“The Art of the Deal”

Donald Trump posa luego de una entrevista para Bloomberg Television en Trump Tower, Nueva York. Foto: John Taggart / Bloomberg vía Getty Images.

Donald Trump posa luego de una entrevista para Bloomberg Television en Trump Tower, Nueva York. Foto: John Taggart / Bloomberg vía Getty Images.

¿Donald Trump es bueno o malo para Cuba?

Esa es la pregunta del momento, para la cual nadie parece tener una respuesta certera. El nuevo presidente electo se ha dicho y contradicho en relación con su posición hacia Cuba, sin mencionar su ya público interés comercial en acuñar a la Isla con su súper logo. Partiendo de estos presupuestos, es algo difícil y prematuro descifrar su verdadero sentir, o anticipar su proceder. Adivinar a Trump es como jugar a las escondidas, sin contraparte.

Yo no conozco a Donald Trump, confieso que muchos años atrás cuando aspiraba a ser empresario, leí su libro, The Art of the Deal, el cual aún conservo. Sin embargo, tenemos uno o dos amigos en común, incluso, uno de ellos forma parte de su equipo de transición y probablemente será de su gobierno. Me dicen, a pesar de lo que todos conocemos a través de la prensa –los escándalos, insultos y su twittermanía– que es un hombre muy inteligente, excelente padre, buen amigo y con mucho sentido del humor. Al preguntar a uno de estos amigos cuál será su política hacia Cuba (pregunta que he hecho ahora y durante la campaña), la respuesta siempre ha sido la misma: “Trump será muy bueno para Cuba, va a ser mejor que Hillary, he is pro business, él solo quiere hacer un mejor ‘negocio’ que el que hizo Obama”.

Valga aclarar que Obama no hizo “un negocio”; Obama hizo lo que pudo para desmontar una política errada, incoherente e injusta hacia el pueblo cubano, que no solo empaña la imagen de EE.UU., sino que va en contra de sus intereses.

¿Pero qué significa para Trump hacer “un mejor negocio”? No debe ser tener una o varias torres Trump along the Malecón, o un Golf Resort en Varadero. Me preocupa que Trump vea a Cuba como un juego de Monopolio. Espero sea algo más serio, y que promueva el interés mutuo en un entorno de respeto. Por ahora que no cunda el pánico; es posible que mi amigo tenga razón: sería extremadamente contraproducente y prematuro reaccionar, es de sabios esperar.

Si algo aprendí de su libro, The Art of the Deal, fue que el arte de saber negociar, no es más que el arte del compromiso.

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