primera, Kindelán; en segunda, Pacheco; en el short, Germán Mesa; en tercera, Linares, que es el mejor de todos. No Alex Rodríguez, no otro. Linares no tiene nada que ver con nadie. Center field, Víctor Mesa; en el right, Lourdes Gourriel; y en el left, (Luis Giraldo) Casanova.

-Pitcher.

-Pedro Luis Lazo. Lázaro Valle es muy bueno, el Duque también, pero Lazo es el uno. Además, es mi hermano.

-Háblame de Lazo. Hace cuánto se conocen.

-Desde que empezamos en la Academia. A Lazo lo botaron de la EIDE porque tiraba flojo y después llegó a ser el pitcher más duro de Cuba. Fuimos compañeros de cuarto por doce años. Yo decía que dormía más con Lazo que con mi mujer. Salíamos de pase lunes y viernes, y el resto de la semana andábamos juntos. Me ayudó muchísimo.

-Y después…

-Después que yo salí no quise hablar con él. No quería que se buscara problemas, pero me mandó su teléfono y me dijo que tenía que llamarlo. Me siguió aconsejando. Lazo veía los juegos y me señalaba el codo arriba, cosas técnicas, soltar la bola un poco más abajo, en fin. Y ahora, desde que llegué, fue a buscarme, a verme.   

-Tu equipo de Cuba es Pinar del Río. ¿Y de la MLB?

-He jugado con cuatro organizaciones. Los Yankees, Chicago, estuve tres meses en Colorado y luego Filadelfia. Prefiero Chicago, no solo porque haya ganado la World Series. Sino porque esa fue mi ciudad. Ese fue mi equipo, me dieron toda la confianza y allí tuve mis mejores resultados. Sí, definitivamente ese es mi equipo de las Grandes Ligas.

-Uno supone que ganar la Serie Mundial, ese momento, trae un cúmulo de imágenes, de sensaciones. ¿Apareció Cuba en tu cabeza?

-Cuando yo voy para la loma llevo a Cuba en mi corazón. Juego para mi gente, me preparo a diario para eso. La Serie Mundial ha sido, junto a la Olimpiada del 96´, lo más grande en mi carrera. Entonces recuerdo que estábamos en la parada con los aficionados de los Medias Blancas y Ozzie me pidió que hablara. Había dos millones de personas. No sabía inglés, pero la gente quería que yo hablara. Mandé un saludo a Cuba, a Pinar del Río y luego a Chicago.

-¿Cómo es la relación entre los cubanos de Grandes Ligas? ¿Cómo es la mística interna?

-Lo que nos diferencia entre nosotros es el nombre del equipo. Yo le puedo pitchear a Kendry (Morales) y aunque me dé un jonrón luego vamos a comer juntos.

-¿Qué razones te llevaron a marcharte de Cuba?

-Nunca tuve problemas, siempre me atendieron bien. Me fui por ambición deportiva. Quería probarme en el mejor beisbol, hacer carrera, intentarlo. Tiene su precio, claro. Dejé a mi familia detrás. Mi padre falleció en 2004, hice el velorio por teléfono. Estuve diez años sin entrar a mi casa, pero ya te digo, yo quería probarme.

-¿Lo pensaste mucho?

-Lo pensé bastante. Costó años, tiempo.

-¿Hasta cuándo piensas seguir activo?

-Hasta donde pueda. Esto es lo único que sé hacer. Pitchear y sembrar boniato. Cuando no pueda jugar, vengo para acá a sembrar boniato.

-¿Fuiste al Capitán San Luis?

-No fui porque Pinar estaba jugando en Mayabeque. Si hubiera play off, yo me habría quedado para verlos.

-¿Le darías entrevista a un medio cubano?

-A todo el que venga, me duele que no hayan venido. Me encanta hablar para los cubanos, si ese soy yo.

-De noche, solo, qué piensa Contreras de todo esto. De Cuba, Estados Unidos, la distancia, el exilio.

-Ahora mismo me levanto y me quedo así y me digo: “¡Wow!, estoy de regreso”. Me arrepiento, en verdad, de no haber probado antes. Llegué a Grandes Ligas con treinta y dos años. Si hubiese llegado más joven, quién sabe lo que habría hecho. Por otra parte, me siento bien conmigo. Puse un poco de mí en Pinar del Río, en Cuba. Fui a Olimpiadas, Centroamericanos, Panamericanos, Copas del Mundo, y también jugué dos Series Mundiales. Estoy tranquilo.

-¿Habrá regreso definitivo?

-Uno nunca sabe. Yo soy de aquí, esta es mi tierra. Los dominicanos terminan una temporada y regresan a su país. Todos los hacen. Pero sí, quiero volver. Esta es la casa que me hizo el viejo, mi casa, la casa de los Contreras.

*En la foto: José Ariel Contreras y su esposa en su visita a Cuba

 

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