Madame Mompié, ¿a qué huele Haila?

Foto: Alain L. Gutiérrez

Foto: Alain L. Gutiérrez

Lo primero que uno quiere preguntarle a Haila después de saber que su perfume Madame Mompié está a la venta en Cuba, es si no tiene miedo de pasar por ridícula entre los que siempre la han tenido como uno de los personajes más estrafalarios entre las celebrities cubanas.

Su respuesta es tajante y, aunque no dice exactamente que le importa un pepino lo que piensen de ella y su perfume, de alguna manera es eso mismo lo que dice: “Imagínate tú. Estamos en una sociedad en la que se critica todo y en la que no se estila que los artistas, los deportistas, los famosos tengan ni su línea de ropa, ni cosmética, ni su fragancia. Me encantaría una Cuba así. Aquí hay gente que tiene talento para eso. Y muchos somos populares, y capaces de vender cosas a nuestra fanaticada”.

Foto: Alain L. Gutiérrez

Nos encontramos con Haila en Miramar, en uno de esos restaurantes que siguen abriendo por decenas en La Habana. Aunque el objetivo de nuestro encuentro es hablar esencialmente de su fragancia, Haila insiste en pedirle al dependiente unas croquetas que le gustan mucho, para que nosotros (el fotógrafo y yo) las probemos.

—Muchas gracias, Haila, aunque sinceramente no me imaginaba a «La Diva del Pueblo» comiendo croquetas— le digo.

—Sí, pero estas son unas croquetas gourmet, que conste. Hay croquetas y croquetas.

Haila dice que los cubanos “se han tomado muy en serio lo de «La Diva del Pueblo»”. Una de las cosas que sus detractores le achacan es haberse autoproclamado como tal, aunque nos explica que no es ella, sino el propio público, el que tiende a “encasillarla” en los proyectos de los que es parte.

“Mientras estuve en Bamboleo, yo era «Haila la de Bamboleo». Cuando estuve con Azúcar Negra, la gente decía «Haila, la de Azúcar Negra». Lo de «La Diva del Pueblo» se le ocurrió a Eddy K. Fue un tema de ellos en el que me invitaron a cantar.

La carrera artística de Haila no comenzó exactamente en el canto, sino en el baile, especialidad que estudió en una Escuela de Arte de Santiago de Cuba (Haila nació en Amancio Rodríguez, Las Tunas) hasta que la expulsaron.

– La danza requiere de un rigor inmenso -explica. Y con este volumen…

Haila comenzó a hacerse popular en Bamboleo, la orquesta de las mujeres rapadas. A finales de los 90 Leonel Limonta crea Azúcar Negra, donde Haila pasa a ocupar más protagonismo en una banda hecha a su medida. En 2001, cuando ya era conocida en Cuba entera, sale al mercado Haila, su primer disco como solista. Desde ese álbum, la intérprete ha sacado Diferente (2004), Live (2002), Tal como soy (2008) y Mala (2011).

Entre un cuento y otro, terminamos con las croquetas, que francamente están muy buenas. “Yo soy de comer muchas verduras. Me gusta la hierba. Por así decirlo, hasta la hierba de parque. Cuando salió la moringa a mí me dio por eso. Me servía las ensaladeras llenas de moringa. Aunque también disfruto mucho la comida gourmet, mezclar sabores con colores. Por ejemplo, el chocolate con queso y cosas así. Y la comida cubana: la vaca frita, la ropa vieja, los tostones”.

Haila viste de azul oscuro y mangas largas. El pelo: corto y rubio como cuando cantaba en Bamboleo. El resto de su indumentaria lo conforman unos zapatos de tacón bastante alto, un bolso oscuro de Michael Kors, unos pendientes de Chanel con pequeñas piedras blancas incrustadas y un collar también de piedras, esta vez no muy pequeñas.

– Dime Haila, ¿tú eres una persona consumista?

– Totalmente consumista. (Risas). Yo compro todo el tiempo. Todo el tiempo. Todo el tiempo. A cada país que llego, llego comprando. Es como una enfermedad.

– ¿Y qué es lo que más compras?

– Ropa, zapatos, maquillaje.

– ¿Qué perfumes te gustan?

– Me gustan los perfumes florales, dulces. El Alien de Thierry Mugler, el Chinatown de Bond New York, el Loulou de Cacharel, que es un perfume que ya no se fabrica.

