AirBnB también en Cuba: mi casa es tu casa

Airbnb, la compañía norteamericana de anuncios para alojamientos en viviendas particulares, que opera en más de 190 países y 34 mil ciudades de todo el mundo, acaba de dar a conocer su más reciente incorporación: desde este jueves muestra propiedades en alquiler en Cuba.

En pocas horas aparecieron cerca de mil anuncios de toda la isla en este gran mercado en el que se puede descubrir y reservar hospedajes y alquileres. La mayoría en La Habana (40 por ciento), aunque también hay casas particulares asequibles en Matanzas, Cienfuegos y Santa Clara. Airbnb, además, dice estar “ansioso de ampliar su presencia en otras zonas de la isla en los próximos meses”.

“Durante más de 50 años, Cuba ha estado fuera del alcance de la mayoría de los estadounidenses”, dijo en un comunicado Nathan Blecharcyk, cofundador y director de tecnología de Airbnb. “No podríamos estar más contentos de anunciar que, a partir de hoy, los viajeros estadounidenses con licencia podrán experimentar la cultura única y la calurosa hospitalidad que hace tan especial a esta isla mediante nuestra nueva comunidad cubana. (…) La idea es apoyar el crecimiento en los viajes que no es perjudicial, que en realidad celebra y conserva Cuba como un destino distinto”, agregó.

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Por el momento la oferta está reservada solo a ciudadanos estadounidenses, aunque la empresa dice que espera ampliar eventualmente el servicio a otras nacionalidades.

Al tratarse de Estados Unidos y Cuba, el comunicado habla de “viajeros” y no de “turistas” puesto que oficialmente los estadounidenses aún no pueden hacer turismo en la isla, si bien en enero ese Gobierno flexibilizó los viajes con la posibilidad de calificar en una de 12 categorías permitidas, con lo cual estas visitas se han multiplicado.

Como en el caso de Netflix, expandir un servicio de Internet a Cuba implica superar una serie de desafíos que incluyen el escaso e irregular acceso a la Web desde la isla, las limitadas opciones de pago por Internet, y el intrincado manojo de dificultades que supone el aún vigente bloqueo de Estados Unidos. Sin embargo, Airbnb comienza a abrirse paso en un mercado que debe crecer en muy poco tiempo, a lo que se agrega la ventaja de la nula competencia que pueden hacer las plataformas locales que brindan este servicio, como www.casasencuba.com, www.livingcuba.com, www.mycasaparticular.com, entre otras.

Solo alrededor del 4 por ciento de los hogares cubanos tienen acceso a Internet de algún  tipo, por tanto, la compañía debió encontrar intermediarios locales para manejar los listados y conectar con los clientes. Esto provocó dificultades con el pago, puesto que la mayoría pidió dinero en efectivo, que no es la práctica acostumbrada por Airbnb. Normalmente pagan los viajeros en línea, y el sitio recorta un 3 por ciento y transfiere el resto a la cuenta bancaria central. Así Airbnb tuvo que contratar a un remitente autorizado para hacer los pagos en su nombre. La compañía eligió VaCuba con sede en Florida, que se especializa en el envío de dinero en efectivo y regalos a las familias.

“Lo que ha hecho Airbnb es muy creativo”, dice Collin Laverty, fundador de Viajes a Cuba para la Educación, que organiza programas de intercambio. “Cuba es realmente una mala palabra en el mundo de la banca”, sentenció.

Al ser una plataforma que conecta a los clientes con arrendatarios, no se involucra con cuestiones relativas a los bienes raíces y quien los posee, uno de los temas pendientes en el camino a la normalización. De modo que la inversión de Airbnb elude la “resaca” de ruptura y la reclamación por daños y perjuicios de propiedades y simplemente le tomó el tiempo de negociar el derecho de operar.

Por otro lado, la compañía espera “una demanda significativa de alojamientos cubanos desde EEUU”. Aseguran haber registrado desde el 17D un aumento del 70 por ciento de las búsquedas de alojamiento en Cuba por usuarios estadounidenses. Apuntan sus datos que en el año en curso los estadounidenses buscan alojamiento en Cuba más que en Río de Janeiro, Buenos Aires o Ciudad de México, destinos privilegiados en América Latina.

Esto es apenas una seña de la potencia de este mercado si se levantaran todas las limitaciones al turismo en Cuba que Estados Unidos impone, asegura la Sociedad Americana de Agentes de Viajes (ASTA), que representa el 80 por ciento de todos los viajes vendidos en EEUU mediante agencias. Estiman que si terminan las restricciones al turismo a Cuba en 2015, no menos de 2 millones de estadounidenses más visitarían la isla hasta 2017, cifra nada despreciable en comparación con el promedio de medio millón de estadounidenses que visitaban Cuba antes de los anuncios de diciembre, en su mayoría cubanoamericanos, quienes desde 2009 ya no tienen limitaciones en tal sentido.

Airbnb se suma a la primera oleada de compañías de Estados Unidos que se establecen en la Isla desde que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaran el restablecimiento de relaciones diplomáticas. La precedieron Netflix y Amazon. American Express y Mastercard han empezado ya a realizar las gestiones para poder permitir el uso de sus tarjetas de crédito en Cuba, a la vez que se esperan cada vez más vuelos directos entre los dos países.

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