Nuestro bache es muy grande pero es nuestro bache

Foto: Kaloian.

Foto: Kaloian.

Ayer me puse a pasear
por las calles de La Habana
y en una sola mañana
vi algo espectacular.
Creo que pude contar
más de cien baches activos.
Baches grandes. Chicos. Vivos.
Enfermos. Cuerdos o locos.
Y les juro que son pocos.
Hay más y son adoptivos.

 

Hay un bache en Luyanó
en la entrada de un solar
que lo fueron a arreglar
y el bache dijo que no.
“Broder, ¿tú estás loco? Yo
soy de este barrio, consorte.
Así que cambia el deporte.
Y déjame como estoy.
Que si me arreglas me voy.
Me enfado y me voy pal Norte.

 

El bache de Mercaderes
no le habla al de Aguiar.
Y hay un bache en Fontanar
que cree que tiene poderes.
“¿Y tú quién te crees que eres?”,
le dice un bache de Vento.
Y un bache de K: “Lo siento,
pero yo soy del Vedado”.
Y un bache de 100: ¡cuidado!
¡No es asfaltil, es cemento!

 

El viejo Eladio Quintana
es Delegado Especial
al Congreso Nacional
de Bachología Urbana.
Es el mejor de La Habana,
de baches sabe un horror.
Sabe tanto este señor
sobre calles y bachismo
que se bautizó a sí mismo
“el bachólogo mayor”.

 

Y está intentando el paisano,
que la UNESCO, tan sensata,
reconozca la “bachata”
como un género cubano.
Él dice, muy campechano:
“Como que Habana es con Hache,
bachata viene de bache
y bache viene de Bach,
reglano primo de Nach
el rapero, ¡vaya escache!”

 

Y afirma que Juan Luis Guerra
(el del merengue en corbata)
empezó a cantar bachata
cuando visitó esta tierra.
Que se lo contó Juan Sierra,
el padre de su vecina.
Que Juan Luis en cierta esquina
el pie en un bache metió
y ahí mismo se le subió
toda la bilirubina.

 

Existe un bache en Galiano
que se quiere postular
para ser cráter lunar
con ascendente marciano.
Pero el gobierno cubano
al bache le hala la oreja
y ante la NASA se queja:
“¡Ladrones enciclopédicos!
¡Los peloteros, los médicos!
¿Y ahora los baches? ¡No, deja!”

 

En Monte y Belascoaín
hay un bache tan perfecto
que están haciendo un proyecto
para que no tenga fin.
Es un bache figurín.
Un bache altivo, elegante.
Un bache tan importante
que todo el mundo lo esquiva.
Un tipo a taparlo iba
y lo impidió un caminante.

 

Hay un viejo bache en Prado
que dice que es “del 90”.
Ustedes saquen la cuenta.
¡28 años! ¡Sagrado!
Dice que él se ha reinventado,
que se adapta, cambia, crece.
Dice que él no se parece
a ningún bache habanero.
“Oiga, ni en el extranjero
hay un bache como ese”.

 

Hay un bache en Escobar
y San Lázaro, en la esquina,
que si llueve se imagina
que es un pedazo de mar.
Un bache espectacular.
Una obra envidia de artistas.
Qué irregulares aristas.
Qué abstracción. Qué fina obra.
Ya una vecina le cobra
las fotos a los turistas.

 

Hay un bache en G que es Emo.
y uno en 23 que es Friky.
Un bache en Línea que es Miki.
Y uno en O que es Répa. Temo
que llegados a este extremo
otras calles del Vedado
exijan al Delegado
de cada Circunscripción
un bache digno, un bachón,
como el gran bache de Prado.

 

Hay barrios muy populares,
superbacheados, felices.
Con baches de hondas raíces,
oriundos de esos lugares.
Incluso los escolares
los protegen (muy oportuno).
Cada niño tiene uno.
Cuando un niño mete el pie
dice: “¡Bache… Te adopté!”
Y sufre si no hay ninguno.

 

Los chóferes de almendrones
también son muy cuidadosos.
Se ponen hasta nerviosos
si hay baches. Y los camiones,
los taxis, los peatones,
los flacos bicitaxistas.
Incluso hay varios bachistas
que están presos desde ayer
por intentarle vender
baches a algunos turistas.

 

El Paquete Semanal
dice –y no se ruboriza–
que Google Maps localiza
baches en la capital
por vía satelital.
Y hace poco me llegó
un chisme que me impactó:
Un muchacho de Cienfuegos
ha creado el vídeojuego
Pokémon Bache Go Ñooo!

 

En fin, que la bachería
se sostiene y se mantiene.
Ya cada cubano tiene
un bache en su geografía.
Incluso en la calle mía
y en el toda la capital
los baches siguen igual.
No pueden ser arreglados
porque han sido declarados
Patrimonio Nacional.

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