– Ahora mismo ¿cuál tienes puesto?

– El Chinatown.

Haila describe el olor de Madame Mompié como un olor “a jazmín, a melocotón, a flores. Un aroma bien tropical, pero para usar de noche”.

Aunque muchas celebrities en el mundo (no solo cantantes, sino cualquiera cuyo nombre se haya convertido en una marca) tienen sus propias fragancias, solo unos pocos admiten usarlas personalmente, puesto que las preferidas de la mayoría siguen siendo las mismas marcas de siempre: Chanel, Christian Dior, Marc Jacobs, Narciso Rodríguez….

Foto: Alain L. Gutiérrez

– ¿Tú te echas Madame Mompié?

– Yo sí. Yo soy fanática de mi fragancia. Lo que pasa es que no tengo ningún frasco porque todo el mundo me los quita de la bolsa. La madrina de mi marido no puede ver mi bolsa porque se lleva el perfume que yo tenga por ahí.

Aned Mota, su esposo y actual productor y manager, quien fuera por casi 20 años vocalista de la popular Charanga Habanera, está sentado a la mesa con nosotros. Haila y Aned tienen fama de ser una pareja bastante romántica. “Ahora que trabajamos juntos, viajamos juntos. Vivimos en una luna de miel eterna”, dice él.

Haila se ha olvidado de traer una muestra del frasco de Madame Mompié a la entrevista. Entonces Aned consiente en ir a la casa de su madre a buscar uno, para que podamos olerlo y sacarle un par de fotos. Media hora después, cuando Aned regresa, examinamos el frasco, que contiene 75 mililitros de un líquido amarillo dentro de lo que simula el torso de una mujer, y que es considerablemente similar a los frascos más clásicos de la marca francesa Jean Paul Gaultier.

“La botella –Haila acota– también es muy parecida a la de una de las fragancias de J.Lo. (Jennifer López). Parece que J.Lo. y yo tenemos los mismos pensamientos a la hora de buscar este tipo de cosas. Quería un frasco que simulara el cuerpo de una mujer. Y un nombre que sonara fino, elegante”.

Un experimento

Aned nos explica que muchos artistas cubanos han fabricado sus fragancias fuera de Cuba, lo cual parece ser un proceso relativamente fácil. “Nosotros tenemos amistades en Milán, que le han hecho perfumes a La Charanga Habanera y que han querido hacerle un perfume a Haila. Pero no tiene ningún sentido crear algo así en Italia. Si el perfume primero no se lanza correctamente en Cuba y se da a conocer en las 15 provincias, no creo que trascienda como producto cubano auténtico”.

Foto publicitaria de Madame Mompié

La promoción para este nuevo emprendimiento es una de las cuestiones más borrosas en un fenómeno que parece anacrónico en Cuba. A todas luces, Madame Mompié es un gran experimento, incluso cuando tiene como precedente el popular Alicia Alonso, inspirado en la legendaria bailarina cubana.

El fenómeno de los “perfumes de artistas” conlleva el rodaje de comerciales y costosas campañas publicitarias, que entrarían en contradicción con la naturaleza de los medios cubanos, todos propiedad del Estado y con un bajo (casi nulo) nivel de publicidad en sus contenidos. Así, Haila y su perfume, cuando sobrepasamos lo anecdótico y lo folclórico, nos ponen delante de estas dos Cubas en pugna: la que da el paso de aprobar la producción industrial de algo que imaginamos más en Nueva York que en La Habana, y la que, contradictoriamente, luego no es capaz de llevarlo a cabo en toda su medida, como si avanzara hacia algo en lo que quiere incursionar, pero aún muy tímidamente, casi con vergüenza.

Aunque Aned dirige Salamandra Producciones, la empresa audiovisual de Haila, y según el ex cantante sería muy fácil hacerle un comercial a Madame Mompié, todos comprenden que bastante se ha hecho ya, y por ahora se conforman con que se le haya entregado a la artista algunos frascos para que pueda mostrarlos en sus presentaciones, y aprovechar (lo cual nadie le ha prohibido) para decir dónde está disponible.

