EE.UU. confirma 16 afectados por “incidentes acústicos”

Foto: Perfil de Facebook de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana.

Foto: Perfil de Facebook de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana.

El gobierno de Estados Unidos confirmó este jueves que 16 estadounidenses sufrieron afectaciones de salud en Cuba, como consecuencia de presuntos y misteriosos “incidentes acústicos”.

“Podemos confirmar que 16 miembros de la comunidad de la embajada han sufrido algún tipo de síntoma, y han sido tratados en Cuba y los Estados Unidos”, indicó en una rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.

Entre los afectados, Nauert precisó que figuran tanto diplomáticos como familiares de empleados de la embajada estadounidense en La Habana. No obstante, subrayó que aún se ignora quién es el responsable de este enigmático suceso.

“Consideramos la situación como extremadamente seria (…). No conocemos quién es el responsable, la investigación está en marcha”, afirmó la vocera, quien apuntó también no tener noticias anteriores “de este tipo de actividad”.

Agregó que “algunos” de los afectados están todavía en Cuba mientras “otros” regresaron a Estados Unidos.

Funcionarios de inteligencia estadounidenses han comentado que se valora una serie de posibilidades, basadas en los síntomas reportados, y que todavía no está claro si ondas sonoras ultrasónicas son las culpables de lo sucedido. También podrían haber sido ondas de radio o incluso un intento de envenenamiento, dijo un funcionario citado por la NBC.

Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, se limitó a señalar en rueda de prensa que el presidente Donald Trump ha sido informado de los incidentes.

Tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como el gobierno cubano están investigando los hechos, que según el Departamento de Estado tuvieron lugar a finales de 2016 y se detuvieron en esta primavera.

Aunque la administración Trump se ha referido públicamente a “los incidentes”, no ha confirmado los informes de prensa que apuntan a que los diplomáticos fueron víctimas de un “ataque acústico” con “dispositivos de sonido” que les habrían hecho perder capacidad auditiva.

El gobierno estadounidense decidió expulsar en mayo a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington por considerar que La Habana no cumplió adecuadamente su obligación de proteger al personal estadounidense.

El gobierno cubano ha negado dirigir cualquier acción contra los empleados estadounidenses y mostró su disposición a realizar una investigación conjunta.

En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla afirmó que “Cuba jamás ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción”.

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Según la declaración, el gobierno cubano tomó “con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente”, al tiempo que calificó como una “injustificada e infundada decisión” la expulsión de sus dos diplomáticos de Washington.

Estados Unidos han dejado abierta la posibilidad de la participación de un tercer país en los hechos.

¿Ataque acústico o argumento a lo James Bond?

De acuerdo con CNN, el misterioso ataque contra los diplomáticos estadounidenses en Cuba plantea preguntas sobre armas “que suenan más a algo de James Bond que a la realidad”.

Funcionarios del Departamento de Estado dijeron a CNN que su gobierno cree que dispositivos sofisticados que operan fuera de la gama de sonidos audibles fueron desplegados dentro o fuera de las residencias de los diplomáticos en La Habana y provocaron daños a su salud.

Ante este hecho, expertos citados por el medio estadounidense opinan que “la pregunta no es solo qué tipo de arma podría haber sido utilizada, sino si el daño fue causado por un arma siquiera”.

Si bien se está llevando a cabo una investigación multiinstitucional, la información disponible públicamente es anecdótica en gran medida y no es una buena base para sacar conclusiones, advierten estos expertos. Señalan una serie de factores que plantean dudas, entre ellos el hecho de que las armas sónicas no producen resultados consistentes.

Otros especialistas consultados señalan que resulta ilógico que los “incidentes acústicos” ocurrieran en un momento en ambos países estaban trabajando para mejorar las relaciones bilaterales. “¿Por qué elegir ese momento para participar en una campaña de acoso particularmente perjudicial?”, se preguntan.

Expertos como Sharon Weinberger, periodista y autor de The Imagineers of War: The Untold Story of DARPA, apuntan a otras posibilidades, incluyendo factores ambientales. Por su parte, el ex-oficial de servicio exterior James Lewis señala la posibilidad de un error humano, en particular una operación de vigilancia que resultó mal.

Lewis, vicepresidente senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, señala que es común el uso de dispositivos basados ​​en el sonido para llevar a cabo la vigilancia.

De acuerdo con un funcionario citado por CNN, los estadounidenses están investigando si un tercer país está involucrado como “retribución” por las acciones que Estados Unidos ha tomado en otros lugares y “conducir una cuña” entre los gobiernos estadounidense y cubano”.

Para Weinberger, la idea de usar el sonido como un arma “se remonta casi a los tiempos bíblicos”. En la actualidad artefactos de este tipo son utilizados por los ejércitos y departamentos de policía de varios países, entre ellos Israel y los propios Estados Unidos. También por empresas privadas.

Sin embargo, “repetidamente” los estudios han encontrado que “estas armas no funcionan en general”, explica la experta. “Lo que ves es que el sonido afecta a diferentes personas de manera diferente, y por lo tanto no es un arma efectiva en ese sentido”.

Tanto Lewis como Weinberger opinan que si el objetivo era acosar a los estadounidenses, “un ataque silencioso e invisible no sería psicológicamente efectivo porque las víctimas no sabrían que estaban siendo acosadas”.

La incógnita continúa.

EFE / OnCuba

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