Obama elimina a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo

Foto: Kaloian Santos Cabrera

La Casa Blanca está actuando para sacar a Cuba de la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, escribió el asesor presidencial Ben Rhodes, uno de los más cercanos colaboradores del presidente Barack Obama.

El Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. informó el envío al Congreso del «informe legalmente requerido y las certificaciones que indican la intención de la Administración de rescindir” el nombre de la isla de ese grupo.

El Secretario de Estado John Kerry publicó una declaración escrita indicando que su oficina recomendó al Ejecutivo revocar la designación de Cuba como auspiciador del terrorismo porque el país «cumple con los criterios establecidos por el Congreso para la rescisión.»

«Estados Unidos ha tenido, y sigue teniendo, preocupaciones significativas y desacuerdos con una amplia gama de políticas y acciones de Cuba, estas preocupaciones y desacuerdos quedan fuera de los criterios para la designación como un estado patrocinador del terrorismo» indica el pronunciamiento de Kerry.

El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores ha criticado la designación como una decisión «por consideraciones de carácter político y la necesidad de justificar a toda costa el bloqueo.»

Este paso burocrático elimina el principal obstáculo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, abriendo el camino hacia la apertura de embajadas en esas capitales. La designación impedía a la Sección de Intereses de Cuba en EE.UU. contratar los servicios de bancos locales, ante el temor de ser penalizados por manejar cuentas de un Estado bajo esa categoría.

La salida de Cuba del catálogo de país patrocinador del terrorismo del Departamento de Estado tendría consecuencias económicas a medio plazo, pues «abre la posibilidad para que en septiembre, coincidiendo con el calendario de renovación de la autoridad presidencial para sancionar bajo la ley de Comercio con el Enemigo de 1917, Obama retire a Cuba de esa categoría (es el único país que queda) » tal como indica el analista Arturo López-Levy.

Estados Unidos no tendría por qué oponerse al otorgamiento de créditos a Cuba en instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial. Desaparece también uno de los impedimentos para que  los ciudadanos estadounidenses realicen transacciones con La Habana sin necesidad de una licencia del Departamento del Tesoro.

Por otra parte, como recuerda López Levy “la salida de la lista ayuda a la solución de las reclamaciones entre Cuba y EE UU en un proceso de normalización porque detiene el saqueo de los fondos cubanos iniciado bajo la Administración Bush que ha convertido un problema difícil en inmanejable.”

El gobierno cubano ofreció garantías de seguridad al Departamento de Estado, según indica la declaración firmada por John Kerry. Los diplomáticos de la isla habrían solicitado un gesto similar a sus contrapartes estadounidenses, reveló la agencia de noticias AP.

“Resulta que los terroristas éramos los que poníamos los muertos” ironizó el presidente cubano Raúl Castro en su discurso ante la VII Cumbre de las Américas, minutos antes de reunirse con Obama. Recordaba así las reiteradas acciones de ese carácter que Cuba sufrió durante las últimas cinco décadas. La Habana contabiliza más de 3000 personas muertas: desde la población civil bombardeada durante la invasión por Playa Girón hasta los niños víctimas de una epidemia de dengue hemorrágico inducido en 1981, entre otros eventos históricos de este carácter.

La retirada del nombre de la isla de esa lista elimina otra caduca política de los tiempos de la Guerra Fría, como reconoce el propio Kerry. “Las circunstancias han cambiado desde 1982, cuando Cuba fue designada originalmente como un estado patrocinador del terrorismo debido a sus esfuerzos para promover la revolución armada en América Latina.”

“Nuestro hemisferio, y el mundo, lucen muy diferentes hoy a como eran hace 33 años.”

Aún habrá que esperar 45 días para que sea efectiva esta medida. En ese lapso el Congreso podría bloquear la decisión del Ejecutivo si votara a favor de una resolución conjunta de desaprobación.

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