Luego del lanzamiento oficial de la fragancia, en diciembre pasado, Haila y Aned estuvieron haciendo gestiones durante meses para que el perfume saliera finalmente a la venta en Cuba. “La credibilidad es lo que más nos preocupa”, señaló Haila en el momento de la entrevista. “Todo se quedó en stand by. Hemos movido cielo y tierra, pero siempre hay un sesudo detrás de todo para poner barreras y trabas. Es como el pan nuestro de cada día”. Sin embargo, ayer en la tarde la artista publicó en su página oficial de Facebook que Madame Mompié está finalmente a la venta en la Casa del Perfume de la Habana Vieja, en calle Teniente Rey y Mercaderes. “La fragancia pronto estará también disponible en las Tiendas Caracol y el Centro Comercial plaza Carlos III”, comentó Haila a un usuario en su página.

Según Aned, antes de que saliera a la venta, había en almacenes 32 mil unidades listas para su comercialización. Sin embargo, presentaron dificultades con la codificación de la marca Madame Mompié, inscrita por ellos en Suchel, y bajo la que Haila deja usar su nombre a la empresa cubana, sin fines de lucro.

Es decir, económicamente hablando, Haila no ganará nada con la fragancia que lleva su apellido. En las conversaciones de ella y su esposo con Suchel se acordó que el perfume era una colaboración de la artista con la empresa, y por ende, con la perfumería cubana, a través del consentimiento en el uso de su imagen.

– Entonces, básicamente lo que ella gana con esto es promoción. ¿No?

– Haila no es una artista que necesite mucha publicidad -explica Aned. Pero sí pensé que era una pincelada atractiva, novedosa y que tiene mucho que ver con ella. Haila tiene un gran poder de convocatoria. Y de todo esto se trata, de apoyar la perfumería cubana y llevarla a otro nivel. Queremos mostrar lo que se puede hacer combinando la perfumería con el arte.

“El 14 de febrero pasado, día de San Valentín, se hizo una cola inmensa en las afueras de la Casa del Perfume en La Habana Vieja, porque muchos fueron a buscar Madame Mompié para comprarlo”, nos cuenta Haila, quien también dijo en Facebook que el frasco se cotizará en 8.95 cuc, un precio similar al de otros perfumes cubanos como Mariposa o Camerata, algunos de los que han sido considerados por los propios perfumistas cubanos como los mejores logros de la perfumería nacional en las últimas décadas.

El perfumista de las estrellas

Haila junto a José Luis Mayoral, el creador del perfume

El hombre que creó Madame Mompié se llama José Luis Mayoral. Todo comenzó cuando expuso su tesis para graduarse de perfumista en uno de los cursos de Perfumería que imparte Suchel Fragancias. Según Mayoral, Madame Mompié está inspirado en el videoclip de la canción Mala, incluida en la producción discográfica de Haila del mismo nombre.

Mayoral, de 43 años, es un nerd de la perfumería. En su casa guarda una colección privada de miniaturas de perfumes originales que sobrepasa los 200 frascos, lo cual le ha servido para ejercitar y ampliar su memoria olfativa, una de las aptitudes fundamentales para los perfumistas. Antes de que Mayoral pudiera usar el nombre de Haila en su proyecto, el perfume se llamaba Desafío. La descripción del olor se la dejamos a él:

“El perfume estalla con una nota de salida o tope frutal de manzana, pasando por una nota media o de corazón muy floral (rosa roja, jazmín, gardenia, magnolia y nardos), y un toque cálido de notas de heliotropo, hasta la nota  de fondo apolvada y oriental más clásica, con mucha vainilla, ámbar y almizcles sensuales”.

“Cuando él fue a hacer el perfume –dice Haila- le preguntó a alguien cercano a mí cuáles eran los olores que más me gustaban, los perfumes por los que yo transitaba. El bouquet del perfume tiene exactamente los olores que yo usaría”.

Sobre la calidad de Madame Mompié, Mayoral explica que “tiene una buena calidad competitiva, a pesar de que en él no se emplearon absolutos de flores naturales de precios tan caros, sino reconstituciones de estos absolutos, lo cual no le resta su toque natural. En este perfume empleo un total de 60 materias primas, que vienen en su mayoría de proveedores de empresas como Robertet (Francia), Ventos y  Sensient  (España), Givaudan (Suiza)  y Meheco (China).

En su medio, muchos llaman a Mayoral «El perfumista de las estrellas». De los pocos perfumistas que gradúa Suchel Fragancias (junto con Mayoral se graduaron solamente tres más) nadie parece interesarse como él por esta rama de las celebrities. “Tal vez porque nadie le da importancia a lo que representaría poder darle más prestigio y vida a la perfumería cubana a partir de los perfumes personalizados”.

