Un PaZillo diferente

Posicionar una noche diferente con buena música cuidadosamente seleccionada y diversa fue el criterio de sus fundadores.

El bar de hamburguesas y tapas, PaZillo, es el único sitio privado de moda en la Habana donde puede disfrutarse de una variada programación musical en vivo.

Ya ha celebrado su primer aniversario, y califica como un espacio ganado a la noche capitalina, aunque desde el mediodía su barra y sus fogones ofrecen interesantes propuestas en un relajante ambiente chill out.

Foto: Cortesía Bar Pazillo.

Como sugiere el nombre, su área principal es un pasillo, de los típicos laterales de las casonas de El Vedado (5ta. entre 4 y 6), a pocos metros del Malecón.

El nombre, según expresó a OnCuba su propietario Maikel Paz, corresponde a una falta ortográfica que él detectó entre las propuestas de denominaciones. Y vio que así funcionaba mejor, porque además llevaba la z de su apellido.

Abierto, cálido e iluminado, este sitio innovador es sensual y atractivo más allá de la visualidad y la atmósfera de su entorno. La variedad y la relación calidad-precio del lugar lo convierten en uno de los imprescindibles para conectar con amigos, sociabilizar y conversar, acompañados tanto de tenues melodías como de las conocidas presentaciones en vivo de la mejor música cubana contemporánea.

Foto: Cortesía Bar Pazillo.

Posicionar una noche diferente con buena música cuidadosamente seleccionada y diversa fue el criterio de sus fundadores. Romper el facilismo impuesto por la industria cultural, tanto en la música ambiental como en las presentaciones en vivo, continúa siendo su objetivo.

En su escenario se han presentado artistas de disímiles estilos y generaciones: Ray Fernández, David Torrens, Frank Delgado, Raúl Torres, Reinier Mariño y Grethel Barreiro, entre otros. Muy importante: nada de reguetón ni música popular bailable, solo sonoridades afines al ambiente sosegado que se percibe desde que entras.
También se realizan actividades temáticas como PaZillo Pride, dedicado a un público abierto y sin prejuicios, entre otros eventos más allá de la música.

Su ambientación desenfadada y original favorece la experiencia sensorial de quienes se acerquen a este original PaZillo. Su servicio, íntimo, personalizado y coloquial hace que el cliente se sienta en casa y desee regresar.

Foto: Cortesía Bar Pazillo.

Proponen un menú en sintonía con la decoración. Consta de tres áreas: un jardín con un cómodo sofá y cojines, ideal para un grupo de amigos; un área interior con la barra, el escenario y mesas, que permanece abierta o climatizada, y el pasillo lateral, muy aprovechado con mesas y banquetas, excelente para las tardes y degustar la oferta gastronómica. Más de 50 combinaciones de hamburguesas con diversas guarniciones, agregos, salsas y panes junto a variadas tapas, puede encontrar el comensal. Ya son famosas por su calidad, tamaño y recetas únicas, las de res como las de cordero, cerdo y pollo.

Otro de los aciertos de PaZillo es su variada coctelería. Más de 150 cocteles, algunos exclusivos del sitio por lo complejo de sus elaboraciones y obtención de las materias primas. Siguen las actuales tendencias internacionales como la mixología, mientras ofrecen cocteles tradicionales y otros versionados como el favorito de muchos: el Mojito De Aquí, confeccionado a base de ron 7 años, romero fresco, vino blanco y agua tónica.

Hay cocteles para todos los gustos y una amplia gama de rones arreglados que se preparan en la casa. Tienen ahora mismo 23 sabores, es el único sitio en Cuba con esta oferta que ha sido muy bien acogida por el público.

El ron se “arregla” mediante la maceración de plantas y especias varias o bien mezclándolo con caramelos. Puede arreglarse con casi todo, y se bebe como aperitivo o digestivo, además de prestar su aroma en algunos platillos. El preferido, según cuentan los dependientes, es el de picante, aunque el de caña y granos de café tiene un encanto especial.

Foto: Cortesía Bar Pazillo.

“La base de todos es de Añejo Blanco y lo servimos en tablas, son pocos los que se marchan del sitio sin probar la novedad. Un cliente los probó todos en una misma noche, otros se hacen adictos y prueban nuevos en cada visita”, agregó Paz.
PaZillo es un bar atípico que se complementa con el trato y la calidad de una propuesta gastronómica sincera y auténtica.

Foto: Cortesía Bar Pazillo.

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