¿Quieres salir en una película de Hollywood?

Michelle Rodríguez y Vin Diesel, protagonistas.

Michelle Rodríguez y Vin Diesel, protagonistas.

Yo no me canso de decirlo, hay gente en la calle que hace gala de una inocencia desconcertante y al mismo tiempo deliciosa. Camino por San Rafael, rumbo al Parque Central. Como hago siempre, me detengo junto a la gente, escucho como quién no quiere la cosa las conversaciones de los grupos. Hoy se habla sobre todo de dos temas:

a) La rebaja de los precios del pollo y el aceite (mi mamá quiere que escriba una crónica al respecto, pero he decidido abstenerme, por el momento).

b) La filmación de la octava parte de la saga de Rápido y furioso en varias calles y barrios de La Habana.

Sobre el segundo tema estaban hablando cerca de la cafetería de la esquina de Águila. Ni le pongo ni le quito, no tiene desperdicio:

—¿Quieres salir en una película americana, de corredera de carros y todo eso? —pregunta una cuarentona enlicrada.

—¿De qué tú hablas, niña? —responde la mujer de al lado, más o menos de la misma edad y de la misma clase de licra.

—Hija, que están grabando una película americana por allá por el Ameijeiras. Han puesto carteles y todo. Y tú puedes ir y actuar, pero no te van a pagar por eso.

—¡Sí, ya, seguro! —clama la segunda con su cigarro en la mano. Si yo actúo en una película americana, me tienen que pagar un dineral.

La otra se le ríe en la cara.

—¡Ni que tú fueras Beyoncé! Tú tienes que darte con un canto en el pecho si te dejan salir en una película.

—¿Pero qué es lo que hay qué hacer? ¿Hablar y hacerse la muerta?

—¡Qué sé yo! Yo no he ido. A lo mejor es caminar entre los carros y poner cara de susto cuando choquen y exploten.

—Na, mi vida, eso es un peligro. Ahí hay que pagar por peligrosidad.

—Mija, ¿tú crees que los americanos trabajan a la locura? Todo eso está organizado.

—Deja, deja… Yo tengo cosas más importantes que hacer.

—Pues yo sí voy mañana con el Chino. Hoy no, porque él está trabajando. Pero mañana voy tempranito, a ver si salgo en la película. ¡Después no quiero envidia cuando me veas en el cine!

Y así las dejo, animadísimas en medio del río humano del boulevard, protagonista de un sinfín de historias cotidianas… con tantas o más peripecias que Fast & Furious

 

Filmación de Rápido y Furioso en La Habana. Foto: Reuters

Foto: Francisco Rodríguez Cruz

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