Madame Mompié no es el primer proyecto al que lo inspira su admiración por un artista cubano. Y al parecer, Haila tampoco es la única celebrity de la isla en dar su consentimiento para que se use su nombre estampado en una botella de perfume.

“Hasta ahora –cuenta Mayoral- Madame Mompié sí es el único de varios de mis proyectos de perfumes para artistas que se aprueba para ser producido industrialmente. Yo trabajé también junto a otra perfumista en un diseño  para una fragancia de Polo Montañez, que contó con la aprobación de su familia en Las Terrazas”.

El proyecto para hacerle un perfume a la memoria de Polo ya ha sido aprobado. Mayoral tiene la esperanza de poder producir “Guajiro natural” algún día. Hace un tiempo, el perfumista también trabajó en un diseño para la actriz y presentadora de televisión Edith Massola, “con su total  aprobación”. Edith incluso había elegido el nombre de su fragancia, que se habría llamado Eau de Edith. Mayoral dice que el proyecto se ha quedado en stand by.

Sin embargo, las fragancias con las que más fantasea el perfumista giran alrededor de dos figuras por las que siente gran admiración: la bailarina Lizt Alfonso y el cantautor Carlos Varela: “No he tenido forma de poder llegar a esta gran mujer, cuyo talento admiro mucho. En el caso de Carlos Varela, también soy fan de todo su repertorio musical. Es el mejor de los mejores”.

Fragancias made in Cuba

Después de 1959, las esferas de la cosmética y la perfumería en Cuba se afectaron seriamente a partir del proceso de nacionalización de las empresas extranjeras radicadas en la isla. En su texto Breve historia de la perfumería en Cuba, Careni Lorenzo rememora cómo las antiguas fábricas y talleres de cosmética pasaron a propiedad del gobierno revolucionario, y sus anteriores dueños abandonaron el país.

Desde el siglo XIX la industria de la perfumería en Cuba “tuvo la preponderancia de la perfumería europea, representada fundamentalmente por Francia, y en menor medida por Alemania y España. En la Isla se podían encontrar productos franceses en todos los establecimientos de ventas de perfumería, farmacias y casas particulares donde vivían los agentes exclusivos de venta de estos productos”.

En 1860 se fundó Sabatés, la primera fábrica de cosmética y productos de aseo de Cuba. En 1863 se creó Crusellas, una fábrica similar. Sabatés y Crusellas lideraban la producción y comercialización de la cosmética cubana,  antes de aliarse años más tarde con otras empresas extranjeras, para sobrevivir a la competencia. Con la llegada de los norteamericanos en el siglo XX, llegaron también marcas como la Avon, la Revlon, la Colgate-Palmolive y la Mennen. En aquella época, los perfumes más icónicos de las grandes casas francesas se conseguían en tiendas como El Encanto, El Palacio de Hierro y Fin de siglo.

Actualmente, Suchel Camacho es el principal productor y comercializador del sector de higiene, cosmética y perfumería en Cuba. Surge en los 90, y desde entonces cubre alrededor del 50 por ciento de la demanda nacional. Sin embargo, los cubanos parecen recurrir a Suchel más por necesidad que por preferencia.

“Me da mucha pena que la perfumería cubana de los años 70 y 80, que logró grandes premios en ferias internacionales con joyas de nuestra perfumería como Diamante Negro, Fantasía y Galeón, se hayan quedado en el olvido”, cuenta Mayoral.

“Mi criterio personal de la perfumería cubana es que realmente no ha habido una gran preocupación por esta rama de la industria cosmética, ni por formar a ningún perfumista en las grandes escuelas de perfumería del primer mundo, para que luego se encargue de transmitir los conocimientos más modernos a las demás generaciones. Lo que los perfumistas cubanos hemos aprendido ha sido por nuestro gran interés en seguir adelante. Nuestros propios proveedores de materias primas son los mismos que a veces nos transmiten algunos de sus conocimientos y experiencias”.

