Cuba fuera de la lista pero todavía aislada del dólar

Este 29 de mayo los funcionarios del Departamento del Tesoro que vigilan y persiguen las transacciones de Cuba con el resto del mundo, regresaron a su trabajo como todos los días. Borrar el nombre de la isla caribeña del listado de estados auspiciadores de terroristas no altera ninguna de sus rutinas en la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), encargada de hacer cumplir el programa de sanciones contra la economía cubana.

“A pesar de la eliminación de Cuba de la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, la mayoría de las transacciones relacionadas con Cuba o con un ciudadano cubano, incluyendo las transacciones con el Gobierno de Cuba, continuarán siendo prohibida por el Reglamento de Control a los Activos Cubanos, a menos que lo autorice la OFAC” explicó a OnCuba el portavoz de esa oficina, Hagar Chemali.

El secretario de Estado norteamericano John Kerry hizo efectiva la rescisión anunciada el pasado 14 de abril, tras terminar el período de 45 días previsto para que el Congreso expresará su parecer. El Capitolio de Washington no hizo silencio, pero tampoco actuó en contra de la decisión adoptada por el presidente Barack Obama, por recomendación del Departamento de Estado.

La bancada republicana en la Cámara de Representantes y en el Senado de los Estados Unidos no presentó una resistencia simbólica, a pesar de los esfuerzos organizativos de la representante republicana por La Florida, Ileana Ros-Lehtinen: un antecedente que casi ofrece un pronóstico de cómo podría transcurrir otros debates acerca de asuntos relacionados con Cuba.

La única protesta formal vino en la forma de un comunicado, firmado por el congresista republicano Ed Royce, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, quien criticó el anuncio de exclusión en cuanto el Departamento de Estado lo dio a conocer en abril pasado.

¿Un nuevo comienzo?

Los beneficios de la exclusión estarían, según el economista cubano Pavel Vidal,  en la disminución del riesgo financiero “y ello ayuda a las inversiones, los préstamos y el comercio”; un plus en favor de los proyectos de inversión extranjera en la nueva economía criolla.

Pero la pesadilla no ha terminado. El abogado estadounidense Robert Muse, especializado en las relaciones Cuba-EE.UU., sostiene que los problemas financieros van mucho más allá de la presencia o no del país en la lista de patrocinadores del terrorismo.

“Es ilegal para cualquiera en el mundo comerciar en dólares estadounidenses si hacen negocios con la isla. Si Cuba le compra hierro a Rusia, pero el pago es en dólares, entonces pasa por el sistema de Nueva York y es inmediatamente congelado.”

Estados Unidos deberá en el futuro despenalizar el uso del dólar en las transacciones con Cuba, una decisión que le tomaría a Obama el tiempo que demoraría escribir su nombre en el papel, ironizó Muse. De lo contrario, el gobierno de Raúl Castro seguirá enviando reportes anuales las Naciones Unidas, con su propia lista de instituciones multadas o perseguidas por el ‘delito’ de operar con las cuentas de sus nacionales.

Al menos el banco Stonegate no tendrá que preocuparse por la situación particular que impedían a sus pares en Estados Unidos aceptar los depósitos de la Oficina de Intereses cubana en Washington, uno de los obstáculos que dificultaban el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

La salida de Cuba fuera de la lista de países patrocinadores del terrorismo es un paso hacia adelante, aunque las prohibiciones todavía vigentes hagan difícil saber dónde exactamente caerá el pie.

lista_web
Desde esta mañana, Cuba fue removida de la lista publicada en el sitio web del Departamento de Estado.
Salir de la versión móvil