Las materias primas de la perfumería de alta calidad son esencialmente de origen natural, uno de los principales elementos que eleva el costo de los perfumes de marca. Para producir un kilogramo de un absoluto de flores de jazmín o de rosas se necesita un campo de flores. Luego, el precio de este absoluto puede rondar los 20 mil euros el kilo, y el perfume puede costar desde 70 hasta 100 euros el frasco. “Realmente da negocio emplear estas materias primas caras, pero no en el caso de Cuba, pues estos precios para los cubanos son muy altos”.

“A mí la crítica me mantiene”

– ¿Qué frase dirías si el comercial de tu perfume se hiciera y lo fueran a pasar por la televisión?

Haila posa, y pone cara de circunstancia, mientras mira a una cámara imaginaria y recita, en un tono meloso, como si ya lo hubiera ensayado antes: “Madame Mompié: fragancia de mujer”.

Foto: Alain L. Gutiérrez

– Cuando hablaste en una entrevista sobre el nombre que le habías puesto al perfume dijiste: “A todo lo que venga le voy a poner Madame Mompié”. ¿Qué podría venir después de esto?

– Madame Mompié ya es una marca. De ahí pueden salir muchas cosas: cremas para adelgazar, lociones desmaquillantes, una línea de ropa.

– Y en tu carrera, ¿qué viene ahora?

– Ahora estoy preparándome para hacer el álbum Haila Diferente (Vol II), mi sexta producción discográfica, donde estará el tema Perfume de mujer, inspirado en Madame Mompié. Haila Diferente fue el disco que le dio la patada de la buena suerte a mi carrera, el disco en el que yo bajé los tonos, canté baladas y temas más fusionados, sin abandonar el son, la salsa y la guaracha. Quiero volver a incursionar en esos géneros en un segundo volumen en el que voy a tener, por supuesto, temas de mis compositores de siempre, que son Albertico Pujols, Ricardo Amaray, mi esposo (que es uno de mis grandes compositores), y se une Isaac Delgado a la lista.

– ¿Por qué no escribes tú?

– Yo cuando jovencita (quiero decir, cuando más jovencita, porque tampoco soy tan mayor) tenía libretas llenas de cosas. No escribo por vagancia. O quizás porque mi musa ya no baja.

– Te vas de tour por Europa ahora: Helsinki, Roma, Milán. ¿Cómo te va en estos lugares donde la gente no tiene mucho ritmo para la música bailable cubana?

– Te crees tú. Hay una comunidad latina que es como bichitos que se meten dentro de esos europeos. Existen fuera de Cuba muchas academias donde enseñan bailarines cubanos. Y los cubanos estamos de moda. Cuba está de moda. Ahora mucha más gente se interesa por la cultura de nosotros.

– Haila, ya eres popular en Cuba, te sostienes económicamente de tu trabajo. ¿Alguna vez piensas en saltar el precipicio de popularidad en la patria?

– A veces me entra el bichito ese. Yo soy de las artistas a las que no les gusta estar frenada. Tengo que crecer constantemente y prepararme para lo que venga. Pienso que después de haber tocado el techo en Cuba, me estaré preparando para algo. Algo grande que está por llegar. Ahora mismo estoy en un proyecto con Isaac Delgado, que se llama Salsa, Mambo y Cha Cha Cha. en homenaje a la música cubana. Y está hecho para Broadway, así que en cualquier momento estamos cayendo en Nueva York. En el proyecto también están Bobby Carcassés y Heidy Chapman, con un elenco de 22 bailarines espectaculares y una jazz band increíble.

– ¿Cómo llevas las críticas?

– Muy bien. Como dice la canción: “A mí la crítica me mantiene”. Si no te critican es porque no existes. Lo que pasa es que el público a veces no piensa que nosotros somos seres humanos. Yo soy una mujer como todas las demás, como dice una canción que voy a estrenar muy pronto.

– ¿Cómo te ves de aquí a 20 años? ¿Cómo te ves con 60 años?

– ¡Oh, my god!, ojalá la vida me permita llegar ahí. Mientras no haga el ridículo, voy a seguir. Ojalá a los 60 años yo esté como Celia Cruz a sus 60. Llena de vitalidad, cantando.

– Pero ya a esa edad no vas a lucir tan fresca. ¿Eres muy presumida?

– Muy presumida. Y como soy de la raza negra, me voy a arrugar tarde (Risas). Yo tengo ya 41 años acabados de cumplir, y todavía estoy ready. ¿No estoy ready?

Foto: Alain L. Gutiérrez

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